Limpieza de un canal que desemboca al lago Dianchi en Kunming, provincia de Yunnan, 2017.
Kunming, 19/06/2018 (El Pueblo en Línea) -Aunque a veces le falla la memoria, Liu Fanjun -oriundo de Kunming, provincia de Yunnan- con sus 73 años todavía pueden entonar una canción que aprendió de niño sobre las cualidades del lago de su ciudad natal.
"El lago Dianchi se extiende hacia el cielo, con agua clara y brillante y en un ilimitado espacio. Rema tu bote, danza con los peces y a la puesta del sol, regresa feliz a casa", canta Liu.
Situado en Kunming, capital de Yunnan, el lago Dianchi es el mayor lago de agua dulce de la meseta Yunnan-Guizhou. Su magnificencia cubre 300 kilómetros cuadrados.
Conocido como la "perla brillante" del altiplano, el lago Dianchi es la principal fuente de agua para uso industrial y agrícola de Kunming. También desempeña un papel clave en el equilibrio del medio ambiente de la región.
“Llegado el atardecer, los pescadores caminaban por su ribera de regreso a casa. Y en los calurosos días de verano, los niños nadaban en el lago. Esos son mis recuerdos", evoca Liu.
A finales de los años ochenta, cuando el lago se contaminó debido a la gran cantidad de residuos industriales y domésticos vertidos en sus aguas, las pintorescas escenas que recuerda Liu fueron parte del pasado. La superficie del lago Dianchi se cubrió de una capa de algas verdeazulosas provocada por la afluencia de aguas residuales cargadas de nitrógeno, fósforo y otras sustancias tóxicas.
"Sin tratamiento adecuado, los residuos industriales y los fertilizantes agrícolas se vertían directamente al lago", fustiga Liu. "En la orilla, se juntaba una mezcla de espuma blanca y pescado y camarones podridos."
En la década de los noventa, la calidad del agua en el lago era considerada "inferior al grado V", el peor nivel en el sistema de clasificación de la calidad del aguas en China y "demasiado contaminado para cualquier propósito". Con la tragedia, desaparecieron alrededor del 80 por ciento de las especies de peces que vivían en el lago Dianchi.
Después de décadas de contaminación, el gobierno central y las autoridades provinciales de Yunnan implementaron una serie de medidas para recuperar el esplendor perdido.
A lo largo de las orillas del lago Dianchi se han construido casi 100 kilómetros de tuberías para interceptar la contaminación y evitar que penetren aguas residuales. Además, desde 2013 se le ha inyectado 566 millones de metros cúbicos de agua fresca para restaurar su capacidad de auto-purificación. Asimismo, en 20 ciudades y 885 pueblos situados en las inmediaciones del Dianchi se han construido plantas de tratamiento de aguas residuales.
En 2008, Yunnan empezó a nombrar los "jefes del río", cuya responsabilidad incluye la protección de los recursos hídricos, la prevención de la contaminación, el control de los desechos y la restauración ecológica.
“Por otra patre, a lo largo del 2010 y el 2011 se prohibió la pesca”, informó Wu Chaoyang, director adjunto de la oficina de administración del lago Dianchi.
Los esfuerzos anteriores han comenzado a rendir fruto. En el primer trimestre de este año la calidad del agua en el lago ya se elevó al grado IV.
En marzo, los garganey, una especie de patos que se encuentra amenazada, reapareció en los humedales del lago por primera vez en 30 años.
"A pesar de que se ha detenido el deterioro del agua, aún está lejos de tener la calidad satisfactoria", admite Wu. "Tenemos un largo camino por recorrer para recuperar a nuestro lago madre."
Durante los próximos dos años, Yunnan planea invertir otros 7.600 millones de renminbi (1.200 millones de dólares) en 64 proyectos de control de la contaminación para lograr que, en el 2020 los residentes puedan volver a nadar en el lago Dianchi.
"El lago Dianchi se extiende hacia el cielo, con agua clara y brillante y en un ilimitado espacio. Espero que las futuras generaciones disfruten de su naturaleza cristalina, como solía ser", subraya Liu.
(Web editor: 赵健, Rosa Liu)