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Temer dice que encuesta que revela impopularidad de su gobierno "no es verdadera"

RIO DE JANEIRO, 18 jun (Xinhua) -- El presidente de Brasil, Michel Temer, aseguró hoy lunes que el último sondeo sobre la popularidad de su gobierno, que reveló que es el mandatario más impopular desde la vuelta de la democracia en el país en 1985, "no es verdadera".

La encuestadora Datafolha, la de mayor prestigio en Brasil, reveló el pasado 10 de junio que el 82 por ciento de los brasileños consideró que el gobierno de Temer es "malo o pésimo", mientras que un 3 por ciento lo consideró "bueno" y el 14 por ciento "regular".

El rechazo del gobierno de Temer, del 82 por ciento, es 11 puntos superior al 71 por ciento que tenía Dilma Rousseff en agosto de 2015, un año antes de ser destituida como presidenta por el Congreso.

En declaraciones a la prensa, tras salir de la reunión de presidentes del Mercado Común del Sur (Mercosur) en Asunción, Paraguay, Temer dijo que "en primer lugar, la encuesta no es verdadera", según la televisión brasileña.

El presidente aseguró que los proyectos aprobados en las últimas semanas gracias a la buena sintonía con el Senado y la Cámara de Diputados Baja son la prueba de que la popularidad no es la que muestra la encuesta de Datafolha.

"En estos últimos tiempos, y hablo desde hace tres semanas, en conversaciones que tuve con el presidente del Senado, Eunício Oliveira, aprobamos seis o siete medidas provisionales en una única noche. Además, aquella noche se aprobó de urgencia la llamada reanudación fiscal, que fue votada el día siguiente en el Senado", comentó.

Además, Temer recordó que "en la Cámara de Diputados, y debido a las conversaciones cara a cara que tuve con el presidente Rodrigo Maia, se aprobó un registro positivo, duplicidad electrónica. Ahora para esta semana ya está ajustada la cuestión de las distribuidoras".

Temer dejará la presidencia brasileña el próximo 1 de enero de 2019, cuando tome posesión del cargo el ganador de las elecciones de octubre próximo.

El mandatario, en el cargo desde mayo de 2016 tras la destitución de Rousseff, cuenta con un amplio rechazo social debido a las medidas de ajuste fiscal promovidas por su administración y por las acusaciones de corrupción que pesan sobre él.

El año pasado, Temer fue denunciado dos veces por la Fiscalía brasileña por corrupción, aunque la Cámara Baja desestimó en ambas ocasiones abrir una investigación contra el mandatario.

Actualmente, la Policía Federal tiene dos investigaciones en marcha contra Temer por financiación irregular de su partido (Movimiento Democrático Brasileño) y por haber recibido supuestamente sobornos de una empresa portuaria a cambio de favorecerla con un decreto presidencial.