BUENOS AIRES, 20 jun (Xinhua) -- El presidente de Argentina, Mauricio Macri, canceló una visita a la ciudad de Rosario, provincia de Santa Fe, para encabezar este miércoles el acto central por el Día de la Bandera, ante la posibilidad de que se generen disturbios, según un comunicado del Ministerio del Interior.
El titular de esa cartera, Rogelio Frigerio, dijo que "con motivo de haber recibido notificaciones de los responsables de la seguridad presidencial y del gobierno de la provincia de Santa Fe en las que se indicaba que se debían reforzar las medidas de seguridad para evitar la posibilidad de que se generaran disturbios en las calles de Rosario de organizaciones políticas, se suspenderá la asistencia del Presidente a esa ciudad para la celebración del Día de la Bandera".
Argentina conmemora este miércoles el Día de la Bandera, instaurado en 1938 por la ley 12.361, en homenaje al general Manuel Belgrano, héroe de la independencia fallecido el 20 de junio de 1820 y considerado el creador de la insignia nacional.
Macri tenía previsto asistir a la celebración en la ciudad de Rosario, 300 kilómetros al norte de Buenos Aires, ya que allí está ubicado el Monumento a la Bandera.
Frigerio dijo que dialogó con el gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, y estuvieron de acuerdo en que "lo mejor es dejar que los vecinos rosarinos puedan disfrutar con tranquilidad de los festejos patrios".
"El Presidente tomó esta decisión basado en preservar ante todo la paz y la seguridad de los rosarinos y solicitó que se informara a través de la prensa de los motivos de la cancelación de su visita", concluyó el ministro del Interior.
La actividad oficial estaba prevista para las 09:00 del miércoles (12:00 GMT) y, para esa misma hora diversos gremios, comerciantes, pequeños empresarios y organizaciones estudiantiles convocaron a una movilización contra la política económica del gobierno nacional.
El secretario general de la Presidencia, Fernando de Andreis, dijo a última hora del martes a la prensa local: "No queremos hacerle el juego a los violentos. Nuestra preocupación no es la seguridad del Presidente. Iba a estar todo vallado, y Macri iba a entrar y salir y no iba a tener ningún problema. Lo que nos preocupa es la seguridad de los rosarinos y todos los disturbios que querían generar para empañar la fiesta".