NACIONES UNIDAS, 19 jun (Xinhua) -- Los niños no deben ser arrebatados a sus padres migrantes, dijo hoy Henrietta Fore, directora ejecutiva del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), en referencia a la controvertida práctica de Estados Unidos en la frontera mexicana.
"Las historias de los niños, algunos de ellos apenas bebés, que son apartados de sus padres que buscan seguridad en Estados Unidos son desoladoras", indicó Fore en un boletín.
"Los niños, sin importar de donde vienen o cuál es su estatus migratorio, son niños antes que nada. Aquellos que no tuvieron más opción que huir de su hogar tienen el derecho de ser protegidos, de tener acceso a servicios esenciales y de estar con sus familias, al igual que todos los niños", añadió.
La detención y la separación de su familia son experiencias traumáticas que pueden dejar a los niños más vulnerables a la explotación y el abuso y pueden crear estrés tóxico que, como han mostrado múltiples estudios, pueden repercutir en el desarrollo de los niños al largo plazo, advirtió.
Tales prácticas no favorecen los intereses de nadie, mucho menos de los niños que son los que más sufren sus efectos. El bienestar de los niños es la cuestión más importante, dijo. "Espero que favorecer los intereses de los refugiados y los niños migrantes sea primordial en la aplicación de las leyes y procedimientos de asilo de Estados Unidos".
Fore señaló que el gobierno estadounidense y su pueblo han apoyado durante décadas los esfuerzos de Unicef para ayudar a los niños refugiados, a los solicitantes de asilo y a los migrantes afectados por las crisis en todo el mundo.
Según informes, en las últimas seis semanas, más de 2.000 niños han sido separados de sus padres que han atravesado de forma ilegal la frontera entre Estados Unidos y México. Los niños han sido colocados en centros de detención en estados del suroeste de Estados Unidos.
La práctica recién introducida por la administración Trump ha recibido críticas a nivel nacional e internacional.
El lunes, el secretario general de la ONU, António Guterres, dijo que los niños no deben ser traumatizados separándolos de sus padres.
Además, el alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra'ad Al Hussein, dijo el lunes en Ginebra que "pensar que cualquier Estado busque disuadir a los padres infligiendo tal abuso contra los niños es inadmisible".