RIO DE JANEIRO, 19 jun (Xinhua) -- La intención de consumo de las familias brasileñas, uno de los motores económicos del país, bajó 0,5 por ciento en junio en comparación con mayo, de acuerdo con un informe divulgado hoy por la Confederación Nacional del Comercio de Bienes, Servicios y Turismo (CNC).
Según la entidad, la Intención de Consumo de las Familias (ICF) de Brasil se situó en junio en 87,7 puntos, resultado que, pese a ser inferior a mayo, es un 12,4 por ciento superior al del mismo mes del año pasado.
Con el resultado de junio, el sondeo completó 38 meses por debajo de los 100 puntos, lo que significa una insatisfacción persistente de las familias sobre las condiciones de consumo.
En junio, el resultado negativo de la intención de consumo de las familias brasileñas no fue mayor gracias a la percepción sobre el empleo actual, que refleja una mejora en el mercado laboral brasileño tras la subida del desempleo en el país a raíz de la crisis económica vivida en 2015 y 2016.
El porcentaje de familias que se sienten más seguras en relación a su empleo actual aumentó al 33,9 por ciento, 2,7 puntos más que en junio del año pasado.
Según explicó a Xinhua el economista Bruno Duarte, el resultado negativo de junio "fue provocado por los problemas que causó la huelga de camioneros de finales de mayo, que dejó el país desabastecido, y por la desvalorización del real ante el dólar, que provoca un encarecimiento de los productos importados y, con ello, un menor consumo de las familias".
Según Duarte, "las familias todavía son cautelosas a la hora de gastar, debido a que los efectos de la crisis aún persisten, como se puede ver en una recuperación de la economía más lenta de lo previsto".
Pese al descenso en junio, la CNC mantiene su proyección de que el consumo del comercio brasileño crecerá un 5 por ciento este año en comparación con 2017, y aseguró que el impacto de la huelga de 11 días que mantuvieron los camioneros en mayo será limitado y no debe comprometer el crecimiento de las ventas en los próximos meses.