El italiano Giovanni Pettinà fue capturado durante la Segunda Guerra Mundial y enviado a un campo de trabajo tras negarse a formar parte de las SS. Su familia le escribió pero nunca le fue entregada la carta. 74 años después, ha podido leerla. (Foto: REUTERS/Kacper Pempel)
Roma, 28/06/2018 (El Pueblo en Línea) - Giovanni Pettinà es un italiano de 104 años que ha luchado en varios frentes en su carrera como soldado y recientemente ha vivido el momento más emotivo de su vida al recibir, de manos de su hermana pequeña, una carta que le fue enviada por ella misma cuando estaba internado en un campo de trabajo en 1944. La historia de la misiva que nunca llegó a su destinatario ha dado el salto a los medios italianos, que se hacen eco del recorrido de unas palabras que han tardado 74 años en ser leídas, destaca Yahoo Noticias.
Según ha contado el propio Pettinà al Corriere della sera y a todos los periodistas que se han desplazado a Malo, en los Alpes italianos, para contar su historia, se encontraba luchando con su regimiento en Albania cuando fueron capturados por soldados alemanes. Tras negarse a entrar a formar parte de las SS, fue enviado a campo de trabajo de Krefeld, en Renania-Westfalia. Su captura se produjo el 12 de septiembre de 1943.
Su familia, a través de los familiares de otros soldados de la localidad, tuvo conocimiento de cuál había sido su destino y decidieron escribirle. Él podía enviar cartas y llegaban, pero la comunicación no era fluida y las recibidas en el campo no eran entregas a sus destinatarios. Fechada el 19 de agosto de 1944, el sobre cuenta con dos sellos, uno de ellos el del campo.
Allí, en los archivos de Krefeld, permaneció olvidada y sin leer hasta que Stefano Tortora, investigador especializado en historia militar, dio con ella y decidió hacérsela llegar a su autora, Maria, la hermana pequeña de Giovanni. Lo logró gracias a la intervención de otro apasionado de la historia afincado en Malo. Fue este, el profesor Igino Colbacchini, quien recibió la carta y se la entregó a la mujer.
74 años después la carta llegó por fin a su destinatario de la mano de quien se la envió. Ambos emocionados, la leyeron juntos. Lo que en ella estaba escrito era un mensaje sencillo, propio de las circunstancias. “Querido hermano, recibimos tu carta, noto que disfrutas de una salud excelente, como actualmente todos nosotros. Esperamos verte pronto entre nosotros”, decía la carta escrita de puño y letra por esta nonagenaria que no pudo contener las lágrimas al dársela a su hermano mayor.
En declaraciones al Corriere della Sera, Giovanni Pettinà resumía su vida recordando que ha “escapado del hambre, el frío y las dificultades solo gracias a la fuerza de voluntad y el instinto de supervivencia, lo que me permitió regresar con mis seres queridos”. Sobre su estancia en el campo de trabajo alemán, cuenta aquella vez que se sintió feliz al encontrar unas patatas pero que duró poco porque en seguida se las requisaron o cómo trabajaban en jornadas de 10 a 12 horas y les despertaban simplemente para “mantenernos en constante tensión”.