LIMA, 28 jun (Xinhua) -- El presidente de Perú, Martín Vizcarra, entregó hoy la acreditación de la UNESCO a la provincia andina de Corongo en reconocimiento a la sostenibilidad cultural y ambiental a través de la gestión de los recursos hídricos.
"Actualmente, estamos sufriendo los efectos del cambio climático, lo que hace que el recurso más importante de la tierra, el agua, comience a ser de difícil acceso para la población. La sociedad, la ciencia, la ingeniería se preocupan sobre qué hacer, entonces observan el comportamiento de comunidades como Corongo, que ancestralmente tiene un manejo eficiente del agua, es importante", afirmó Vizcarra, que hizo una gira de trabajo por varias provincias de la región de Ancash.
Los pobladores de las comunidades de esa provincia eligen cada año a los jueces y colaboradores que velan por el reparto del líquido elemento, dentro de un ambiente de justicia, solidaridad y equidad, para regar los cultivos y dar de beber al ganado, buscando un desarrollo sostenible.
Los jueces, a cargo también de los festivales y rituales pueblerinos, actúan en forma voluntaria y de manera gratuita, tomando decisiones que son respetadas por sus copoblanos.
Por su parte, la ministra de Cultura, Patricia Balbuena, dijo sentirse "orgullosa y emocionada de que esta tradición ancestral que es de la provincia de Corongo, de cada hombre y mujer de esta comunidad, ahora también le pertenezca a la humanidad".
"Esta tradición, que es producto de nuestra diversidad, (...) ha sido declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por parte de la UNESCO", dijo Balbuena, recordando la decisión tomada por la UNESCO en una reunión en París, Francia, el año pasado.
El modelo de gestión hídrica está basado en una costumbre prehispánica, que se trasmite de generación en generación, mediante la cual el juez decreta el tiempo de uso del agua atendiendo a cada parcelero, en concordancia con los cultivos y al número de ganado y de los intereses del pleno de la comunidad.
Corongo se ubica en la región de Ancash, a unos 3,200 metros sobre el nivel del mar y a unos 620 kilómetros al noroeste de la capital peruana, Lima. Durante el dominio colonial español era un centro dinámico, gracias a la riqueza aurífera con que contaba, la cual en el tiempo fue mermando.