Por Victoria Argüello
SANTA FE, 29 jun (Xinhua) -- La apertura del mercado chino a carnes vacunas argentinas con mayor valor agregado aumenta la expectativa entre los productores locales, quienes ven en este destino una "oportunidad" para el fortalecimiento de las exportaciones.
El pasado 17 de enero, autoridades estatales de ambos países acordaron activar un protocolo sanitario para el ingreso a China de carne bovina enfriada y congelada con hueso, un acuerdo calificado de "histórico" tras más de 15 años de negociaciones, según informó el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria de Argentina (Senasa).
Hasta el momento, China sólo importaba desde el país sudamericano cortes congelados sin hueso, todo lo cual implica un nuevo escenario con amplias posibilidades de crecimiento para la industria local, argumentan los productores.
Así lo consideró Luis María Medina, gerente general de Operaciones de Black Bamboo Enterprises (BBE), empresa frigorífica sino-argentina ubicada en la provincia de Santa Fe, a 400 kilómetros de Buenos Aires.
Medina explicó que los cortes enfriados poseen generalmente mayor calidad por su sistema de envasado al vacío, el cual permite una buena durabilidad del producto.
"Ese formato de producción es muy usado en Argentina, y todo lo que va a Europa va de esa forma. Tenemos un período de conservación importante de este tipo de cortes (...) lo cual permite que llegue con un período de comercialización importante", sostuvo Medina en entrevista con Xinhua.
De acuerdo con Medina, la planta de BBE, radicada en la localidad de Hughes, Santa Fe, actualmente exporta a China cortes congelados sin hueso de la parte delantera de las reses, mediante un sistema de envasado "skin pack" similar al envasado al vacío.
Por su parte, el jefe de planta del frigorífico BBE, Ariel Toscano, afirmó que "ahora lo estamos haciendo con productos congelados de 1 kilogramo y tienen destino directo a China, y después tenemos los cortes congelados (que no van a China por ahora), que algunos pueden ser envasados al vacío y otros pueden ser envueltos en láminas de polietileno (IWP)".
La durabilidad total del producto enfriado y envasado al vacío es de 90 días, comenta Toscano, un poco menor a los cortes congelados pero, agrega, si se contemplan las exportaciones vía transporte aéreo no habrá ningún problema para su comercialización.
Este tipo de envasado, al extraer el oxígeno, permite que "las bacterias no se desarrollen y por ende el corte tenga mayor durabilidad y que la textura del corte se mantenga como cuando se envasó", detalló Toscano.
De manera que "cuando el corte se abre a los 30, 60 o 90 días, al momento que llega a destino, al tomar contacto con el oxígeno recupera color", añadió el jefe de Planta de BBE, empresa que en la actualidad destina 100 toneladas semanales de carne bovina sin hueso hacia China.
Para los productores argentinos, el mercado chino es un "objetivo fundamental" puesto que permitiría un crecimiento inobjetable de la industria cárnica, además de aumentar las fuentes de empleo y mejorar la calidad de los productos.
"El mercado chino es para nosotros muy importante, es un mercado floreciente donde tenemos una gran cantidad de consumidores que están ávidos por tener un producto de calidad, y creo que nosotros podemos ofrecer ese producto", resaltó Ariel Toscano.
Por su parte, Luis María Medina consideró que "el mercado de China no tiene fin", y recordó que en los últimos dos años este país ha triplicado la cantidad de carne de procedencia de América del Sur y de Argentina.