Beijing, 09/07/2018(El Pueblo en Línea) -Muchas cosas han cambiado en China en los últimos 40 años de reforma y apertura. Un aspecto no menos importante del proceso ha sido el aumento del nivel de los trabajadores.
El granjero Xie Mingsheng, de 53 años, de la provincia Shanxi, con la ayuda de dos máquinas cosechadoras ahora puede segar una hectárea de trigo en una hora. Hace 40 años, la misma tarea le tomaba casi dos semanas a los seis miembros de la familia.
La cosecha de verano era exactamente el tipo de tarea monótona que más odiaba Xie.
"Lo más frustrante era que en una hora yo cortaba poco trigo, pues solamente tenía a mi disposición una hoz", recordó.
A finales de la década de 1970, China comenzó a ofrecer tierras mediante contratos familiares. La familia de Xie obtuvo su parcela en el 1982, pero primera maquinaria no llegó hasta 1992, cuando un tractor reemplazó los bueyes envejecidos para arar y transportar. Ahora los aldeanos tienen máquinas para sembrar, desyerbar y cosechar. Además, los nuevos drones rocían los pesticidas.
"Los métodos de cultivo han cambiado por completo", afirma Xie, sin arrepentimiento en la voz.
Una agricultura más eficiente significa más grano en los almacenes. De 1978 al 2017, la producción de grano duplicó las 618 millones toneladas.
Impulsando la potencia
Una producción más elevada no sólo se percibe en la agricultura. En la provincia donde vive Xie, en el 2017 la producción de carbón logró 98.000 toneladas por hora, nueve veces la cantidad minada en el 1978.
Zhao Zhaofeng, minero de veintinueve años, nació en una familia dedicada a esta actividad. Su abuelo cavó carbón con un pico y una pala y trasladaba el carbón en una canasta de bambú. La dinamita se usaba todos los días. Su padre fue un electricista de las minas que se encargó de mantener las cintas transportadoras funcionando y las lámparas encendidas. El carbón entonces era transportado por correas y arrastrado hacia la superficie por líneas de vagones.
Hoy en día, Zhao opera una cortadora de carbón. La cinta transportadora avanza dos veces más rápido que en la época de su padre y la producción actual de la mina es de 12 millones de toneladas anuales, 40 veces el volumen que se extraía en la etapa de su abuelo.
En China se han logrado avances en casi todos los sectores de la industria, aumentando exponencialmente la productividad. El PIB se elevó a 82,7 billones de renminbi (12,5 billones de dólares) en 2017, y en más de 200 veces desde el inicio de la reforma y la apertura. En comparación, el PIB de Estados Unidos ha aumentado apenas ocho veces en el mismo período.
Alimentando al pueblo
Al ver que muchos emigraban a las ciudades y regresan en mejores condiciones, el ex agricultor Han Yonghui dejó en 1997 su casa rural en Xiangfen, provincia de Shanxi, para iniciar un negocio en Tianjin. Él confecciona shaobing, un tipo de alimento ligero que generalmente se consume durante el desayuno.
"Nunca pensé que un agricultor como yo podría vivir en una ciudad tan grande y ser dueño de mi propio negocio", afirma Han, que ahora gerencia un pequeño restaurante en el distrito Miyun de Beijing.
Temprano en la mañana, Han vende docenas de shaobing en apenas una hora, ganando más de 10.000 renminbi al mes.
Cuando Han emigró de su pueblo natal, tuvo que caminar durante una hora hasta la estación de tren más cercana, hacer cola durante toda la noche para comprar un boleto y entonces poder subir a un tren lento y repleto donde tuvo que permanecer 18 sofocantes horas hasta llegar a Tianjin.
Todo eso cambió en 2014 cuando los trenes chinos de alta velocidad llegaron al pueblo de Han. Actualmente ese viaje dura seis horas.
En 2008, China abrió su primera línea ferroviaria de alta velocidad implementando el viaje de 150 kilómetros entre Beijing y Tianjin en sólo media hora.
Los hermanos de Han trabajan en las ciudades y ganan más dinero que si lo hicieran en la agricultura. En 2011, Han compró un automóvil y le construyó una casa a sus padres en el pueblo natal.
Al igual que Han, decenas de millones de campesinos ya no se consideran pobres. China tiene como objetivo erradicar la pobreza extrema en el año 2020. Desde el 2012, hay 68 millones de ciudadanos que han logrado salir de la pobreza extrema. Cada hora, hay 1.564 chinos que han dejado de ser pobres.
Entrega de bienes
El valor de una hora en China es aún más impactante cuando se expresa en términos de entrega de correos y comercio electrónico.
El cartero Guo Xiaohong, de 52 años, solía ser la única conexión entre los aldeanos de la remota comarca Lingchuan y el mundo exterior.
Guo, cargado de varios kilos de paquetes, tenía que caminar decenas de millas para entregar un correo. A menudo, los aldeanos le pedían que les comprara algunas mercancías que no existían en las tiendas del pueblo.
Guo caminaba alrededor de 5 kilómetros por hora para entregar apenas un manojo de cartas diarias. Hoy en la capital provincial de Taiyuan, la empresa para la que trabaja, despacha 2.500 paquetes por hora. Gran parte de estas encomiendas son compras en línea.
"Incluso mi madre que tiene 80 años utiliza un teléfono inteligente", destaca Guo, y agrega que celebran vídeo-llamadas diarias.
En China, hace cinco años se entregaban un promedio de 650.000 paquetes de correo por hora. La cifra actual llega a las 4,5 millones de unidades, lo que representa una gran cantidad de puestos de trabajo y una gran determinación del poder adquisitivo.
En la China de hoy, cada hora se transfieren 23 mil millones de renminbi vía teléfonos inteligentes, se producen 3.300 vehículos y 3,2 mil millones de renminbi en mercancías cruzan la frontera. La reforma y la apertura pueden haber tardado 40 años en llegar hasta aquí, pero cada hora que pasa el milagro continúa.
(Web editor: 赵健, Rocío Huang)