
© Foto: Instagram/@moonribas
Moscú, 23/11/2018 (El Pueblo en Línea) - En el mundo, muchos individuos no se sienten identificadas completamente como humanos. Ya sea porque tienen un implante cibernético, o porque sienten más afinidad con un animal o una materia, los “transespecie” comienzan a cobrar visibilidad en la sociedad, destaca Sputnik.
"Yo me considero transespecie porque tengo un nuevo sentido, un nuevo órgano, que no es humano. Así que siento que no soy 100% humana y me considero transespecie", explica Moon Ribas, artista, activista ciborg y cofundadora de la Sociedad de Transespecies.
La Sociedad de Transespecies se define como "una asociación que da voz a identidades no humanas, genera conciencia sobre los desafíos que enfrentan los transespecie y defiende la libertad de autodiseño", además de "ofrecer el desarrollo de nuevos sentidos y órganos".
En el caso de Moon Ribas, se trata de un sensor sísmico, un par de implantes en sus pies que están conectados a sismógrafos en línea y permiten detectar temblores en cualquier lugar del mundo.
Si en algún sitio del mundo hay un temblor, Moon siente una vibración dentro de su cuerpo. El 'arte ciborg', del que ella forma parte, busca cambiar la percepción. Luego, comparte esta realidad que percibe gracias a los implantes a través de obras de danza y percusión.
Moon no está sola en la Sociedad de Transespecies ni en la Fundación Ciborg. Su colega Neil Harbisson tiene una antena que le permite percibir los colores como notas musicales. Manel Muñoz tiene sensores de presión atmosférica en sus orejas, lo que le permite predecir cuándo lloverá.
Además, otros sentidos se están trabajando. Uno, es un joven de 17 años que está desarrollando un implante para detectar la calidad del aire y "escoger el camino menos contaminado para volver a casa y estar más conectado con el aire de tu ciudad".
Otro artista quiere recibir los rayos cósmicos y transformarlos en vibraciones y sonidos.
"Teníamos la necesidad de crear otro concepto que no fuera transhumanista, porque consideramos que el transhumanismo está enfocado en los humanos y va con la idea de mejorar el humano como ser superior", explica Moon Ribas sobre la identidad transespecie.
"Para nosotros ser ciborg no tiene nada que ver con mejorar o superar la naturaleza humana. Se trata de percibir más intensamente el planeta. Tal vez esto no sea muy positivo para otros. Todo es muy relativo", agrega.
La Sociedad de Transespecies fue creada para visibilizar estas identidades, afirma Moon, porque hay mucha gente que como ella no se identifica por completo con la etiqueta “ser humano”. En el caso de la activista ciborg, es gracias a la cibernética corporal lo que le ha permitido tener una percepción distinta de la realidad.
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