RIO DE JANEIRO, 21 nov (Xinhua) -- Expertos en las relaciones entre Brasil y China debatieron hoy miércoles en Río de Janeiro los aspectos a ser ampliados y mejorados entre ambos países y consideraron que el nuevo gobierno brasileño de Jair Bolsonaro debería potenciar la relación bilateral con su mayor socio comercial.
Bajo el lema "Brasil-China: por una Asociación Estratégica Global Sostenible", el debate, organizado por el Centro Brasileño de Relaciones Internacionales (CEBRI) estuvo liderado por la representante jefe de la petrolera estatal brasileña Petrobras en China, Tatiana Rosito, quien resaltó el papel que ha logrado tener China en la escena internacional en los últimos años.
"Estamos caminando para otro mundo, en el que China desempeñará un papel importante. China ha demostrado un papel más activo en la defensa de sus intereses, junto con organismos y políticas de financiamiento al desarrollo bilaterales, y también con la creación de organismos, como el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura, el banco de los BRICS y políticas muy activas, como la Iniciativa de la Franja y la Ruta", comentó Rosito, quien también es coordinadora del grupo de análisis sobre China del CEBRI.
La responsable de Petrobras en China pidió que el nuevo gobierno de Jair Bolsonaro, que asumirá el cargo el próximo 1 de enero, aumente y mejore su relación bilateral con el país asiático, y pidió "un pensamiento más estratégico sobre China".
"Proponemos una reelectura de la política externa brasileña y que mejore con China, que no se haga una política exterior basada en la postura ideológica. Pedimos una mayor comprensión de la economía y sociedad china, que al mismo tiempo que es una potencia con carácter de expansión, guarda muchos desafíos internos y esto nos ayudará a explorar mejor los intereses de Brasil. Cuanto más podamos conocer de China, mejor", puntualizó.
Por su parte, el argentino Javier Vadell, representante de la Red Brasileña de Estudios sobre China (RBChina) destacó la evolución que en los últimos años ha habido en la relación de China con América Latina.
"Es una relación que tiene riesgos y ventajas, pero que pasó de tener un carácter comercial a otro más sofisticado, con inversiones, financiación y cuestiones culturales y de ayuda" por parte de ambos lados.
Vadell resaltó que "el mundo ya no es más bipolar políticamente ni económicamente, es claramente multipolar, con varios tipos de gobierno, y no podemos darnos el lujo de elegir. Tenemos a China como una potencia que llegó para quedarse, no es como Japón en la década de los 80", por lo que sugirió que el nuevo gobierno brasileño "tenga una política de estado" en su relación con China.
Según el experto, China está iniciando "otro modelo de globalización, es un modelo diferente, dentro del capitalismo global. Este proceso es un proyecto global y no euroasiático, como se pudo ver en la última reunión ministerial China-Celac, en la que el ministro de Relaciones Exteriores de China invitó a toda América Latina y Caribe a participar en la Iniciativa de la Franja y la Ruta", y pronosticó que esta invitación está "en análisis" por parte de América Latina y que si funciona la asociación, "este proceso tendrá consecuencias globales" positivas.
Vadell, quien también es profesor de Relaciones Internacionales en la Pontificia Universidad Católica (PUC) de Minas Gerais afirmó que "este modelo de nueva globalización que propone China tiene como premisa un estado fuerte en las finanzas y el control de las finanzas públicas. Estamos en un proceso de transformación, de diagnóstico del proceso", comentó.
Por último, Martin Raiser, director del Banco Mundial en Brasil, consideró que el país sudamericano necesita una mayor "abertura comercial y una mejor inversión en infraestructura. Sin esto, el capital chino no encontrará sus caminos para invertir y no podrá hacer su contribución" en el desarrollo del país.
También dijo esperar que el nuevo gobierno brasileño imponga "precios orientados con los del mercado e incentivos para las inversiones alineados con la economía mundial, además de políticas que hagan que las inversiones extranjeras en el país sean eficaces".
Raiser destacó que Brasil y China "son dos países emergentes con una renta media alta, y que pueden beneficiarse de acciones aprendidas mutuamente: el proceso de urbanización que Brasil tuvo en los años 70 puede ser muy beneficioso para China, que lo hace ahora, y el desarrollo chino puede ser muy positivo para Brasil. El desarrollo económico es fruto de las ideas, y sin relaciones ni estrategias definidas es difícil" tener estos avances.
El representante del Banco Mundial resaltó la "complementación enorme" que existe entre los dos países: "China tiene muchas personas y capital, y Brasil tiene muchos recursos naturales, y recordó la necesidad de que el país sudamericano tenga "políticas públicas para incentivar las cadenas de valores. Brasil tiene que aprender mucho de China, que tuvo mucho éxito este campo".
"China se desarrolla tan rápido que posiblemente operara en otro nivel en la cadena de valores, pero Brasil tiene que tener cuidado para dejar de ser sólo un exportador de materias primas", comentó.