Por Victoria Argüello
BUENOS AIRES, 27 nov (Xinhua) -- El acercamiento de los últimos años entre China y América Latina genera un desafío de importante interpretación para la región, que puede deparar en múltiples oportunidades de desarrollo, afirmó el representante del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Paolo Giordano.
En entrevista exclusiva con Xinhua, el economista principal del sector de Integración y Comercio del BID se refirió a la cuarta visita a la región que como mandatario hará el presidente chino, Xi Jinping.
Xi llevará a cabo visitas de Estado a España, Argentina, Panamá y Portugal del 27 de noviembre al 5 de diciembre, y asistirá a la XIII cumbre del G20, entre el 30 de noviembre y el 1 de diciembre en Buenos Aires, capital argentina, anunció el pasado viernes la cancillería china.
Giordano destacó la Iniciativa de la Franja y la Ruta de China, además de la apertura de su mercado de consumo interno, como dos elementos conducentes a potenciar los actuales nexos, tributando a que América Latina obtenga "una visión regional y no individual de desarrollo".
"Me parece que visto desde América Latina, esta iniciativa es importante no sólo en sí misma, que ya lo es, sino que también plantea la necesidad de dar una visión regional al desarrollo de la infraestructura", dijo Giordano.
"Los costos de transporte de América Latina son relativamente altos y son un obstáculo importante para el comercio", consideró el representante del BID.
Para el experto, el hecho de que China considere a América Latina una extensión natural de la Ruta Marítima de la Seda del Siglo XXI, permitiría que los esfuerzos de integración comercial se complementen con esfuerzos de integración física para abaratar costos de transporte de exportaciones dentro de la región y el resto del mundo.
"Pero es necesario hacerlo desde una perspectiva regional, no desde los países individualmente, sino lograr un sistema productivo continental que pueda mirar al mundo como una unidad", enfatizó.
Por otra parte, Giordano considera que la región latinoamericana tiene una tarea ineludible de sofisticar más los productos que dirige al exterior a fin de ganar mayor competitividad en los mercados mundiales.
Explicó en ese sentido que China es un país con una demanda "muy dinámica" para las exportaciones de América Latina, y dependiendo de cómo interprete la región occidental la oportunidad de la apertura del mercado chino, podrá obtener mayores ventajas.
"El tema es cómo América Latina da un salto de calidad en lo que exporta al mundo; cómo puede moverse a productos de mayor calidad, de mayor sofisticación y mayor valor agregado, menos dependiente de los vaivenes de la coyuntura", dijo.
Giordano sostuvo que la sofisticación de los productos a exportar que debe buscar América Latina no está solo en las manufacturas, sino incluso productos primarios pero con mayor elaboración.
"China está en un proceso de desarrollo acelerado donde incorpora a centenas de miles de personas a la clase media cada año y que se va a volcar hacia un patrón de demanda más sofisticada, entonces América Latina debería estar en condición de ganar terreno en este mercado", comentó Giordano.
Según datos de las aduanas chinas, China y América Latina y el Caribe registraron volúmenes comerciales en torno a los 260.000 millones de dólares en 2017, un ascenso interanual del 18,8 por ciento.
En cuanto a las inversiones, América Latina y el Caribe se ha convertido en el segundo mayor destino de las inversiones chinas en ultramar, con más de 200.000 millones de dólares en inversiones directas, de acuerdo con datos el Ministerio de Comercio de China.