Por Xi Yue y Ayelén Iñigo
BEIJING, 17 dic (Xinhua) -- La fascinación por el idioma y la cultura chinos llevó a tres argentinos de distintas generaciones y ciudades a convertir China en su segundo hogar y ser testigos de la reforma y apertura del país asiático, proceso que celebra su 40 aniversario este año.
En 1979, siendo un adolescente, Jorge Malena aterrizó en Beijing con su familia, momento en el que él mismo no se imaginó que su vida cambiaría y estaría emocionalmente ligada a uno de los países más lejanos de Argentina.
Lo primero que le impresionó fue que "toda la gente vestía la ropa en solo tres colores, negro, azul y verde". Y su segundo gran impacto fue entrar directamente en una escuela secundaria local sin haber aprendido el chino, idioma que finalmente acabaría siendo el eje de su carrera profesional.
Desde el año 2004, Malena, que luego se haría sinólogo, viaja todos los años a China para participar en encuentros y congresos internacionales y actualmente centra sus investigaciones en la estrategia internacional del país asiático.
Confiesa que entender a China no le resulta fácil. "Es un país muy diferente al que conocí desde 1979", explica.
Ese fue precisamente el primer año en que China empezó la reforma y apertura y propuso establecer las primeras cuatro zonas económicas especiales en la costa del sureste para impulsar el desarrollo económico del país y abrir una puerta para el intercambio con el exterior.
A sus ojos, el desarrollo económico se nota en la mejora de la infraestructura y la conectividad, mientras el social "se evidencia en la mejora del nivel de vida de la población" con grandes avances en "educación, alimentación, vestimenta, sanidad y vivienda", enumera Malena.
"Hoy en día hay decenas de estilos y de colores en la vestimenta de la población china", sentencia.
Los cambios trascendentales que han traído cuatro décadas de reforma y apertura no solo han impactado positivamente a los chinos, los extranjeros que viven en China también son los beneficiados.
China ha ofrecido numerosas oportunidades a los extranjeros gracias a una coyuntura económica próspera, un entorno de inversiones dinámico, además de hospitalidad y seguridad, opina Brian González, quien llegó al país asiático a los 18 años tras ganar una competencia internacional de chino.
Nacido en 1991, Brian empezó a estudiar ese idioma a los 15 años. En "la primera clase que vi los caracteres me encantaron y siempre tuve mucha memoria visual para 'dibujar' el chino".
Nunca se imaginó que se convertiría en una estrella de la televisión china con casi un millón de seguidores a través del programa "Informal Talks", en el que 11 extranjeros discuten y debaten en chino sobre similitudes y diferencias culturales.
En el programa, se dio cuenta de que "para los chinos y los latinos es importante el momento de la comida, la familia, el agradecimiento a los padres", dice Brian cuando reflexiona sobre por qué se siente tan cómodo estudiando y viviendo en este país asiático.
Tras obtener la maestría en Economía y Comercio Exterior de la Universidad de Estudios Internacionales de Beijing en 2016, llegó a Yiwu, gran centro de fabricación y exportación mundial ubicado en la provincia costera de Zhejiang, y fundó junto con un amigo chino una compañía intermediaria entre exportadores chinos e importadores argentinos.
Otro argentino que también se ha abierto camino en el mercado chino es Guillermo Bravo, escritor y fundador de la primera librería de textos en español en el país asiático, "Mil gotas", donde se pueden encontrar tanto obras de autores hispanoamericanos como de escritores chinos traducidos.
"Me da la sensación que los chinos encuentran un mundo nuevo, otra manera de ver o de vivir la vida en la literatura latinoamericana", que "les parece colorida, dinámica y apasionada", comenta.
Con la apertura cada vez mayor de sus puertas, América Latina está más presente en China, con exportaciones, intercambios deportivos y expresiones artísticas y culturales.
También se ha implicado en la iniciativa china de la Franja y la Ruta, y hasta ahora más de diez países latinoamericanos y caribeños han firmado memorandos de entendimiento para promover su construcción.
Además, Beijing publicó, en 2008 y 2016, dos documentos específicos sobre su política hacia América Latina y el Caribe a fin de reiterar su compromiso de apertura y reforzar su asociación con la región en todos los ámbitos, desde el económico hasta el cultural, pasando por el tecnológico y el medioambiental.
"Mis ideas previas a la llegada en 1979 eran las de un adolescente que había leído novelas clásicas sobre la China Imperial", recuerda Malena, quien desea que mediante el esfuerzo conjunto de los investigadores y los testigos del desarrollo, todos los latinoamericanos puedan llegar a conocer a la China multidimensional de hoy en día.