BRASILIA, 2 ene (Xinhua) -- El nuevo canciller de Brasil, Ernesto Araújo, afirmó hoy que su país negociaba acuerdos con otros países "desde una posición de debilidad", y ahora debe hacerlo "desde una posición de fuerza".
En la ceremonia en que recibió formalmente el cargo de manos del canciller saliente Aloysio Nunes, Araújo hizo una enfática defensa de una política externa en la que Brasil "se reencuentre a sí mismo" y defienda los valores del pueblo brasileño.
El mensaje contuvo una serie de referencias a lo que el canciller mencionó como raíces culturales del país, con citas de grandes autores en griego, latín e incluso en tupi, una lengua indígena.
Araújo comenzó con la cita de un versículo de San Juan: "Conocerás la verdad y la verdad os libertará", para ilustrar la idea de que "la política externa de Brasil estaba fuera de sí", y es necesario "reconectarnos con nosotros mismos".
Dijo que "el presidente (Jair) Bolsonaro está libertando a Brasil y libertando a Itamaraty (la cancillería)", que "no es apenas una repartición pública sino un santuario, un lugar donde los héroes están vivos".
Según el canciller, Itamaraty tiene la función de "preservar el tronco de la nacionalidad", especialmente en este "nuevo nacimiento de la patria".
Señaló que la nueva política externa estará marcada por la idea de "un Brasil que no tiene miedo de ser Brasil", y en referencia a su propia posición enfatizó que "no tengo miedo de sufrir ni de ser criticado".
Dijo también que es necesario que los diplomáticos estén menos atentos a los medios de comunicación internacionales y prestar más atención a las tradiciones culturales brasileñas, al recordar que "la mejor tradición de Itamaraty es saber renovarse".
"Nos apegamos mucho a nuestra autoimagen, diciendo que somos lo máximo, que los gobiernos no nos entienden. Hacemos cosas que interesan a otros diplomáticos. Eso se tiene que acabar. Itamaraty no puede creer que es más que Brasil, a partir de ahora vuelve al seno de la patria amada", resaltó.
Reivindicó la tradición universalista de la política exterior brasileña, pero afirmó que "universalismo no quiere decir querer agradar a todos" y que "queremos ser escuchados por tener algo que decir".
"Negociamos acuerdos desde una posición de debilidad cuando deberíamos hacerlo desde una posición de fuerza. Itamaraty tendrá un perfil más elevado del que nunca tuvo en la promoción del agronegocio y el sector productivo nacional", añadió.