Little Q, perro guía Golden Retriever, ayuda a su dueño a desplazarse por la estación norte de Suzhou, repleta de viajeros debido a la temporada alta del Festival de la Primavera. Suzhou, provincia de Jiangsu, 24 de enero del 2019. [Foto: Xinhua]
Nanjing, 01/02/2019(El Pueblo en Línea) - Little Q, un Golden Retriever ataviado con chaleco rojo, en medio de la temporada alta de los viajes con motivo del Festival de la Primavera, se embarcó en un viaje de 1.300 kilómetros con su dueño Su.
"Little Q es mis ojos. Estoy seguro con él", afirma Su, quien sufre discapacidad visual.
Con la ayuda de Little Q y miembros del personal ferroviario, Su accedió este domingo en Suzhou, provincia de Jiangsu, al tren de alta velocidad G1956 que lo llevaría a su ciudad natal Taiyuan, en la provincia de Shanxi.
La temporada alta de los viajes comenzó 15 días antes de la fecha del año nuevo lunar chino, que este año se celebra el 5 de febrero. Durante este período se realizarán cerca de 3 mil millones de viajes en el sistema de transporte público de China.
Un asistente ferroviario condujo a Su y a Little Q por el pasillo del tren y los ubicó en un asiento cerca del baño. Después, le entregó a Su una campana digital. Cuando Su presione un botón, el dispositivo avisará a un miembro de la tripulación que enseguida acudirá.
Diseñado para personas con discapacidades o ancianos y niños que viajen solos, la campana digital ha sido implementada por las autoridades ferroviarias de Nanjing como parte de una prueba piloto a realizarse durante el Festival de la Primavera de este año.
"En cada respaldar de los asientos hay un código QR impreso. Los pasajeros lo escanean y solicitan la comida. Aunque para asegurarnos de que todos estarán bien atendidos empezamos a utilizar la campana digital, específicamente en el caso de ancianos o personas con discapacidades", explicó Zheng Ying, jefe de la tripulación del tren G1956.
China tiene más de 17 millones de personas que sufren ceguera o discapacidad visual. Muchos de ellos se autoconfinan dentro de sus hogares por temor o preocupaciones de salir a la calle.
"Aprecio su amabilidad y considerado servicio", señaló Su, periodista de Suzhou.
A Su le diagnosticaron una enfermedad ocular a la edad de 30 años y en los años siguientes fue perdiendo la vista. En 2013, adquirió un perro guía de 2 años.
Es la primera vez que Su, acompañado por su perro guía, se decide a viajar sin humana compañía. Para Little Q fue un viaje tedioso. Durante la mayor parte del tiempo, el can tenía que estar en silencio y acostado bajo la mesa.
Antes de abordar el tren, Su lo alimentó y no le faltó agua fresca durante el largo viaje de nueve horas.
"Tengo que controlar su ingesta. Es un problema si el perro pide orinar o defecar dentro del tren”, observa Su.
De acuerdo a las regulaciones chinas, los trenes de pasajeros tienen prohibidos transportar animales. Sin embargo, en el 2015 se estableció una regulación especial que permite a las personas con discapacidades visuales llevar consigo a sus perros guías.
Cuando Little Q apareció en el tren, los pasajeros se mostraron curiosos. Incluso algunos niños trataron de acariciarlo o darle de comer. La tripulación del tren explicó que no deben molestar al perro porque estaba “trabajando”.
"Me siento bien cuando los discapacitados son respetados y se les facilita viajar a casa para que celebren en familia el Festival de la Primavera", afirma Wang Jun, pasajero del tren G1956.
Aunque Little Q se jubila el año que viene, debe quedarse a vivir con Su.
"Durante años Little Q ha sido mi guía. Cuando lleguemos a Taiyuan, quiero ser su guía turístico y presentarle mi ciudad natal", prometió Su.
(Web editor: Rosa Liu, Rocío Huang)