Por Deng Xianlai y Han Jie
WASHINGTON, 1 feb (Xinhua) -- China y Estados Unidos concluyeron hoy aquí una nueva ronda de negociaciones comerciales y dieron un paso adelante hacia un acuerdo final sobre sus disputas económicas y comerciales.
Durante los últimos dos días, los equipos comerciales chinos y estadounidenses, encabezados respectivamente por el viceprimer ministro chino Liu He y el representante comercial estadounidense, Robert Lighthizer, sostuvieron discusiones sinceras, específicas y constructivas, lograron un progreso importante y determinaron el calendario y la hoja de ruta para las próximas consultas.
El progreso ganado con tanto esfuerzo es el resultado de la seria implementación por ambas partes del consenso clave alcanzado entre el presidente chino, Xi Jinping, y su homólogo estadounidense, Donald Trump, durante su reunión en Buenos Aires, capital de Argentina, el pasado mes de diciembre.
Desde entonces, las dos partes han estado construyendo confianza mutua y consenso en la mesa de negociaciones. Eso le da al resto del mundo más razones para ser cautelosamente optimista sobre una solución final a las disputas comerciales y económicas entre China y EEUU a través de consultas como iguales.
Durante las conversaciones en Washington, las dos partes cubrieron una amplia gama de temas de interés común, incluyendo la balanza comercial, la transferencia de tecnología, la protección de los derechos de propiedad intelectual y un mecanismo de cumplimiento de doble vía, así como otros temas de particular interés para el lado chino.
Al abordar estos puntos conflictivos directamente, China y Estados Unidos han enviado un mensaje positivo: a medida que los dos países continúan por el camino de consultas serias y profundas, es cada vez más posible que las dos principales economías del mundo superen sus diferencias.
Durante las conversaciones, Beijing acordó realizar esfuerzos activos para expandir las importaciones de Estados Unidos en sectores como la agricultura, la energía, la manufactura y los servicios.
Con respecto a las reformas legales, el Tribunal Popular Supremo de China inauguró el 1 de enero un tribunal de apelación nacional para casos de derechos de propiedad intelectual. El país asiático también ha acelerado el proceso legislativo de una ley de inversión extranjera unificada que garantizará a las compañías extranjeras un trato justo mientras operan en China.
Estas medidas impulsarán la búsqueda de un desarrollo económico de alta calidad en China y satisfarán la demanda del pueblo por una vida mejor. Al hacerlo, China también está compartiendo sus oportunidades de desarrollo con el mundo en general.
La escalada de las tensiones comerciales entre China y EEUU en los últimos meses ha perjudicado al sistema de comercio internacional, ha dañado las cadenas de suministro mundiales y ha provocado volatilidad en los mercados financieros y de productos básicos en todo el mundo, todo esto siendo prueba de que nadie gana en una guerra comercial.
Al parecer, ninguna de las partes quiere un escenario de perder-perder. Por lo tanto, es imperativo que ambos impulsen aún más las consultas, que no solo satisfacen los intereses de los pueblos y las empresas en ambos países, sino que también están en línea con las expectativas comunes de la comunidad internacional.
Además, el avance de las negociaciones comerciales y económicas bilaterales también conlleva implicaciones importantes para mantener el crecimiento global y estabilizar el mercado financiero.
Es normal que se produzcan fricciones comerciales entre China y Estados Unidos, y no hay que temer a las diferencias mientras ambas partes puedan demostrar buena fe al tratar de resolverlas.
En su cumbre de Argentina el 1 de diciembre, Xi y Trump acordaron que los dos países deberían intentar alcanzar un acuerdo de beneficio mutuo en un plazo de 90 días.
Dado que queda menos de un mes antes de la fecha límite del 1 de marzo, Beijing y Washington deben implementar plenamente el acuerdo de los dos presidentes y gestionar adecuadamente sus diferencias en temas comerciales y económicos. Esto no solo conducirá a una perspectiva de ganar-ganar para los dos países, sino que también contribuirá al bien común del mundo en general.
(Web editor: Rosa Liu, Rocío Huang)