NACIONES UNIDAS, 8 mar (Xinhua) -- Un enviado chino ante la ONU pidió a la comunidad internacional que presione a todas las partes para una mayor implementación del acuerdo de paz revitalizado de Sudán del Sur, ya que enfrenta muchas dificultades a pesar de los cambios positivos.
En una reunión del Consejo de Seguridad sobre Sudán del Sur celebrada el viernes en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, Wu Haitao, representante permanente adjunto de China ante la ONU, dijo que los firmantes del acuerdo han estado realizando esfuerzos para implementarlo y que durante los últimos meses, la situación en Sudán del Sur ha seguido mejorando.
Wu dijo que el alto el fuego se ha mantenido en gran parte del país y que el gobierno ha realizado consultas exhaustivas y en profundidad con los opositores durante el período de transición y ha adoptado una multitud de medidas para aumentar la confianza mutua.
Al observar los acontecimientos positivos, entre ellos el hecho de que las personas desplazadas y los refugiados en algunas partes del país han comenzado a regresar a sus hogares, Wu dijo que la implementación del acuerdo aún enfrenta muchas dificultades.
Instó a la comunidad internacional, y al Consejo de Seguridad de la ONU en particular, a que continúen ayudando a mantener el buen impulso en el país e impulsen a todas las partes a seguir implementando el acuerdo.
En este sentido, Wu dijo que todas las partes en Sudán del Sur deben asumir la responsabilidad principal de implementar el acuerdo y, por lo tanto, la comunidad internacional debe proporcionar los fondos y el apoyo técnico necesarios, y respetar el papel de liderazgo de Sudán del Sur.
También dijo que se debe dar prioridad a la necesidad de presionar a las partes en Sudán del Sur para que alcancen un consenso pronto sobre cuestiones claves, como la implementación de las medidas políticas y de seguridad, según lo estipulado en el acuerdo, e instar a todas las partes relevantes a firmar el acuerdo en una fecha cercana.
Además, Wu solicitó asistencia humanitaria y económica continua, así como asistencia para abordar la seguridad alimentaria de Sudán del Sur, con prioridad en aumentar las aportaciones en agricultura, energía, infraestructura, educación y atención médica, con miras a ayudar al pueblo de Sudán del Sur a reconstruir su hogar y reanudar su capacidad de desarrollo.
Sudán del Sur, que se independizó de Sudán en 2011, entró en conflicto en diciembre de 2013 cuando las fuerzas leales al presidente Salva Kiir comenzaron a combatir a los leales a Riek Machar, su ex vicepresidente.
El gobierno de Sudán del Sur y los opositores firmaron un acuerdo de paz revitalizado en septiembre de 2018, con el objetivo de estipular un gobierno de transición, con Machar como uno de los vicepresidentes.