Edgar Moreno (al frente), ingeniero industrial espacial de Venezuela, asiste a un curso con otros estudiantes en el Instituto Shenzhou de Beijing. [Foto: proporcionada a China Daily]
Por Zhao Lei
Beijing, 06/05/2019 (El Pueblo en Línea) - Socheat Chea es un estudiante camboyano con grandes sueños, que no atrae mucha atención si camina por la calle ya que es introvertido y un poco tímido ante los extraños.
Su compañero de clase, Edgar Moreno, venezolano, es más hábil socializando. Moreno posee un vocabulario de más de 200 palabras chinas, le pide descuento a los comerciantes en las calles de Beijing y utiliza aplicaciones en idioma chino para pedir comida a domicilio.
"A menudo hago compras en Taobao y JD", afirma Moreno, refiriéndose a los dos portales digitales de venta minorista más populares de China.
Aunque los dos estudiantes extranjeros tienen pocas similitudes en sus características personales, comparten un objetivo común en el Instituto Shenzhou de Beijing: aprenden de los científicos chinos a construir, operar y mantener satélites.
Tal meta personal se puede apreciar, en cierta medida, como un microcosmos de las aspiraciones nacionales de ambos países de ganarse un lugar en el ámbito espacial mundial, ayudados por la cooperación y la asistencia de China.
Chea y Moreno forman parte de un programa de formación organizado por la Academia China de la Tecnología Espacial.
El objetivo es poder capacitar a un pequeño grupo de estudiantes extranjeros de élite para convertirlos en ingenieros de la industria espacial, de manera que sean capaces de desarrollar y fabricar satélites por su cuenta, permitiendo así que sus países desarrollen sus respectivas industrias espaciales y exploren el universo sideral.
Ocho estudiantes participan en este programa, que comenzó en marzo del 2018: dos venezolanos, dos pakistaníes, un camboyano, un ruso, un bielorruso y un kazajo.
"Soy el primer camboyano que estudia disciplinas espaciales", afirma Chea.
"Camboya está trabajando con China para lanzar en el 2021 nuestro primer satélite, por lo que el gobierno (camboyano) esperaba que alguien pudiera aprender algo sobre naves espaciales. Pero no hay escuela en Camboya que enseñe semejante cosa. Así que aquí estoy", afirma Chea.
China ha firmado un acuerdo con Camboya para desarrollar, construir y poner en marcha el primer satélite de la nación del sudeste asiático en los próximos años. El satélite, llamado Techo 1, se utilizará para las comunicaciones.
Por otro lado, Moreno tiene 11 años de experiencia en la Agencia Bolivariana para Actividades Espaciales, la organización espacial estatal de Venezuela. Allí se ha desempeñado como ingeniero eléctrico y jefe de la unidad de operación de naves espaciales.
Esta es la segunda vez que estudia en China. La primera vez fue en 2007, cuando fue seleccionado para participar en la formación de aplicaciones satelitales en Beijing.
Moreno afirma que vino a China esta vez con la esperanza de expandir sus conocimientos prácticos en naves espaciales y para aprender a diseñar y construir satélites.
"Todo mi conocimiento y experiencia en el campo espacial se basa en las operaciones en tierra, como la telemetría, el seguimiento y el control de las naves espaciales”, explica. "Quiero aprender y trabajar en los satélites de comunicaciones que operan en órbita terrestre baja, porque ahora tenemos un satélite de comunicaciones en órbita geosincrónica, y satélites de detección remota en órbita terrestre baja”.
“También quiero aprender a combinar estas tecnologías y hacer algunas investigaciones en Beijing, para cuando regrese a mi país pueda ayudar a desarrollar nuestra propia tecnología satelital”, añadió.
Cada uno de los tres satélites que tiene Venezuela, uno dedicado a la comunicación y dos a la teledetección, fueron diseñados, construidos y lanzados por China.
La Academia China de Tecnología Espacial, adscrita a la Corporación de la Tecnología y Ciencia Aeroespacial, es una importante entidad en el desarrollo de satélites y naves espaciales en China.
Li Qiang, director del departamento de postgrado del Instituto Shenzhou, recordó que China -desde mediados de la década de 1990- ha entrenado a cientos de ingenieros espaciales extranjeros.
Sin embargo, esas sesiones de capacitación fueron en su mayoría breves, y a menudo acompañadas de un acuerdo de exportación de satélites.
“Ellos se centraron principalmente en aprender el control terrestre y las aplicaciones, en lugar del diseño y producción de un satélite”, indicó el director.
"Sin embargo, en los últimos años, junto con la expansión de nuestra cooperación en la industria espacial con otros países, muchos de nuestros socios extranjeros expresaron su esperanza de que pudiéramos celebrar algún tipo de programas de capacitación sistemática para que sus diseñadores y técnicos pudieran llegar a crear sus propias naves espaciales", precisó.
Por lo tanto, "decidimos abrir un programa de posgrado de dos años e invitamos a los países que tienen cooperación espacial con China."
“Los candidatos que aprueba el examen de cualificación también deben escribir una propuesta de investigación y proporcionar un documento de respaldo firmado por la autoridad espacial de su nación”, acotó.
Li aseguró que este programa no gana dinero de ningún estudiante ni países. Al contrario, el Instituto Shenzhou entrega a cada estudiante 3.000 renminbi (445 dólares estadounidenses) mensuales como estipendio.
Cui Yufu, diseñador principal de pequeños satélites de la Academia y profesor del Instituto, considera que el programa tiene algunas ventajas que otras organizaciones espaciales nacionales y extranjeras no ofrecen.
"Nuestro programa ofrece oportunidades para que los estudiantes experimenten proyectos de desarrollo de satélites reales", subrayó Cui.
"Además, los estudiantes tienen que establecer un proyecto en equipo para simular la investigación y el desarrollo de un satélite imaginario. Cada uno de ellos tendrá una responsabilidad desde jefe de diseño hasta administrador del subsistema", agregó Cui.
También se ofrecerán oportunidades para visitar los institutos relacionados con la investigación por satélite y las fases de montaje, pruebas y experimentos.
"Ellos serán capaces de obtener una comprensión personal de la investigación y el desarrollo de las naves espaciales y consolidar conocimientos", enfatizó Cui. Y contrastó el modelo chino de enseñanza con la actitud de otros proveedores de capacitación espacial extranjeros que no abren para los estudiantes extranjeros sus laboratorios de diseño y producción.
El clausto que imparte el programa está compuesto por investigadores y diseñadores principales de los institutos espaciales chinos. Además, el Instituto invitará a expertos extranjeros a ofrecer conferencias.
"Queremos asegurarnos de que van a ser capaces de diseñar satélites al volver a sus países”, aseveró Cui.
Y agregó que en comparación con sus compañeros chinos, los estudiantes extranjeros son más activos en la clase, formulan mejor las preguntas y comparten más sus reflexiones.
Wang Jie, mentor de la clase de ocho estudiantes, insistió en que además del conocimiento profesional y las visitas a los espacios reales donde se crea y produce la tecnología satelital, el Instituto también organiza conferencias sobre la lengua y la cultura chinas y organiza visita a sitios históricos como la Ciudad Prohibida o el Palacio de Verano. También programan encuentros con estudiantes chinos para ayudarles a mejorar su capacidad de hablar el idioma del gigante asiático.
Para Chea, desde el principio el estudio le ha resultado difícil.
"Me especializé en telecomunicaciones, así que no sabía nada acerca de las naves espaciales. Para mí, todos los cursos aquí son muy difíciles. Al principio no entendía nada de lo que nuestros maestros hablaban en la clase ", confiesa el camboyano.
Sin embargo, se siente afortunado porque los profesores chinos son muy amables y considerados. Ellos han estado haciendo su mejor esfuerzo para lograr que las conferencias sean más comprensibles.
"Ahora puedo entender gran parte del contenido de nuestros cursos", reconoce Chea.
Por su parte, Moreno, indicó que es un privilegio aprender de sus maestros chinos.
"Todos los profesores del Instituto no sólo tienen un gran conocimiento teórico, sino también una profunda experiencia práctica en los diferentes tipos de satélites. Por ejemplo, el profesor Hu formó parte del programa satelital de China desde sus inicios, y el profesor Cui ha participado en los dos proyectos de teledetección por satélite de mi país”.
"Todos ellos tienen al menos 10 años de experiencia en la investigación y el desarrollo de satélites. Esto es muy importante y singular, "añadió.
Moreno tiene una especial vinculación con China, tanto profesional como personal.
"Conocí a mi esposa en el 2007 durante mi primer entrenamiento en Beijing. Ella es venezolana y estudiaba aquí en ese momento”, nos cuenta.
"China es una nación muy especial para mí. He hecho muchos amigos chinos. Me encanta la comida china de todos los sabores, especialmente el pato asado de Beijing, los fideos y la comida musulmana", añadió.
Hu Qizheng, profesor del Instituto que enseña los fundamentos de la industria espacial, señala que los maestros chinos están explorando enfoques que son apropiados para instruir a los estudiantes extranjeros.
"Algunos de los estudiantes tienen experiencia laboral en el sector espacial porque sus países tienen satélites, mientras que otros no tienen tal experiencia y no saben prácticamente nada sobre las actividades espaciales”, destaca Hu. "Así que hemos estado trabajando para concebir un programa de enseñanza adecuado y para asegurarnos de que las necesidades individuales de todos pueden ser satisfechas."
“El primer año acentúa el conocimiento básico sobre los programas espaciales, mientras que en el segundo año cada uno de ellos se le entregará un tema detallado para que investiguen”, indicó Hu.
Los materiales de enseñanza fueron modificados y los maestros están compilando libros de texto específicamente concebidos para estudiantes extranjeros.
Li también adelantó que la inscripción del curso 2019 ya ha comenzado.
"Hasta ahora, Venezuela, Bolivia, Argelia, Egipto, Laos, Myanmar, Tailandia y Camboya han solicitado cupo para unos 20 candidatos."
Por su parte, Cui, indicó que espera poder colaborar en el futuro con sus estudiantes extranjeros.
"Estoy convencido de que algunos de los estudiantes se convertirán en nuestros socios. Por ejemplo, el ex director de la agencia espacial venezolana estudió aquí”.
"Es por ello por lo que al enseñarles, no sólo estamos promoviendo el conocimiento sobre las naves espaciales, sino también los estándares de la industria espacial china", concluyó.
(Web editor: 赵健, Rocío Huang)