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Shanghai, 15/08/2019 (El Pueblo en Línea) - El flamante paraíso en la tierra llamado Parque Disneylandia es sospechoso de discriminar a los consumidores asiáticos. Cuando se trata de permitir a los visitantes entrar su propia comida al parque, queda en evidencia que Disneylandia mantiene regulaciones administrativas diferenciadas para Asia.
En los tres parques que Disneylandia tiene fuera de Asia -del total de seis que tiene en el mundo- los clientes pueden ingresar su propia comida y bebida. Sin embargo, los parques de Tokio, Hong Kong y Shanghai no autorizan el consumo de alimentos y bebidas propias.
El Disneylandia de Shanghai recientemente protagonizó una acalorada polémica después de que una estudiante de derecho demandara al parque por obligarla a tirar a la basura los bocadillos que tenía dentro de su mochila y pretendía entrar al parque.
La enfadada futura abogado exigió que se aboliera la prohibición y que Disneylandia compensara su pérdida.
En respuesta a la demanda, Disneylandia de Shanghai argumentó que la regla de no permitir ingresar comida y bebida “está en sintonía con el accionar de muchos parques temáticos de China".
Desde noviembre del 2017, más de un año después de su apertura, el Disneylandia de Shanghai prohibió entrar comidas y bebidas alcohólicas y no alcohólicas por encima de los 600 mililitros.
“Esta medida evidencia un doble rasero, así como la discriminación de Disneylandia contra la región asiática”, asegura Yuan Li, abogado con oficina en Shanghai.
“Esa política restrictiva obedece, de forma unilateral, a los intereses de Disneylandia, no favorece a los consumidores. Es inapropiado establecer un uso selectivo de los términos del servicio”, fustigó Qiu Baochang, especialistas de la Asociación de Consumidores de China.
Wei Yilin, abogado, considera que la regulación se puede considerar una cláusula de imparidad que restringe unilateralmente los derechos de los consumidores. “De acuerdo con la Ley de Protección de los Derechos e Intereses de los Consumidores de China, los consumidores tienen derecho a elegir libremente los bienes o servicios que mejor les convenga”, precisó.
“Disneylandia infringió la dignidad de los consumidores y los derechos de privacidad al registrar sus mochilas y bolsos”, destacó Qiu, y aclaró que hacerlo por motivos de seguridad es correcto, pero no para tratar de descubrir comida o bebida “clandestina”.
Hasta el 13 de agosto, los empleados de Disneylandia Shanghai aún registraban con este fin las pertenencias de los clientes.
Para defenderse, Disneylandia Shanghai indicó ante la corte judicial que la regla se implementó para mantener un ambiente limpio dentro del parque y para evitar que los clientes pueden ingresar alimentos o bebidas potencialmente peligrosos.
“En lugar de prohibirles traer comida y bebidas, Disneylandia Shanghai podría exigirles a los visitantes que se comporten civilizadamente y aumentar los cestos de basura”, acotó Qiu.
Algunos también han señalado que la política gastronómica no está relacionada directamente con las actividades dentro del parque y que se ha instaurado para obligar a que el visitante sea un “cliente cautivo” que compre bebidas y comidas a un alto precio. Es un caso típico de obtener beneficios a través de regulaciones injustas que limitan los derechos y la libertad de los consumidores.
De hecho, los servicios gastronómicos dentro del parque son costosos. Por ejemplo, una lata de cola tiene un precio de 20 renminbi y una botella de agua mineral de 10 renminbi, mucho más alto que en las calles de la ciudad.
“Los consumidores tienen que tener la libertad de decidir si compran o no los alimentos y bebidas que ofrece el parque”, subrayó Chen Jian, especialistas de la Asociación de Consumidores de China.
Aunque Disneylandia sea el único parque de su tipo en China continental, sus políticas administrativas tienen que plantearse en igualdad de condiciones y demostrar respeto por los derechos de los consumidores chinos”, destacó Chen.
El Tribunal Popular Supremo de China ha invalidado la prohibición que obliga a tener que comprar alimentos y bebidas que solamente ofrece el gestor del servicio y cualquier intento de establecer un umbral de consumo.
(Web editor: 王伟洋, Rosa Liu)