Beijing, 16/08/2019 (El Pueblo en Línea) - Un buen reportaje refleja hechos y un reportaje deplorable no muestra respeto por la verdad objetiva, sino lo que busca es instigar al enardecimiento público. Al tratar los asuntos de Hong Kong, algunos medios de comunicación han optado por lo segundo.
Las enmiendas de la Ley de Extradición del gobierno de la Región Administrativa Especial de Hong Kong destaca problemas reales. Y es lógico que los cambios puedan causar controversia. La clave está en manejar los desacuerdos y las diferencias a través del diálogo y la negociación.
Sin embargo, a través de artículos subversivos algunos medios de comunicación de Hong Kong distorsionaron los hechos al presentar las cuestiones jurídicas como políticas, creando temor en los residentes. También exageraron la magnitud de las protestas antigubernamentales y difuminaron a la fuerza policial.
Tomando rumores como prueba y recurriendo a la irracionalidad, exageraron la situación real y abusaron de la libertad de prensa.
Por ejemplo, cuando se produce una manifestación ilegal y violenta, las cámaras siempre evitan filmar a los perpetradores y se concentran en registar a quien aplica la ley. De hecho, hasta permiten que los manifestantes hablen frente a cámara como actores que leen un guión. Sin embargo, los patriotas de Hong Kong son silenciados cuando critican a los extremistas y hablan a favor de la justicia, el rechazo a la violencia y sobre las protestas pacíficas.
Está claro que para este tipo de medios de comunicación lo objetivo son aquellos hechos que les convienen y la verdad objetiva es la verdad que necesitan para demostrar su hipótesis. Y por supuesto, la historia es la narrativa que ellos escriben. En ese sentido, se acercan más al accionar de un grupo político que de un medio de comunicación.
La prensa de Hong Kong tiene una gran tradición de excelentes periodistas. Adhiriéndose al concepto de justicia y conceptos de vanguardia, varias generaciones han utilizado su tribuna para reflexionar sobre la sociedad y proponer factores que perfeccionen su funcionamiento, registrando fielmente la historia y la evolución de la ciudad.
¿Los periodistas de Hong Kong siguen teniendo reportar con objetividad como misión? ¿Podrán reportar con fidelidad los hechos ocurridos? Creemos que podrían, aunque les tomará algún tiempo.
(Web editor: 王伟洋, Rosa Liu)