Panqueque al estilo de Tianjin. (Foto: proporcionada)
Por Wang Xiaoyu
Beijing, 29/10/2019 (El Pueblo en Línea) - Comer y beber en el metro ha sido un tema polémico en China. Mientras que muchos han expresado molestias por el olor y el hecho de soportar a alguien próximo que mastica, traga y en ocasiones hasta deja desperdicios en el asiento del vagón, otra mayoría apoya el discreto derecho a comer bocadillos mientras remotan los largos viajes hacia el trabajo o escuela.
Este debate acaba de iniciar su cuenta regresiva. La semana pasada el Ministerio de Transporte de China presentó un nuevo reglamento que prohíbe a los pasajeros de todo el país, con excepciones de los bebés y personas con requerimientos médicos, comer o beber dentro de los vagones de los metros.
Está previsto que la anunciada política entre en vigor el primero de abril del 2020, y llegará acompañada de una serie de nuevas normas que prohiben reproducir sonidos en altavoces dentro del metro. Tampoco se podrán acostar o poner los pies encima de los asientos, detalló el propio Ministerio de Transporte de China, sin especificar como serán multadas las contravenciones.
Antes de declarse la cruzada nacional contra la merienda en el metro, ciudades como Beijing; Shenzhen y Nanjing ya tenían vigentes medidas al respecto.
Zhang Han, una funcionaria pública de 26 años, relato que estaba en un línea del metro de Nanjing cuando una pasajera fue multada por comer dentro del vagón.
"La mayoría de las personas, yo incluída, no somos conscientes de que tal prohibición existe y se puede aplicar”, destacó.
Ahora que está en curso su instauración como normativa nacional, Zhang reafirmó que apoyaba la idea de mantener un sistema de transporte público libre de alimentos. "El vagón del metro es un espacio público con poca ventilación. No se debe permitir la entrada de ningún alimento, oloroso o no.
Para aquellos que viven en la provincia de Hubei, se figuran difícil dejar a un lado la tradición de alimentarse sobre la marcha, incluso dentro de un vagón de metro.
"Esa prohibición no es compatible con las costumbres locales", indicó Chen Xiangru, nacido en Wuhan. "Durante décadas, hemos estado comiendo fideos secos y calientes, una especialidad regional, mientras caminamos, montamos el autobús, tomamos un taxi o incluso navegamos en barco. Personalmente, estoy acostumbrado al olor de la comida en el metro", añadió.
Por su parte, Jiang Ruoxi, estudiante universitario que también vive en Wuhan, sugiere que las autoridades concedan cierto margen de “maniobra alimenticia” para aquellos viajeros en ciudades de marcha rápida como Beijing o Shanghai.
El sistema de tránsito ferroviario de China se ha desarrollado rápidamente en los últimos años.
A finales del año pasado, 35 ciudades ya habían construido su metro. La longitud combinada de las líneas de metro alcanzó los 5.295 kilómetros y el servicio cifró 21.300 millones de viajes.