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El caso de la NBA es la cuestión sobre si dos sociedades pueden respetarse mutuamente

Pueblo en Línea  2019:10:10.17:19

El comisionado de la NBA, Adam Silver, habla durante la conferencia de prensa previa a un partido en los Juegos de la NBA Japón 2019, el 8 de octubre de 2019. [Foto / IC]

Nota del editor: El 5 de octubre, el director general de los Rockets de la liga de baloncesto profesional de los Estados Unidos (NBA), Daryl Morey, anunció el eslogan de los violentos extremistas de Hong Kong en su cuenta de Twitt y fue fuertemente criticado en China.

Los medios chinos y la Asociación de Baloncesto de China han levantado sus voces, oponiéndose firmemente a los irresponsables comentarios de Morey. Las principales marcas patrocinadoras chinas han suspendido su cooperación con los Rockets.

Hasta la fecha, Morey y la NBA no se han disculpado con China. El presidente de la NBA, Adam Silver, salió en apoyo de Morey, legitimando su supuesto ejercicio de la libertad de expresión.

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Por Ren Yi

Beijing, 10/10/2019 (El Pueblo en Línea) - He aquí unos comentarios personales sobre el caso de la NBA.

Antes de todo, hay que reflexionar sobre cómo enfocar la libertad de expresión y sus correspondientes límites. Incluso en el occidente de hoy, este tipo de discusión se torna infinita.

Primera parte, Libertad de expresión y corrección política

1. ¿Por qué hay libertad de expresión?

La libertad de expresión se considera un derecho humano básico. Si no se puede expresar opiniones, no hay forma de realizar intercambios públicos y participar en los debates sobre política ni se puede mantener el mecanismo democrático. En este sentido, la libertad de expresión es un derecho consustancial de la ciudadanía versus poder político. Proteger y alentar la libertad de expresión de los ciudadanos también funciona como sagaz escrutinio y efectivo contrapeso al ejercicio de la administración pública. Al mismo tiempo, también es una reacción al intento de restringir la libertad de expresión individual por parte del poder en funciones. Ese tipo de confinamiento se considera antidemocrático.

2. Restricciones en el habla que tocan la "libertad de expresión"

Hay una pregunta clásica: ¿puede una empresa u organización limitar las opiniones de sus empleados? ¿Esta restricción constituye una supresión de la libertad de expresión? En el análisis previo, la libertad de expresión se definió básicamente a partir del vínculo que existe entre la sociedad civil y el poder que ostenta la administración pública. Por lo tanto, desde un estrecho punto de vista, solamente el poder de la administración pública podría restringir el discurso ciudadano, constituyendo una violación al principio de la libertad de expresión. Por supuesto, esta definición es tanto legal como política.

Una empresa o cualquier institución (como un partido político) u organización puede imponer restricciones a sus miembros. Este es un acuerdo aceptado por el individuo cuando decide participar en asociaciones y grupos civiles, y no involucra al poder de la administración pública. Tomemos como ejemplo a las empresas: si los empleados desean hacer comentarios de cierta índole, pueden optar por trasladarse hacia espacios donde se legitimen sus conceptos. Mientras sea empleado de una determinada organización, desde el discurso hasta los hábitos de conducta constituyen acciones que tienen que sintonizar con los reglamentos, sistemas y directrices internas vigentes.

Si un empleado es castigado, e incluso despedido por la empresa o institución, puede demandar la decisión. Esta protesta se considera una demanda civil, que bien puede estar basada en la legislación laboral, denunciar discriminación por parte del empleador o señalar incongruencias vinculadas a leyes complementarias. Lo que no se puede afirmar es que el empleador ha violado el derecho individual a la libertad de expresión, tanto política como legal.

Por lo tanto, Google puede despedir a los ingenieros que publiquen mensajes donde se evidencie discriminación racial o de género, pero el presidente Donald Trump no puede enviar un tweet para pedirle a una determinada institución que prohíba las respuestas sobre una determinada pregunta.

3. ¿Por qué debemos establecer ciertos límites o restricciones a la libertad de expresión?

La libertad de expresión no es absoluta. En general, se establecen límites y restricciones: los discursos que incitan al odio, a la discriminación racial o de género, la pornografía, la violencia, la violación de la privacidad y la difamación están prohibidas y suelen ser inaceptables.

La razón para restringir la libertad de expresión se basa principalmente en el principio de lesión: la capacidad de una persona para el ejercicio pleno de ejercer su libertad de expresión no puede basarse en el daño a la libertad del otro. En una sociedad "libre", si la libertad de todos no tiene límites entonces habrá un conflicto cuerpo a cuerpo que causará una gran fragmentación social. Entre otras cosas, establecer los límites y restricciones de la libertad de expresión también está relacionado con la protección a los grupos vulnerables, a menudo en desventaja en capacidad de discurso y opinión pública, por lo tanto se hace necesario limitar el discurso de los grupos dominantes. Este es también el mecanismo básico para mantener la solidaridad y la operatividad social. Las restricciones de los países occidentales sobre la expresión en cuanto a género, raza y religión están relacionados con esta lógica.

4. Corrección e incorrección política

Un concepto asociado con la libertad de expresión es dicha afirmación o negación es políticamente correcta (o incorrecta).

Cuando se considera que un determinado desarrollo del discurso no es correcto, es decir, que viola los límites de la libertad de expresión, restricciones o tabúes, la corrección política establece un ámbito de seguridad y un campo fronterizo para limitar el discurso. Los hablantes evitan cruzar esa frontera, edificando su autocensura. Por ejemplo, se evita publicar temas que involucren debates sobre la raza, género, creencias religiosas y grupos desfavorecidos.

Hay otro concepto que es relevante y ampliamente extendido de lo "políticamente correcto". La corrección política, es decir, lo opuesto a la inexactitud política, es coherente con los valores, identidad, normas, estándares y hábitos reguladores. Se acepta política, social y moralmente, y además se considera como un discurso y comportamiento positivos.

Por ejemplo, en los Estados Unidos es políticamente correcto apoyar la "democracia", la "libertad de expresión", los "derechos humanos" y alabar a Dios. En China, es políticamente correcto defender la sagrada integridad territorial y la soberanía nacional. Eso forma parte intrínseca de la absoluta corrección política.

Si ahondamos de forma más específicamente, en cualquier sociedad la noción de lo políticamente correcto varía entre los diversos grupos que la integran. Por ejemplo, en los Estados Unidos todos dirán que apoyan la Constitución y el sistema social, lo cual es indiscutible. ¿Pero es necesario ponerse de pie al cantar el himno nacional y ser piadoso? ¿Puedes cuestionar la bandera y el himno nacionales? La derecha cree que hacer eso es una falta de respeto, mientras que la izquierda lo considera aceptable (no es incorrecto).

Si vamos más allá del concepto de un país, el rasero cambia mucho más. En los Estados Unidos, los políticos cantan a Dios, y la fe es políticamente correcta. Mientras que en Reino Unido, los políticos que cantan a Dios no constituye una incorrección política, aunque otros pueden afirmar que son unos enajenados.

De acuerdo a cada tema, cada grupo de cada sociedad establece sus propias consideraciones formales.

Lo que las personas de una sociedad reconocen como políticamente correcto o incorrecto, a ojos de terceros puede representar lo contrario. Esto se debe a que la cultura, tradición, historia, valores, composición social, problemas sociales y contradicciones manifestadas difieren de sociedad en sociedad. Por lo tanto, algunos estándares (no todos) pertenecen a una construcción social puntual, a decisiones culturales contextuales y valores específicos, mas no universales.

Las cosas que emergen ofensivas en una sociedad pudieran ser aceptables en otra. En el mundo occidental, especialmente en los Estados Unidos, el racismo es un gran tabú debido a que la sociedad occidental suele tener una historia muy compleja en cuanto a las relaciones étnicas. Sin embargo, no todas las sociedades tienen un sentido tan acentuado de los tabúes. En algunas sociedades mucho más tradicionales, los tabúes no son tan álgidos como en Estados Unidos.

En los Estados Unidos, el socialismo está dentro de la libertad de expresión, sin embargo no es políticamente correcto. Es una "mala" palabra que está fuera de la aceptación de la población general. Ciertamente, este concepto no es políticamente correcto y debe emplearse con mucho cuidado (excepto en el terreno académico). En Europa occidental, socialismo es una palabra muy común, que puede ser políticamente correcta.

Todavía hay más ejemplos en aspectos de la vida y el alcance es mucho más amplio. Por ejemplo, la adicción a las drogas es un tabú social en China. De hecho, las drogas son muy estigmatizadas y la sociedad china no admite discusión pública al respecto. Pero en Estados Unidos, una droga puede enfocarse como una medicina adictiva. Aunque representa un problema social, no constituye un conflicto social y mucho menos un tabú. En este sentido, Estados Unidos tiene una aceptación social con respecto a los drogas mucho mayor que China. Abundan los ejemplos comparativos.

Debido a la historia, la tradición, la cultura, la composición demográfica social, los valores y la ideología, diferentes países esgrimen diferentes interpretaciones del límite y los tabúes acerca de la libertad de expresión, sobre lo que es políticamente correcto y lo que no lo es. Es por ello que las normas de un determinado país no pueden aplicarse al calco en otra nación. 

5. Al estilo romano: aprender a comprender y respetar las tradiciones y visiones de los diferentes países

La forma de llevarse bien con diferentes países es aplicar la máxima "En Roma, compórtate como un romano". Esto significa comprender el sentido de corrección política, de transgresión política y las nociones de cada cual.

Por ejemplo, las empresas y los políticos estadounidenses que tienen que tratar con españoles no promoverán hablar de la cuestión de Cataluña, sencillamente porque eso los enojaría. Hablar de Cataluña puede ser un tabú para los españoles. Esto lo tienen muy claro los políticos y empresarios británicos y estadounidenses.

¿Qué significa? Queda demostrado que este problema no tiene nada que ver con la libertad de expresión y las restricciones impuestas al respecto dentro de una sociedad puntual. Cada sociedad tiene sus propios estándares y sus propios puntos sensibles y problemáticas que no se deben tocar. Los llamados intercambios multiculturales y transfronterizos son para comprender la cultura de los diferentes países y sociedades, respetar las costumbres locales y especialmente respetar los límites locales y esquivar los puntos sensibles, evitando una evaluación simple y grosera, alineada con nuestros propios conceptos morales.

China y Estados Unidos aplican los mismos estándares. Si un chino quiere promocionar un producto en el mercado de EE. UU. y si su anuncio promueve el racismo, el sexismo, el prejuicio religioso o el contenido no respeta los valores dominantes de la sociedad estadounidense, estará “muerto” antes de lanzarse al mercado, incluso si estos contenidos se mueven dentro de categorías asociadas a la libertad de expresión. En este caso, China debe respetar la corrección política y los valores dominantes de Estados Unidos.

A la inversa, hay que preguntarse: ¿cuáles son los tabúes, los puntos sensibles y la corrección política predominante en la sociedad china? Sin duda, la inviolabilidad de la soberanía y la integridad territorial es lo que más le preocupa a China.

Las compañías estadounidenses necesitan comprender las razones por las cuales la sociedad china defiende este punto de vista. Hacer lo contrario es como si no se necesitará profundizar en la comprensión, aprendizaje y juicio histórico de la Segunda Guerra Mundial para saber cómo evitar tocar el tema del Santuario Yasukuni con los japoneses.

Se trata de seguir las costumbres del país, comprendiendo y respetando las tradiciones ajenas. La meta es socializar, comunicarse y realizar intercambios económicos. Si se ofende a la otra parte, el agraviado puede optar por no hacer negocios con usted. Esa decisión poco tiene que ver con la libertad de expresión. Se tiene toda la libertad para pronunciar un determinado discurso. Y también se tiene toda la libertad para no ungirse a la corrección política de los demás. Pero sobre todo, la parte agraviada tiene derecho a sentirse ofendida y hacerle pagar caro el precio del escarnio.

Ese ha sido el problema que la NBA se ha topado en China.


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(Web editor: 赵健, Rosa Liu)

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