BEIJING, 12 nov (Xinhua) -- El mecanismo BRICS ha impulsado la construcción de un sistema de gobernanza global más justo, razonable y sostenible, afirmó el académico chino Wang Lei, director del Centro de Cooperación del BRICS de la Universidad Normal de Beijing.
Las dificultades que enfrentamos, tales como el auge del proteccionismo, el cambio climático global y la delincuencia organizada transnacional, son cada día más universales, y ante los problemas mundiales se exigen soluciones mundiales, indicó Wang, para quien la gobernanza global y el mecanismo BRICS (Brasil, Rusia, la India, China y Sudáfrica) son un intento positivo de los mercados emergentes y países en desarrollo de participar en la gobernanza global.
En la 11ª Cumbre del BRICS, que se celebrará en Brasilia del 13 al 14 de noviembre, los líderes de los cinco países volverán a reunirse para encarar conjuntamente los desafíos y buscar nuevas oportunidades.
"El mecanismo BRICS ha contribuido inmensamente a la recuperación económica global y ha reducido la inestabilidad causada por la transformación de la estructura internacional. Creo que sigue desempeñando este papel de 'estabilizador' en el futuro", dijo el experto.
Por un lado, detalló, los cinco países han sido el principal motor del crecimiento global en la última década. De acuerdo con la declaración conjunta firmada este año por sus líderes en Osaka, Japón, sus economías ya representan un tercio de la mundial. Además, se calcula que seguirán contribuyendo por lo menos a la mitad del crecimiento económico internacional de aquí al año 2030.
De otro lado, los miembros promueven la cooperación a base de consensos en asuntos internacionales: luchar conjuntamente contra el terrorismo, salvaguardar el sistema de comercio multilateral, implementar plenamente el Acuerdo de París y promover la inversión del G20 en el desarrollo mundial. La creciente influencia del BRICS proviene del fructífero desarrollo que han conseguido sus miembros, precisó.
En un foro de gobernanza global celebrado en marzo en París, el presidente chino, Xi Jinping, presentó "cuatro déficits", entre los cuales se encuentra el de gobernanza.
Wang cree que los problemas actuales de la gobernanza global tienen sus raíces en el desequilibrio de la distribución de la riqueza, causado por el hegemonismo, la política unilateral y el exclusivismo. En ese contexto, un mecanismo de cooperación multilateral como el BRICS se hace cada vez más importante en la lucha contra estas tendencias.
En la primera "década de oro" del BRICS, los países miembros se han esforzado por salvaguardar el multilateralismo y el sistema de comercio internacional basado en reglas.
Se han lanzado sucesivamente mecanismos multilaterales como el Nuevo Banco de Desarrollo del BRICS y el Arreglo de Reservas de Contingencia. Entre tanto, las colaboraciones internacionales como la iniciativa de la Franja y la Ruta, la Unión Económica Euroasiática y la iniciativa de la Bahía de Bengala están mejorando continuamente la vida de cada vez más personas y promoviendo el desarrollo del comercio mundial.
"Los nuevos mecanismos complementan el sistema existente, y a la vez fomentan una competencia sana, que promueve la evolución del panorama internacional en una dirección más justa y racional", comentó Wang.
"El BRICS tiene como su aspiración original representar y proteger los intereses de los mercados emergentes y los países en desarrollo en asuntos internacionales", señaló.
Con ese objetivo, las cinco naciones trabajan juntas para hacer que las voces de estos países se oigan en todo el mundo. El BRICS participa activamente en la reforma integral de la ONU y su Consejo de Seguridad, apoyando el fortalecimiento de la representación de los mercados emergentes y los países en desarrollo.
Mientras tanto, la cooperación multilateral con los países desarrollados en plataformas inclusivas, como el G20, ha impulsado la exploración de nuevas relaciones internacionales.
Según Wang, la clave del BRICS para evitar conflictos es que sus miembros no buscan enfrentamientos con las grandes potencias, sino cooperación en muchos ámbitos. Y además, la reforma que proponen es gradual, y se realiza paso a paso.
"Si los cinco países hubieran rechazado la iniciativa de desarrollo común, no habríamos conseguido tantos logros. El BRICS ofrece un mapa, una visión compartida", explicó.
La contribución del BRICS a la gobernanza global también es gracias a los intercambios culturales constantes, según Wang, debido a que las diferencias entre civilizaciones es la principal fuente de los conflictos, de forma que se producen muchas dificultades en la cooperación internacional. En 2017, el mecanismo entró en una nueva etapa al incluir los intercambios entre pueblos como su tercer pilar, además de la cooperación económica y la cooperación política y en seguridad.
"Mejorar las relaciones de los habitantes de los cinco países y hasta del mundo es la clave para resolver los conflictos. De esta manera el BRICS puede proporcionar un fuerte impulso al desarrollo internacional de la paz", añadió.
Desde su punto de vista, los cambios actuales en el sistema de gobernanza global son desafíos y, al mismo tiempo, oportunidades para este mecanismo multilateral. La primera "década de oro" del BRICS ha sentado una base sólida para la cooperación más amplia en el futuro, apuntó Wang, quien confía en que los cinco miembros aprevechen la nueva fase de la revolución industrial e impulsar el desarrollo con innovación tecnológica.
"Los países miembros del BRICS también deberían buscar la ampliación del espacio de cooperación, en temas como la defensa del multilateralismo y la construcción de una economía mundial abierta. Habría que buscar puntos en común y dejar a un lado las diferencias, y promover una serie de reformas constructivas en la estructura internacional, de modo que se mejore el sistema de gobernanza global y se optimice la capacidad de toda la humanidad para hacer frente a los grandes cambios en el mundo", dijo.
(Web editor: 吴思萱, Rosa Liu)