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Posesionan a nuevo Alto Mando Militar en Bolivia

LA PAZ, 13 nov (Xinhua) -- La presidenta de transición en Bolivia, Jeanine Añez, dio hoy posesión al nuevo Alto Mando de las Fuerzas Armadas, el cual será presidido por el general de división del Ejército, Carlos Orellana Centellas.

En una ceremonia en el Palacio Quemado, en la capital boliviana, Añez posesionó a Orellana como comandante de las Fuerzas Armadas de Bolivia (FFAA).

De igual forma, posesionó a Pablo Arturo Guerra Camacho como jefe de Estado Mayor del Comando en jefe de las FFAA; a Iván Patricio Ichauste como comandante del Ejército; a Ciro Orlando Álvarez Guzmán como comandante de la Fuerza Aérea Boliviana; y a Moisés Mejía como comandante de la Armada.

Añez agradeció al saliente comandante de las FFAA, el general Williams Kaliman -quien le pidió la renuncia al presidente Evo Morales- por "coadyuvar en los momentos que nos tocó vivir y a devolverle al Estado la paz y la democracia".

Asimismo, le dijo al nuevo Alto Mando que "el Estado los necesita más que nunca para mantener la paz", ya que asumen "en un momento crucial para nuestro Estado, en el cual nos toca a todos los bolivianos una tarea importante como es llevar a buen término esta etapa encaminada y dirigida a nuevas elecciones".

Durante la ceremonia, los militares juraron frente a la Biblia y la cruz.

La administración de Añez marcó la vuelta de los símbolos de la fe cristiana a los actos de gobierno, que habían sido retirados en la gestión de Morales.

En su turno, Orellana recordó que la institución armada tiene como misión asegurar el imperio de la Constitución y garantizar la estabilidad del gobierno legalmente constituido.

Enfatizó que la coyuntura actual requiere de la capacidad y trabajo "sin descanso" de todos los miembros de las FFAA, buscando el retorno de la paz y la convivencia pacífica.

Mientras se desarrollaba la posesión de los militares, grupos sociales llegaron desde la ciudad de El Alto (oeste) para protestar a pocas calles de plaza Murillo, centro del poder político, en oposición a la toma de poder por parte de Añez.

Los militares permanecían en las calles, luego que la Policía se declaró rebasada por la ola de violencia tras la renuncia y salida del país de Evo Morales y Alvaro García, el vicepresidente.

El martes, Añez se autoproclamó como presidenta de Bolivia de un gobierno de transición.