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Militares de EE.UU. muy criticados por encubrir los escándalos de abusos contra civiles en el extranjero

Pueblo en Línea  2019:12:02.14:49

Por Li Zhiwei

Las tropas estadounidenses patrullan en una base del Ejército Nacional Afgano (ANA) en la provincia de Logar, Afganistán, el 7 de agosto de 2018. (Foto: chinadaily.com.cn/agencias)

Logar, 2/12/2019 (El Pueblo en Línea) -En los últimos años, el ejército estadounidense ha estado enfrentando amplias críticas de la comunidad internacional por el frecuente maltrato a los prisioneros. Asimismo, el número de hechos de acoso y agresiones sexuales siguen aumentando en las tropas estadounidenses. Además, en países como Afganistán, Somalia y Siria, las fuerzas armadas de los Estados Unidos utilizan con frecuencia vehículos aéreos no tripulados para llevar a cabo ataques, causando masivas bajas entre la población civil.

El gobierno de Estados Unidos ha estado tratando de encubrir y restarle importancia a la muerte de personas inocentes y el maltratado de prisioneros por parte de su ejército. Incluso ha llegado a obstruir las investigaciones llevadas a cabo por las Naciones Unidas.

"La compañía Charlie disparó un cohete contra la casa equivocada y mató a una familia de cuatro miembros. Se le entregó dinero en efectivo a los sobrevivientes", comenta Thomas Gibbons-Neff, en un artículo titulado "Los marines repasan sus batallas en Afganistán", publicado en septiembre en el portal digital del periódico The New York Times.

"No entendíamos a los afganos. En su mayoría nos odiaban por destruir sus casas y matarlos accidentalmente..." escribió Gibbons-Neff, quien estuvo allí como marine estadounidense.

La matanza de civiles inocentes que Gibbons-Neff menciona en su artículo ocurre en casi todas las operaciones del ejército de Estados Unidos en el extranjero.

Como muestran las estadísticas publicadas recientemente por la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA, por sus siglas en inglés), sólo en el primer trimestre de este año, las operaciones militares del ejército estadounidense y sus fuerzas aliadas causaron la muerte de 305 civiles afganos.

En mayo, los ataques aéreos estadounidenses contra presuntas instalaciones de procesamiento de drogas en el oeste de Afganistán mataron accidentalmente un mínimo de 30 civiles inocentes, entre ellos 14 niños y 1 mujer, detalló un informe publicado en octubre por la UNAMA.

Sin embargo, el ejército estadounidense lo negó y reafirmó que había atacado laboratorios de metanfetaminas dirigidos por los talibanes. Además, expresó su protesta contra el informe de la ONU.

El abuso generalizado de prisioneros y detenidos también son hechos comunes durante las guerras libradas en otros países por el ejército estadounidense.

Al principio de la guerra de Irak, las tropas estadounidenses eran famosas por el maltrato a los prisioneros iraquíes. Hoy en día, el abuso de prisioneros y el uso de la tortura para lograr confesiones no se han frenado.

Entre los métodos utilizados por el ejército estadounidense para interrogar a los prisioneros incluyen abofetearlos, golpearlos en el estómago, privarlos del sueño, desnudarlos, recreear ahogamientos y obligar a que los propios prisioneros se golpen contra la pared.

Fatou Bensouda, fiscal jefe de la Corte Penal Internacional, pasó 10 años analizando los crímenes que el ejército estadounidense podría haber cometido en Afganistán. Él afirmó que el personal militar estadounidense y los agentes de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) "cometieron actos de tortura, crueldad, ultrajes a la dignidad personal, violación y violencia sexual contra detenidos relacionados con conflictos en Afganistán y otros lugares".

En noviembre de 2017, Bensouda pidió autorización para investigar oficialmente los crímenes de guerra cometidos en Afganistán por el ejército estadounidense y la CIA.

Después de eso, el gobierno de Estados Unidos amenazó con imponer sanciones contra los funcionarios de la CPI, y revocó la visa estadounidense de Bensouda, obligando a la CPI a renunciar a la investigación sobre posibles crímenes de guerra del ejército estadounidense.

Por su parte, la Comisión de Investigación de las Naciones Unidas (COI) censuró al ejército de los Estados Unidos por "lanzar ataques indiscriminados que provocan la muerte o lesiones de civiles, y que equivalen a crímenes de guerra en los casos en que tales ataques se llevan a cabo de forma imprudente".

Mientras tanto, el gobierno de los Estados Unidos no ha escatimado esfuerzos a la hora de encubrir y consentir el hecho de que los soldados estadounidenses han matado a civiles y abusado de prisioneros.

Edward Gallagher, ex jefe de operaciones especiales de la Marina de los Estados Unidos, fue acusado de homicidio intencional en Irak. Sin embargo, fue absuelto.

En 2017, Gallagher apuñaló varias veces en el cuello a un joven de 15 años, mientras el menor se trataba en Mosul, Irak, después de haber sido capturado. Después de matarlo, Gallagher se tomó fotos junto al cadáver. En la instantánea, sostiene su cuchillo en una mano, mientras agarra el pelo del niño muerto con la otra.

"Pensé que todo el mundo estaría fantástico. La próxima vez lo haré sin que nadie lo vea", escribió Gallagher a su pelotón.

Además, Gallagher fue acusado de disparar a dos civiles iraquíes cuando no había riesgo de seguridad alguno. Aun así, fue absuelto y se le restableció su rango militar.

La lista continúa. Clint Lorance, un ex primer teniente del ejército de Estados Unidos que había ordenado a los soldados disparar contra tres civiles en Afganistán, fue declarado culpable de asesinato en segundo grado. También Mathew L. Golsteyn, oficial del Ejército de los EE. UU. que enfrentó un juicio por matar a un afgano desarmado que se creía era un fabricante de bombas talibán. Ambos fueron absueltos por el gobierno de Estados Unidos.

La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos criticó al gobierno de Estados Unidos por tal decisión, argumentando que los tres casos implican violaciones graves del derecho internacional humanitario y que los perpetradores debían ser castigados.

Rupert Colville, portavoz de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, insistió en que la decisión del gobierno estadounidense envia una señal inquietante a los militares, reportó Reuters.

“Esa medida del gobierno de Estados Unidos está expresamente prohibida en los convenios internacionales, incluidos los Convenios de Ginebra y el derecho internacional humanitario. Los autores de crímenes de guerra deben ser investigados y considerados responsables de las fechorías”, subrayó Colville.

Colville también recalcó que la decisión de poner fin a un procedimiento penal, como en el caso de Mathew L. Golsteyn, era "particularmente preocupante ya que interrumpe un proceso judicial ordinario", indicó Reuters.

“El gobierno de Estados Unidos solamente se toma el derecho internacional en serio cuando se ajusta a sus intereses”, señaló James A. Goldston, director ejecutivo de una iniciativa de investigación estadounidense de asistencia legal.

(Web editor: 周雨, Rosa Liu)

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