Por Raúl Menchaca
LA HABANA, 17 mar (Xinhua) -- El crucero británico MS Braemar, con cinco casos diagnosticados de la enfermedad del nuevo coronavirus (COVID-19) y más de un millar de personas a bordo, entró hoy martes en aguas territoriales de Cuba.
El gobierno cubano autorizó el atraque del buque por el puerto de Mariel, a unos 45 kilómetros al oeste de La Habana.
El subdirector de Comunicación de la cancillería cubana, Juan Antonio Fernández, confirmó la entrada del barco a aguas territoriales cubanas en las primeras horas de este martes a petición del gobierno británico.
"En coordinación con las autoridades británicas se procederá al regreso seguro e inmediato de los viajeros al Reino Unido (...) Mañana miércoles desde el puerto de Mariel hasta la pista del aeropuerto internacional habanero", anunció el diplomático en rueda de prensa.
El traslado de los pasajeros se realizará en cuatro vuelos chárters dispuestos por las autoridades británicas.
"Se han adoptado todas las medidas para el traslado seguro, hospitalario y expedito de los pasajeros y tripulantes de la embarcación", añadió Fernández.
En el buque además están aislados por sufrir síntomas de gripe otros 20 pasajeros e igual número de tripulantes, incluido un médico.
El MS Braemar se encontraba anclado a 40 kilómetros de Las Bahamas para reabastecerse de alimentos, combustible y medicamentos, luego de varios días en busca de un lugar donde desembarcar tras ser rechazado en varios puertos del Caribe desde finales de febrero.
Por su parte, el jefe del Departamento de Enfermedades Transmisibles del Ministerio de Salud Pública (Minsap), José Raúl de Armas, afirmó que Cuba tiene recursos, medios y conocimientos para realizar una operación exitosa sin que ningún paciente del buque pueda transmitir la enfermedad.
"El Minsap se ha preparado con todos los recursos materiales, humanos y tecnológicos para hacer una operación de evacuación rápida y precisa que resuelva la situación que tiene el crucero", subrayó.
El experto señaló que existen tres laboratorios de biología molecular instalados en el Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK), en La Habana, y en las ciudades de Santa Clara, en el centro del país, y Santiago de Cuba, en el este.
En la actualidad, las autoridades sanitarias cubanas mantienen ingresadas a 388 personas, de ellas 243 cubanos.
"Dentro de esos pacientes hay 60 que no son sospechosos de la enfermedad, sino contactos estrechos de casos confirmados y que por el nivel de cercanía están aislados en una institución hospitalaria", dijo el especialista.
Otro número importante de personas que han estado en contacto con los contagiados pero que no tiene ese nivel de cercanía está aislado con seguimiento de los médicos de los barrios.
De Armas informó que todos los contactos del quinto caso de contagio con la COVID-19 reportado en Cuba se encuentran bajo vigilancia epidemiológica y "hasta el momento ninguno presenta síntomas de la enfermedad".
"El paciente evoluciona satisfactoriamente. No tiene peligro para la vida y continúa ingresado en el IPK", señaló De Armas.
Ese paciente, un cubano de 61 años que recién regresó de Galicia, España, se sumó a los otros cuatro casos de contagio con la COVID-19, tres de ellos turistas italianos y un cubano casado con una boliviana que entró a Cuba desde Milán, Italia.
Los cinco enfermos, cuyos nombres no han sido informados, están ingresados en el IPK.
Uno de esos pacientes, un italiano de 63 años, continúa reportado de grave a crítico, aunque De Armas aseguró que los parámetros, tanto ventilatorios como hemodinámicos, "se lograron estabilizar en la noche de ayer (lunes) a lo posible en el estadio de su enfermedad".
"Eso condiciona que en un futuro pueda existir una mejor respuesta al tratamiento, aunque está grave y se mantiene con ventilación asistida, lo que hace que el pronóstico sea sombrío", aseveró el especialista.
El experto confirmó que Cuba tiene en Venezuela una pequeña brigada de asesores y en estos momentos se preparan otras brigadas para partir hacia otras naciones que solicitaron la ayuda profesional de Cuba.
También el jefe del Departamento de Atención al Adulto Mayor del Minsap, Alberto Fernández, se refirió a las medidas adoptadas para proteger a los ancianos en un país donde el 20,8 por ciento de la población tiene 60 años o más.
"Ese grupo tiene un mayor riesgo porque la capacidad inmunológica disminuye", afirmó el galeno, quien consideró como una fortaleza el sistema de atención primaria de salud que impera en Cuba.
(Web editor: 吴思萱, 赵健)