El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, interviene en una conferencia de prensa en la Casa Blanca en Washington D.C., Estados Unidos, 13 de marzo del 2020. (Foto: Xinhua/ Liu Jie)
Por Curtis Stone
Washington D.C., 20/03/2020 (El Pueblo en Línea) -Después de recibir una ola de críticas por el erróneo manejo en la referencia al COVID-19, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, recientemente defendió su uso de la denominación "virus chino". Su errático proceder promueve el racismo y busca estigmatizar a China.
Varios funcionarios estadounidenses han llamado al nuevo coronavirus como el "virus chino" o el "virus de Wuhan", entre otros apelativos ofensivos que mancillan. Incluso, un funcionario de la Casa Blanca se atrevió a citarlo como el "Kung-Flu" frente a un reportero chino-estadounidense.
"Esta mañana y en mi propia cara, un funcionario de la Casa Blanca se refirió al coronavirus como el "Kung-Flu", tuiteó el 17 de marzo un reportero de CBS. "Esto me hace preguntarme cómo es que lo llaman a mis espaldas", agregó.
Muchas personas en todo el mundo han criticado a Trump por usar una etiqueta racista y antichina para describir un virus que es una amenaza para todas las personas del mundo. De hecho, a pesar de la avalancha de críticas, Trump ha duplicado su mención al nuevo coronavirus como el "virus chino".
"Siempre traté al virus chino muy en serio, y he hecho muy buen trabajo desde el principio, incluyendo mi decisión muy temprana de cerrar fronteras con China, orden que iba en contra de los deseos de casi todos", tuiteó Donald Trump el 18 de marzo.
Sin embargo, muchas personas consideran que Trump está tratando de desviar su irresponsabilidad en el manejo del brote. Con ese objetivo llama al nuevo coronavirus como el "virus chino".
"Trump afirmó que el nuevo coronavirus era un engaño, y alardeó diciendo: "es sólo una gripe, hermano". Ahora miente cuando recuerda que siempre se lo ha tomado en serio. Su estrategia de comunicación pivota hacia la xenofobia y al racismo para culpar a los chinos y, por extensión, a todos los asiático-americanos también de la tragedia", escribió el Dr. Eugene Gu. "Ahora somos sus chivos expiatorios."
"Por favor, deja de llamarlo "virus chino". Sin tener culpa, el pueblo chino ha sufrido inconmensurablemente", escribió Mia Farrow. "Estás estigmatizando a los chinos de todas partes, incluyendo a nuestros propios chinos-estadounidenses".
También Hillary Clinton encaró la burda manipulación de Trump. "El presidente [Trump] está recurriendo a una retórica racista para distraer su fracaso porque desde el principio no se tomó en serio al nuevo coronavirus, no hizo que las pruebas estuvieran ampliamente disponibles ni preparó adecuadamente al país para un período de crisis", dijo Clinton, y agregó: "No caigas en eso. No dejes que tus amigos y familiares se enamoren de él".
Está claro que Trump sabía de la amenaza con mucha anticipación, pero le restó importancia a un posible brote y no la tomó en serio. En lugar de redoblar esfuerzos, afirmó que todo estaba "totalmente bajo control", incluso cuando la situación giraba en contra. Ahora, de acuerdo a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, ya en Estados Unidos hay más de 7.000 casos y 100 fallecidos. Debido a las grandes concentraciones en Nueva York, Washington y California, muchos expertos advierten que la situación de hoy pudiera ser apenas el comienzo.
En tiempos de crisis no puede haber lugar para el racismo ni para un discurso que impulse el miedo y el odio hacia un determinado pueblo. Tanto los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades como la Organización Mundial de la Salud (OMS) han advertido sobre la propagación del nuevo coronavirus, y alertado sobre el peligro de identificar razas y personas con un tipo de enfermedad, advirtiendo desde la OMS que estigmatizar es aún más peligroso que el propio virus.
Las palabras importan, y especialmente cuando brotan de la consciencia de un presidente estadounidense en ejercicio. Es por ello por lo que llamarlo "virus chino" es una agresión tan infecciosa y peligrosa como el propio virus, peor incluso.
Contra el COVID-19 todos deberíamos estar en guardia. Y también mantenerlos bien lejos del virus del racismo que promueve Donald Trump.
(Web editor: 周雨, 赵健)