Coronavirus cambia dinámica de vida en la frontera México-Estados Unidos

Xinhua  2020:04:02.08:45

MEXICO, 1 abr (Xinhua) -- El cierre de la larga frontera entre México y Estados Unidos a viajes no esenciales y otras disposiciones por el coronavirus modificaron la dinámica de vida en la ciudad de Tijuana, que tiene el cruce fronterizo más transitado del mundo.

El flujo por las garitas de Tijuana con San Diego, California, se desplomó en una de ellas 86 por ciento en la primera semana de la disposición bilateral, que desde el 21 de marzo restringió por un mes cruces con fines turísticos o recreativos para evitar contagios.

Alicia Sepúlveda, una mexicana que hace su vida entre Tijuana y San Diego, contó que el cierre sumado a otras medidas sanitarias alteró la rutina de su familia y amigos, que, como miles de personas, están habituados a vivir en una ciudad y realizar actividades en la de enfrente.

Describió que ella vive en San Diego como residente legal pero regresó a su casa en Tijuana mientras dure la medida por temor a posibles dificultades para cruzar la frontera, algo que hace cotidianamente para pasar tiempo con su familia.

"Los oficiales cuestionan mucho: '¿A qué vas? ¿Por qué vas?' y si no es estrictamente necesario te regresan (...) Se ha modificado que la gente que trabaja sólo con visa ya no puede ir", dijo.

Su hija, ciudadana estadounidense que vive en Tijuana y labora en San Diego, se mudó temporalmente con un pariente en California porque también temió posibles complicaciones en su cruce diario, aunque en su caso la disposición no lo impide.

Otra hija que es mexicana y que ocasionalmente trabaja de tiempo parcial en San Diego utilizando su visa de turista está impedida para cruzar, mientras que amigos que son empleados en esa ciudad laboraban vía remota desde su casa en Tijuana porque sus oficinas cerraron.

"Se ha modificado todo. A mí me pegó porque no tengo ingresos sin saber hasta cuándo", planteó Alicia, quien administra un alojamiento vacacional en San Diego que no ha tenido huéspedes por los efectos de la pandemia en el turismo.

México y Estados Unidos acordaron mantener la frontera abierta al comercio, trabajo y servicios críticos, como atención médica, pero restringir viajes no esenciales para reducir la propagación de la enfermedad del nuevo coronavirus (COVID-19) que creció aceleradamente en ambos países en marzo.

En Tijuana, una estampa de los efectos ha sido la poca afluencia en la garita San Ysidro, típicamente con largas filas de vehículos de personas acostumbradas a demorar hasta cuatro horas para cruzar al trabajo, escuela o compras.

La Puerta Este de la garita tuvo una caída de 84,4 por ciento del flujo tras registrar sólo 160 cruces el 25 de marzo, en el quinto día de la medida, frente a los 1.028 del 1 de marzo, de acuerdo con cifras del gobierno mexicano proporcionadas a Xinhua.

El tránsito por el paso de El Chaparral disminuyó 59,8 por ciento de 1.132 cruces a 455 en las mismas fechas, mientras que por el puente CBX que conecta el aeropuerto de Tijuana con San Diego se desplomó 86,4 por ciento de 2.933 cruces a 398, según los datos.

La ciudad perteneciente al estado de Baja California conforma con San Diego una región transfronteriza considerada un área metropolitana, cortada por el largo y custodiado muro metálico estadounidense en la frontera.

En 2018, entre 70.000 y 100.000 mexicanos y estadounidenses vivían en una ciudad y trabajaban o estudiaban en la otra, según datos de ese año del Instituto Nacional de Migración (INM).

De acuerdo con el gobierno mexicano, la frontera de Baja California con California registró el año pasado 77 millones de cruces de personas, vehículos y trenes con las garitas de Tijuana liderando el flujo.

José Lorenzo, un mexicano fotógrafo de eventos, comentó que él y su esposa, una estadounidense, suelen cruzar una o dos veces por semana a San Diego para hacer compras o recoger en el correo productos que adquieren por comercio electrónico.

Ahora pusieron pausa a esas actividades porque además el centro comercial más grande y cercano cerró sus puertas, aunque subrayó que un amigo que trabaja en el campo del lado estadounidense cruzaba con normalidad a su empleo y le beneficiaba la reducción de tiempo de espera en la garita.

La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) en Tijuana dijo a Xinhua que el cierre parcial no afectó en su primera semana a empresas del organismo salvo por retrasos, tras indicar que tomaban medidas sanitarias adicionales para empleados que mandan a Estados Unidos.

Hasta el martes, México reportaba 1.215 contagios con 29 muertes tras crecer la transmisión desde mediados de marzo, mientras que, según el reporte diario de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Estados Unidos, el país con más pacientes a nivel global, sumaba 140.640 casos y 2.398 decesos.

A pesar de la integración regional, Tijuana llevaba 12 casos frente a los 734 contagios y nueve muertes en San Diego, según los datos hasta el martes de las autoridades locales.

Un funcionario de salud mexicano planteó el 27 de marzo que el muro fronterizo estaba sirviendo de contención para la transmisión, tras ser cuestionado en conferencia sobre un contraste entre los numerosos casos reportados en California y los pocos contagios en Baja California.

"La movilidad no es la misma al interior de la ciudad de San Diego que entre San Diego y Tijuana (...) Hasta el momento no se ha presentado, pero el muro está haciendo esos efectos", dijo el director de Prestaciones Médicas del Instituto Mexicano del Seguro Social, Víctor Hugo Borja.

José, el habitante de Tijuana, indicó que la gente en la ciudad, cuya alcaldía suspendió eventos en espacios públicos y restringió reuniones de más de 10 personas, se estaba protegiendo y desestimó un temor de que se multipliquen contagios importados por el cruce de personas.