SANTIAGO, 19 abr (Xinhua) -- Chile superó los 10.000 casos confirmados por el nuevo coronavirus (COVID-19), que ya dejó a su paso 133 muertos en el país sudamericano, mientras que el gobierno evalúa para este mes la reapertura gradual del comercio y el retorno de los estudiantes y trabajadores públicos a sus actividades regulares.
Las autoridades sanitarias entregaron este domingo el más reciente balance nacional, en el que reportaron 10.088 personas diagnosticadas con la enfermedad y siete nuevos fallecidos, respecto de la información difundida el día anterior.
La subsecretaria de Salud, Paula Daza, afirmó a la prensa que la tendencia de nuevos contagios varía entre los 300 y los 400 diarios. Precisó además que se están realizando unos 4.000 testeos al día, con una tasa de positividad del 8 por ciento.
Los actuales números ubican a Chile como el tercer país latinoamericano con más contagiados, por lo que el Ministerio de Salud ha decretado el uso obligatorio de mascarillas en el transporte público y privado de pasajeros y espacios que agrupen a más de diez personas.
Esto se suma a la cuarentena "por zonas", sostenida desde que arribó la pandemia al país austral, a inicios de marzo, la cual varía cada semana y mantiene actualmente a unos dos millones de personas confinadas en diez localidades, de un total de 18 millones de habitantes que residen en la nación.
Frente a este escenario, el presidente chileno, Sebastián Piñera, instó esta semana a sus compatriotas a asumir "una nueva normalidad", con la idea de echar a andar la economía, "nuestra sociedad, nuestras vidas, nuestras empresas, pero con precauciones y medidas sanitarias mucho más estrictas que antes", dijo en un discurso en el Palacio de La Moneda.
De esta manera, el Ejecutivo respaldó el protocolo de reapertura del comercio elaborado en conjunto entre el Ministerio de Economía y la Cámara Nacional de Comercio (CNC), con una serie de recomendaciones de higiene, distanciamiento social e información que harían posible la reactivación "paulatina, segura y voluntaria" del sector, aseguró el ministro de Economía, Fomento y Turismo, Lucas Palacios.
En el contexto de la crisis, el presidente de la CNC, Manuel Melero, dio cuenta de "serios problemas desde el punto de vista de la pérdida de empleos y la pérdida económica de los locales que están con la cortina abajo y tienen cero ingreso".
Un informe de la CNC estimó que se han perdidos unos 50.000 puestos de trabajo por la pandemia, que ascenderían al doble de persistir el cierre del comercio al segundo semestre.
Sin embargo, hubo sectores que no recibieron de buena manera el llamado a retomar funciones. La Central Unitaria de Trabajadores (CUT) manifestó su "total rechazo a esta medida", dado que es "poco saludable" y no entrega "garantías" a los trabajadores.
Incluso los alcaldes de la región Metropolitana se mostraron contrarios a la iniciativa, descartando la eventual puesta en marcha de los centros comerciales en municipios como La Florida, Providencia y Las Condes, que concentran altos números de casos diagnosticados.
Otra noticia que alertó a la población fue la instrucción presidencial emitida el viernes anterior y refrendada por el Ministerio de Interior y el Ministerio de Hacienda, para que los funcionarios públicos retornen a sus oficinas en los próximos días, excluyendo a los mayores de 70 años, inmunodeprimidos, enfermos crónicos y embarazadas.
Las críticas a esta determinación llegaron desde diversas entidades gubernamentales; parlamentarios de la oposición; la CUT, y la Agrupación Nacional de Empleados Fiscales (ANEF), ésta última comprometida a "realizar todas las acciones necesarias para evitar esta instrucción irresponsable".
"Rechazamos la pretensión de usar a los servicios públicos como excusa para avanzar en una falsa normalización, la que sólo puede implicar profundizar el riesgo de extensión del contagio y transformarse en un sombrío trueque entre vidas y economía", señaló en Twitter el presidente de la ANEF, José Pérez.
Por otra parte, desde el Ejecutivo también barajan retomar las actividades escolares presenciales, principalmente en las escuelas rurales, dada la menor cantidad de alumnos por curso y la necesidad de brindar alimentos, calefacción y protección en zonas aisladas, adelantó el ministro de Salud, Jaime Mañalich.
En esta dirección, el Ministerio de Educación ya anunció un plan "gradual y progresivo" de vuelta a clases, cuyo inicio estaba fijado para el 27 de abril, pero fue aplazado hasta "que las condiciones sanitarias lo permitan", respecto de las capacidades de los territorios y los establecimientos de adoptar medidas de prevención de contagios.
El ministro de Educación, Raúl Figueroa, anunció que los colegios serán los responsables de "nivelar y adecuar los currículos para sacar adelante un año escolar complejo y en las fechas que el calendario escolar lo permite".
Las autoridades indicaron, por otra parte, que Chile alcanzará el pico de contagios hacia fines de abril e inicios de mayo.
"El período más difícil, el momento más álgido, donde vamos a tener un mayor número de contagiados activos se va a producir en pocas semanas más", declaró Piñera en cadena televisada, a la vez que advirtió que "se vienen tiempos muy difíciles", en materia económica y de salud.
En el marco de la pandemia, el Ministerio de Hacienda proyectó para este año una caída de 2 por ciento en el Producto Interno Bruto (PIB), inferior a la propuesta de crecimiento de 1,3 por ciento realizada en febrero pasado.
Desde el Fondo Monetario Internacional (FMI) fueron aún más pesimistas y pronosticaron una rebaja de 4,5 por ciento para la economía chilena para este 2020.
(Web editor: 吴思萱, 赵健)