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La ley del sacrificio es igual en todo el mundo. Para ser efectiva, exige la consagración de los más valientes e intachables. --- Mahatma Gandhi
Tianjin, 24/04/2020 (El Pueblo en Línea) - Zhang Boli, investigador de la Academia de China, finalmente pudo regresar a su natal Tianjin después de 82 días de arduo trabajo en Wuhan, ciudad que alguna vez fue la más afectada por el brote de neumonía (COVID-19) debido al nuevo coronavirus (SARS-CoV-2).
Zhang y sus colegas establecieron el primer hospital temporal de Medicina Tradicional China (MTC) para tratar a los pacientes con COVID-19 y aportar nuevas acciones e ideas en el enfrentamiento contra el letal virus.
Como presidente de la Universidad de Medicina Tradicional China de Tianjin, Zhang fue convocado el 12 de febrero para ayudar en Wuhan a frenar el brote. Cuando recuerda la gravedad de la situación que encontró en Wuhan, a Zhang se le humedece la mirada.
"La situación debía estar muy grave cuando un anciano como yo es convocado al frente. Nunca pensé en negarme a ir porque sé que los residentes de Wuhan necesitaban atención médica urgente. La confianza que depositaron en mi era demasiado valiosa como para no asumir la tarea", destacó Zhang a los medios de comunicación.
Enfoques innovadores contra el nuevo coronavirus
Zhang pasó la mayor parte de su tiempo como consultor jefe del primer hospital temporal de MTC. También coordinaba con sus colegas acerca de las formas de crear nuevas recetas de MTC para curar la letal enfermedad.
Cada mañana, Zhang visitaba en persona a sus pacientes. Después de un largo día de controles médicos, su equipo de protección estaba empapado en sudor. Al llegar la noche, le esperaban innumerables reuniones y talleres de investigación con otros médicos. Sus esfuerzos valieron la pena: apenas unos días después de llegar a Wuhan, se comenzaron a utilizar dos recetas de MTC para tratar a los enfermos con COVID-19.
"También entendí esta misión como una oportunidad de promover los valores de la MTC, que demostró ser muy efectiva en la batalla contra el SARS", señala Zhang. El equipo de MTC de Zhang realizó una gran contribución en el 2003 para frenar la propagación del SARS. Sus recetas y buenas prácticas fueron elogiadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y recomendadas al mundo.
De acuerdo a las estadísticas de la OMS, más del 10 por ciento de los enfermos con COVID-19 pueden desarrollar síntomas graves. En el hospital temporal, apenas entre el dos y el cinco por ciento de los que aceptaron la terapia MTC desarrollaron tales síntomas.
Entre el 14 de febrero y el 10 de marzo, el hospital improvisado de MTC donde laboró Zhang recibió 564 pacientes, de los cuales 392 se recuperaron completamente, mientras que los demás fueron enviados a otros hospitales para ofrecerles un mejor seguimiento. Durante este período, ninguno de los pacientes desarrolló enfermedades críticas. Tampoco hubo trabajadores de la salud entre los contagiados.
"Dada que la medicina moderna aún no ha desarrollado vacunas o medicamentos eficaces para combatir el nuevo coronavirus, la MTC proporciona una alternativa y ya ha logrado tratar a innumerables pacientes", afirmó Zhang.
"La neumonía por el nuevo coronavirus es una pandemia. Cuando miramos a través de la historia de China podemos identificar más de 500 pandemias. De ellas, hay 300 que azotaron a gran escala. La MTC ha ayudado a frenar la propagación de esas pandemias.", afirmó el académico chino.
Espíritu de sacrificio y consagración
A pesar de sus propios problemas de salud, Zhang pasó la mayor parte de su tiempo desarrollando nuevos tratamientos para los pacientes. Una semana después de su llegada a Wuhan, Zhang se tuvo que operar de colecistitis. Tres días después, el anciano galeno regresó a sus labores. Los colegas que lo operaron le advirtieron que aún tenía coágulos de sangre en sus piernas, un gran factor de riesgo para su vida. Sin embargo, Zhang declinó las dos semanas de reposo señaladas.
Cuando el hijo de Zhang, quien también es médico, decidió visitar a su padre, Zhang le pidió que se concentrara en su labor. "No necesitas visitarme, sólo cuida de tus pacientes".
Inspirado por su padre, Zhang Lei solicitó ir a Wuhan para apoyar a colegas en la primera línea. Durante los siguientes 20 días estuvo tan ocupado que apenas pudo ver a su padre en Wuhan una sola vez: el día que cerró oficialmente el hospital temporal.
El 19 de marzo, Zhang celebró su cumpleaños junto a sus colegas. Ese día no se reportaron nuevos casos confirmados. Zhang le expresó a sus colegas: "El mejor regalo de cumpleaños para mí sería que no hubiera ningún caso nuevo en Wuhan."
Después de meses de incesante trabajo, el deseo de Zhang se hizo realidad. Antes de regresar a casa, Zhang aseguró a la prensa que Wuhan es una ciudad de héroes, y que sus residentes habían hecho un gran sacrificio para enfrentar al nuevo coronavirus.
"Puedo expresar que Wuhan es ahora el lugar más seguro de China, aunque siempre debemos estar atentos. Visitaré Wuhan cada dos meses, y también formaré a nuevos profesionales de MTC", prometió el infatigable doctor Zhang.
(Web editor: 吴思萱, 赵健)