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Cultura y turismo: la paradoja de los relojes en tiempos de distanciamiento

Pueblo en Línea  2020:05:12.17:02

Foto: Xinhua

Por Yasef Ananda

Aunque una cara del mundo se ha detenido, la cultura y el turismo han seguido generando enriquecedoras experiencias.

El antes y después de la pandemia también se apreciará por el acento y compás de la nueva fisionomía de la industria cultural y turística. La distancia física, y en consecuencia la social y libérrima, se nos presenta como alter ego de la paradoja de los relojes, ese experimento psicológico que intenta comprender la diferencia en la percepción del tiempo entre dos observadores en estados de movimiento distintos entre sí. La distancia física, siendo la forma actual más efectiva de ralentizar hasta el mínimo posible los contagios, a su vez se perfila como la forma más rápida de deteriorar la vida que disfrutamos y la cual depende de nuestra contribución directa para expandirse y respirar.

Bajo el imperio de la máscara y la cuarentena, la cultura y el turismo se han ofrecido como brújulas fundamentales para remontar los recientes abúlicos períodos de confinamiento. El arte salva e ilumina. En las redes sociales, la suerte de poder contar con buenos artistas y buenas obras ha ganado un súbito relieve. En nuestro derrotero de caracola, los escritores, cineastas y músicos han sido tan imprescindibles como el personal de la salud, los científicos y todos aquellos trabajadores que defienden la vida "allá afuera". Este arduo momento de reaprender a convivir ha canalizado el florecimiento de la gracia del espíritu cultural. Millones de personas han podido sentirse abrazados por un corpus que no les resulta ajeno, ya sea desde el ámbito de las artes o al recorrer ignotos senderos turísticos. Tecnología mediante, cientos de museos y galerías han abierto sus puertas a los "confinados", espesando otra paradoja:la de los dones.

A través de conciertos virtuales, desde esa libertad otra, dentro de la escena latinoamericana se han afirmado músicos de la talla del pianista cubano Chucho Valdés, el colombiano Juanes o el español Alejandro Sanz, por sólo citar algunas figuras que han abierto memorables ventanas de solidaridad musical con todo el orbe. También hay que destacar el concierto virtual “One World: Together at Home” que reunió a Lady Gaga, JLO, Paul McCartney y Billie Eilish, J Balvin, Maluma, Ricky Martin, Becky G, logrando recaudar 127,9 millones de dólares estadounidenses para el Fondo de Respuesta Solidaria frente al Covid-19 de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La escena china no se ha quedado atrás. 150 artistas internacionales participaron el 9 de mayo en un concierto en línea de 10 horas de duración por el décimo aniversario de la Agencia Teatral de Artes Escénicas de China y el Gran Teatro de Guangzhou. Fue una oportunidad para que el público occidental pudiera disfrutar de talentosos instrumentistas chinos como la maestra de pipa Fang Jinlong, el pianista Lang Lang o el violinista Lyu Siqing.

En ese sentido, aunque el sector cultural ha sufrido y sufre considerables pérdidas económicas, se ha revalorizado junto al turismo como herramientas fundacionales del arbitrio y el solaz humano. Como bien nos recuerda Krisnamurti, "la libertad es un camino sin senderos". Y una vez recuperado el momento axial previo a la entrada del jardín donde las señales se bifurcan, el arte podrá experimentar un momento más pleno junto a los agradecidos de siempre y los agradecidos de hoy, tanto virtual como presencial, de doble vía, como una trenza china.

Con la demanda mundial contraída casi totalmente y la permanencia de los cierres de fronteras internacionales por razones sanitarias, la llegada de viajeros internacionales podría demorar en algunos destinos. Sin embargo, no todas son malas noticias. En China, durante el periodo vacacional por el Día Internacional de los Trabajadores la provincia de Hubei, fuertemente afectada por la epidemia del COVID-19, recibió un total de 7,35 millones de turistas nacionales. De acuerdo a la Administración Provincial de Cultura y Turismo de Hubei, el ingreso turístico generado durante el periodo vacacional de cinco días llegó a un total de 2,450 millones de reminbi (cerca de 345 millones de dólares estadounidenses). Aunque aún está lejos de los tiempos luminosos, los analistas concluyen que la dinámica indica que el turismo en China se va recuperando de forma gradual y sostenida.

De forma general, China registró cerca de 104 millones de viajes nacionales durante el período vacacional por el Día Internacional de los Trabajadores. Los ingresos por turismo nacional cifraron 43.230 millones de renminbi (alrededor de 6.120 millones de dólares estadounidenses).

Otra de las gratas noticias en tiempos de confinamiento y recorridos virtuales por espacios de interés turístico, destaca que durante el mismo período vacacional se verificaron 50.000 visitas a 19 museos en Beijing, reabiertos con capacidades limitada para evitar multitudes y requisitos como reserva previa con nombre real y un límite en las horas que permanece abierto al público.

Asimismo, el Ministro de Cultura y Turismo de China confirmó que cerca del 70 por ciento de los sitios panorámicos de China ya han reabierto de forma gradual.

Garantizar la seguridad es la clave. En esta nueva estrategia, correspondiente a la nueva situación post-brote que vive China, se ha pedido a las agencias de viaje y empresas turísticas que evalúen la seguridad de los productos y las rutas, incluyendo la garantía sanitaria de los servicios técnicos y el personal implicado.

Aunque una cara del mundo se ha detenido, la cultura y el turismo han seguido generando enriquecedoras experiencias. Es imprescindible rescatar ambas industrias, aunque a día de hoy existen más interrogantes y experimentos que respuestas.

¿Su resurgimiento "en vivo" y a escala global dependerá de superar el factor psicológico o el socioeconómico? ¿Se transitará de un consumo de cultura y turismo masivos hacia "burbujas de confianza" y ofertas personalizadas? ¿Repuntarán los contagios si bajamos la percepción de riesgo?

Si el turismo es querer conocer, el arte pudiera entenderse como la expresión que permite dar a conocer. Economía aparte, el espíritu humano no debería renunciar al inmenso placer de aventurarse y encontrar. Poco a poco, con prudencia, lo iremos recuperando. 

(Web editor: 周雨, Rosa Liu)

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