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Hong Kong, 04/06/2020 (El Pueblo en Línea) -Los políticos estadounidenses que juegan a "imponer sanciones" para afirmar su dominio, probablemente se sientan muy decepcionados. Su amenaza de revocar el trato comercial preferencial para la Región Administrativa Especial de Hong Kong de China (HKSAR, por sus siglas en inglés), e imponerle sanciones también sería muy contraproducente para las empresas estadounidenses que operan en Hong Kong.
"Tomaremos medidas para revocar el trato preferencial de Hong Kong como territorio aduanero y de viajes, autónomo del resto de China", afirmó el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, durante una conferencia de prensa celebrada el 30 de mayo. Su planteamiento ocurre tras una votación de la principal legislatura de China sobre su proyecto de establecimiento y mejorar el sistema legal y los mecanismos de aplicación para salvaguardar la seguridad nacional en HKSAR.
Estados Unidos también impondría sanciones a los funcionarios chinos y de HKSAR que estén "directa o indirectamente involucrados en la erosión de la autonomía de Hong Kong", advirtió Trump.
Sin embargo, la amenaza de sanciones no cambiarán la determinación de China de salvaguardar la seguridad nacional en HKSAR. En su lugar se convertirá en una espada de doble filo que pone en peligro a las empresas estadounidenses que allí operan.
Revocar el trato preferencial tendría un impacto en el comercio y la economía de HKSAR. Sin embargo, los propios Estados Unidos no podrán salir ilesos.
Está claro que HKSAR no depende de Estados Unidos para garantizar su comercio exterior. El valor anual de las exportaciones de HKSAR a Estados Unidos es de apenas 500 millones de dólares, cifra que representa menos del 0,1 por ciento del valor anual total de todas sus exportaciones.
En contraste, Estados Unidos mantiene un superávit comercial de bienes con HKSAR.
Estados Unidos obtiene 30.000 millones de dólares anuales en HKSAR. En la Región Administrativa Especial de China residen cerca de 85.000 ciudadanos y operan más de 1.300 empresas estadounidenses, incluidas casi todas sus principales compañías financieras. Dentro del marco del Acuerdo para la Estrecha Asociación Económica entre China Continental y Hong Kong (CEPA, por sus siglas en inglés), HKSAR ofrece a estas empresas estadounidenses las mismas políticas preferenciales que a las empresas locales cuando acceden al mercado de China continental.
Si Estados Unidos impusiera sanciones contra HKSAR, sería mejor preguntarle primero a las empresas estadounidenses qué opinan acerca del alcance de tal medida.
Hong Kong es el tercer mayor mercado de exportación de bebidas alcohólicas de Estados Unidos, el cuarto mercado de exportación más grande de la carne vacuna del país y el séptimo mayor destino de exportación de productos agrícolas estadounidenses.
Si los Estados Unidos cambiaran unilateralmente las políticas comerciales hacia HKSAR, las exportaciones de empresas estadounidenses serían las primeras en sufrir las duras consecuencias.
Como puerto mundial y abierto, Hong Kong no verá diezmado su camino de desarrollo por las decisiones de Estados Unidos.
Los expertos han señalado que mientras siga aumentando la posición de la región Asia-Pacífico en el mundo y la importancia de la región en el desarrollo económico mundial, y además China siga desempeñando un papel de peso en el orbe, cualquier sanción estadounidense tendrá apenas una influencia temporal en HKSAR.
Recientemente, la empresa china de tecnología de Internet NetEase y el gigante del comercio electrónico JD.com han sido aprobados para lanzar en HKSAR una lista secundaria (garantía en un mercado distinto a su intercambio principal). Asimismo, también circulan noticias sobre futuras listas secundarias en HKSAR del operador de motores de búsqueda líder de China, Baidu, y la mayor agencia de viajes en línea Ctrip.
Talentos y capitales de todo el mundo siguen compitiendo para montarse en la cresta de éxito de HKSAR. Por tanto, abandonar la Región Administrativa Especial de China significa que Estados Unidos pronto será reemplazado por capitales, empresas y talento de China continental y otros países del mundo.
Un empresario extranjero que ha vivido en Hong Kong durante años reconoció que el mayor riesgo que hace que HKSAR pierda atractivo y decidan emigrar, tanto para las personas como para las empresas extranjeras, no son las leyes de seguridad nacional de HKSAR sino la violencia y el malestar social que se vive en la ciudad.
Las leyes de seguridad nacional que se implementarán nunca influirán en la actividad de la Región Administrativa Especial de Hong Kong como un importante centro financiero internacional. Lo que harán será crear un entorno más estable y predecible para la operación y desarrollo de las empresas de todos los países.
(Web editor: 周雨, 赵健)