Diario del Pueblo: la lógica absurda de echar la culpa a otros

Pueblo en Línea  2020:06:06.10:00

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Beijing, 06/06/2020 (El Pueblo en Línea) - El pueblo chino espera sinceramente que Estados Unidos pueda controlar la epidemia de COVID-19 lo antes posible. Al mismo tiempo, China también quiere pedir a algunos políticos en Estados Unidos que no echen la culpa a otros y que las provocaciones no pueden cambiar los hechos. Cuanto más intenten esconder algo, más lo expondrán.

En una noche oscura con fuertes vientos, un grupo de terroristas asaltaron un pueblo, y un gran ruido de disparos salió de la casa de una familia que estaba siendo atacada. Algunas personas en el pueblo no solo se quedaron de brazos cruzados, sino que además dijeron con frialdad: "Esa familia seguramente haya enfadado a los terroristas, y ahora les están matando a balazos". Inesperadamente, la familia peleó con resistencia y los terroristas no volvieron a atacarles durante mucho tiempo, desplazándose a otros lugares. ¿Quién hubiera pensado que las puertas de esas casas que estaban observando y vigilando el incidente estaban abiertas y sin protección, y que los terroristas podrían haber entrado a matarlos indiscriminadamente? Hasta ese momento, las familias con muchas bajas no pensaban en sí mismas, y además se quejaban de que las personas que luchaban con resistencia no atraparon ni acabaron con los terroristas. Incluso pidieron a esas personas que se enfrentaron al enemigo que les compensaran sus pérdidas ...

¿No se parece la historia anterior a la situación causada por la epidemia de COVID-10 en el mundo?

Hoy, la situación epidémica en Estados Unidos sigue siendo grave, y el número de casos confirmados y muertes ocupan el primer puesto en el mundo. El hecho del fracaso ya existe allí. Para eludir la responsabilidad y desviar la atención, algunos políticos en Estados Unidos acusaron primero a China de "ocultar la epidemia" y luego dijeron que "el virus se filtró de un laboratorio chino". Estas declaraciones infundadas fueron refutadas repetidamente por hechos tangibles y repetidamente desmentidas por científicos y expertos médicos de diferentes países, convirtiéndose en un sinsentido ampliamente aceptado. Recientemente, algunos políticos estadounidenses cambiaron su reclamo, diciendo que la propagación de la epidemia mundial se debe a que China no controló el virus. "La incompetencia del gobierno chino ha causado sufrimiento en todo el mundo". ¿Cuál es la lógica? ¡Esta es la lógica de la historia ficticia del comienzo este artículo! ¡Es la lógica irracional y absurda de echar la culpa a otros!

Ante un brote repentino de una enfermedad infecciosa importante, todos quieren eliminarla de una sola vez, pero nadie puede garantizarlo, es de sentido común y de lógica. Además, el nuevo coronavirus es un virus completamente nuevo, los humanos desconocen sus características de transmisión y mecanismo patogénico, y es muy difícil de prevenir y controlar. China informó sobre la epidemia de manera oportuna, pero cuándo y dónde el nuevo coronavirus comenzó a propagarse de persona a persona aún no es concluyente. Como la epidemia de una enfermedad infecciosa de propagación más rápida, de más amplio alcance y más difícil de prevenir y controlar desde la fundación de la Republica Popular China, este país ha hecho de la lucha contra la epidemia su prioridad principal. El secretario general del PCCh, Xi Jinping, dirigió personalmente los esfuerzos a nivel nacional de la lucha por el control y la prevención de la epidemia. China puso la seguridad y la salud de la gente primero, otorgó a Wuhan y Hubei la máxima prioridad, estableció requisitos claros para el control de la propagación del virus tanto en el país como hacia el extranjero, y tomó decisivamente una serie de medidas de prevención y control. China logró controlar inicialmente la epidemia en poco más de un mes. En solo dos meses, el país logró reducir el número de nuevos casos a un dígito en todo el territorio nacional. En tres meses, China logró resultados decisivos en la lucha contra la epidemia en Wuhan y Hubei, y además pudo controlar efectivamente la situación epidémica. China es un país grande con una población de 1.400 millones de habitantes. Es extremadamente difícil controlar la epidemia en tan poco tiempo. Como muchos medios y personalidades de otros países han dicho: "el éxito de China en la lucha contra la epidemia es incuestionable". La guerra contra la epidemia en China evitó en gran medida la propagación de la epidemia, cortó efectivamente la cadena de transmisión del virus e hizo una importante contribución a la lucha contra la epidemia a nivel mundial.

Después del estallido de la epidemia en China, diferentes políticos estadounidenses han elogiado las medidas antiepidémicas de China en numerosas ocasiones: "China ha sido muy profesional y lo ha mantenido todo bajo control", "China ha estado trabajando duro para contener el coronavirus y Estados Unidos aprecia mucho sus esfuerzos y transparencia", "China está implementando unas medidas estrictas que han sido todo un éxito". China cerró todos los canales de acceso a Wuhan el 23 de enero, y no hubo vuelos comerciales desde o hasta Wuhan entre el 24 de enero y el 8 de abril, y tampoco salieron trenes de la ciudad. El 31 de enero, el gobierno de EE.UU anunció que las tres principales aerolíneas estadounidenses con vuelos directos entre China y Estados Unidos dejarían de operar dichas rutas. El 2 de febrero, EE.UU anunció que los ciudadanos chinos y los extranjeros que hubieran visitado China en los últimos 14 días tenían prohibido entrar en el país norteamericano. EE.UU quizás piensa que si China está allí para prevenir y controlar el virus, y además corta los enlaces aéreos entre China y Estados Unidos, con estas dos cosas, Estados Unidos puede “sentarse a observar y relajarse”. Pero esto es obviamente contrario al sentido común de la epidemiología. Es una ilusión, y es extremadamente peligroso desarrollar una estrategia de respuesta en consecuencia de dicha idea. Los hechos han demostrado que Estados Unidos ha perdido la ventana de tiempo brindada por la lucha de China contra la epidemia. Un estudio de la Universidad de Columbia en Estados Unidos muestra que el retraso en las medidas restrictivas sociales en Estados Unidos ha causado decenas de miles de muertes: si las medidas restrictivas sociales se hubiesen implementado con una semana de anticipación, se podrían haber salvado 36.000 vidas; si las medidas restrictivas sociales se hubiesen implementado con dos semanas de anticipación, el 83% de los pacientes que murieron por COVID-19 en Estados Unidos hubiesen sobrevivido.

Algunas personas en Estados Unidos no lo entienden: "¿A pesar de que estalló la epidemia en Wuhan, por qué no se propagó en China sino que se extendió por todas partes en el mundo?" Si realmente no lo entienden, es fácil explicárselo.

Los esfuerzos de China para combatir la epidemia no son solo palabras, sino acciones y prohibiciones por todo el país: son el "cierre de la ciudad" de Wuhan con una población de más de 10 millones y el "cierre de la provincia" de Hubei con una población de más de 60 millones; es el apoyo con la movilización de materiales a gran escala; es el tratamiento gratuito sin escatimar cualquier costo; es la prevención y el control conjuntos de todas las comunidades en las zonas urbanas y rurales del país; son los 1.400 millones de personas que usan mascarillas, se lavan las manos con frecuencia y no se agrupan voluntariamente ... Estas medidas, a los ojos de algunos estadounidenses que no conocen China, pueden ser increíbles, pero en realidad es lo que sucedió en China. Esta es la razón por la cual China ha podido controlar efectivamente la epidemia en Wuhan y Hubei, sin extenderse a otras provincias del país a gran escala, e incluso reduciendo la probabilidad de exportar el virus a gran escala al extranjero.

Según informes de medios extranjeros, las estadísticas sobre la epidemia en varias provincias canadienses importantes muestran que el virus fue introducido en Canadá por viajeros estadounidenses. Australia dejó claro a mediados de marzo que el 80% de los casos de COVID-19 fueron importados del extranjero o tuvieron contacto cercano con casos importados en el extranjero, y que la mayoría de ellos estaban relacionados con Estados Unidos. Los últimos resultados de una investigación publicada por la Universidad de Tel Aviv en Israel muestran que alrededor del 70% de los casos en el país estaban infectados con cepas de virus de Estados Unidos. Un estudio realizado por el Instituto Pasteur en Francia muestra que se desconoce la fuente de la cepa del virus propagada en Francia. Ninguno de los casos importados en Rusia provenía de China. Menos de uno de cada diez casos importados en Singapur provenía de China. El Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas en Japón declaró que la epidemia que se extendió en Japón después de marzo no provenía de China. Después de investigar las cepas de virus transportadas por diferentes casos, varios institutos de investigación en Estados Unidos llegaron a casi la misma conclusión: las cepas de virus transportadas por viajeros europeos son muy similares a las de los infectados en el país norteamericano.

Los hechos demuestran irrefutablemente que China ha logrado un gran éxito en la lucha contra la epidemia. El país no solo es responsable de la seguridad y la salud de su pueblo, sino también de la salud pública de todo el mundo. La epidemia ha provocado una competición de responsabilidades, y una prueba de moralidad y conciencia. China siempre ha insistido en la supremacía del pueblo y la supremacía de la vida, y ha ofrecido una "hoja de respuestas de China" elogiable en esta competición y prueba. El pueblo chino espera sinceramente que Estados Unidos pueda controlar la epidemia de COVID-19 lo antes posible. Al mismo tiempo, China también quiere pedir a algunos políticos en Estados Unidos que no echen la culpa a otros y que las provacaciones no pueden cambiar los hechos. Cuanto más intenten esconder algo, más lo expondrán.