Algunos políticos estadounidenses subestiman la determinación de China de dictar contramedidas

Pueblo en Línea  2020:07:20.09:07

Washington, 20/07/2020 (El Pueblo en Línea)-Provocando las críticas de la comunidad internacional, la administración estadounidense ha intensificado su injerencia en los asuntos internos de China.

La estigmatización más reciente se ha producido en medio de la pandemia del COVID-19, con Estados Unidos presionando para hacer responsable a China del brote del nuevo coronavirus.

Estados Unidos ha aprobado recientemente otro acuerdo de armas a Taiwán. Bajo el pretexto de los derechos humanos, el defensor de la "independencia de Taiwán" interfirió en los asuntos de la región autónoma de Xinjiang Uyghur, promulgó la Ley de Autonomía de Hong Kong para desafiar la soberanía de China, así como permitió a los portaaviones reanudar los ejercicios en el Mar de China Meridional, buscando perturbar la paz y la estabilidad de la región.

Estados Unidos está haciendo todo lo posible por bloquear el desarrollo del gigante tecnológico chino Huawei, e incluso está considerando imponer prohibiciones de viaje a los miembros del Partido Comunista de China (PCCh) y a sus familias, indicó The New York Times.

En la injerencia de los asuntos internos de China, Estados Unidos ha provocado conflictos y violado la Carta de las Naciones Unidas, ha socavado el derecho internacional y las normas relativas a las relaciones internacionales, así como desplazado la justicia y la moral.

Al interferir en los asuntos internos de China, Estados Unidos tiene como objetivo frenar su desarrollo y obstaculizar la revitalización de la nación china, hecho que en última instancia llevaría a China al carril de desarrollo de Estados Unidos.

Estados Unidos tiene una larga historia de interferencia en los asuntos internos de otros países. Durante décadas ha impuesto sanciones contra Cuba, y países como Irán, Siria y Venezuela también han sido víctimas de su injerencia durante más de 10 años.

China se opondrá a cualquier país que interfiera en sus asuntos internos de cualquier manera, defenderá inquebrantablemente la soberanía y los intereses nacionales, y nunca cederá ante cuestiones que comprometan los intereses fundamentales del país.

Algunos políticos estadounidenses no deben subestimar la determinación de China de dictar contramedidas. Su interferencia no sólo dañará a China, también ellos mismos se harán daño.