El COVID-19 pone de relieve el cielo y el infierno estadounidenses

Pueblo en Línea  2020:07:22.10:59

Por Ye Zhu

Washington, 22/07/2020 (El Pueblo en Línea) -Por un lado, está el lado doloroso de la vida: actualmente casi 1 de cada 100 estadounidenses ha dado positivo al COVID-19, el número de desempleados supera los 50 millones, y se calcula que el PIB disminuya un 37% en el segundo trimestre, la peor caída desde la Gran Depresión.

Por otro lado, está el lado elegante de la vida: el mercado de valores funcionando bien. De marzo a mayo, la riqueza de más de 600 estadounidenses ricos se disparó en 434 mil millones de dólares.

Estados Unidos es el país más rico del mundo. Sin embargo, la realidad es que casi 30 millones de personas no tienen acceso a un seguro de salud, y el 14 por ciento de los ciudadanos no pueden pagarse un tratamiento médico.

Apodado como “el niño milagroso" después de permanecer dos meses en el hospital, Michael Flor, de 70 años, sobrevivió al COVID-19 para recibir una factura que le cargaba un millón de dólares por atención hospitalaria.

El gobierno de Estados Unidos no solicitó a las compañías farmacéuticas que ajustaran sus precios. En cambio, el Congreso de Estados Unidos aprobó en marzo un proyecto de ley relacionado con el nuevo coronavirus que incluye 3.100 millones de dólares para desarrollar medicamentos y vacunas y ampliar la capacidad de fabricación. A través del cabildeo, las compañías farmacéuticas han logrado debilitar o eliminar las disposiciones que regulan los precios de los medicamentos.

"Los ricos se enriquecen y los pobres se vuelven más pobres". Entre 1989 y 2018, la proporción de riqueza entre el uno por ciento de los más ricos aumentó un 32 por ciento desde un 23 por ciento previo. Así las cosas, el crecimiento neto de la riqueza para el 50 por ciento inferior de la población fue prácticamente cero, asegura un informe de la FED.

Fisher Island, una isla privada de lujo con un ingreso per cápita de 2,2 millones de dólares, es otro ejemplo. En abril, 800 familias que vivían en la isla de Florida, incluyendo cocineros y sirvientes, le realizaron pruebas para detectar el virus. Más de la mitad de los residentes tienen más de 60 años y son del grupo de "alto riesgo", afirmó un portavoz de Fisher Island en un comunicado.

Sin embargo, los ancianos del asilo Life Care Center, en Kirkland, Washington, también de “alto riesgo", no tienen tanta suerte. En febrero, el centro tenía 120 personas de la tercera edad y 180 empleados. Sin embargo, el 7 de marzo apenas habían 45 unidades de prueba disponibles. Hasta el 13 de mayo, más de 29.100 ancianos y funcionarios en residencias de todo el país han muerto como resultado de la epidemia.

Este es el verdadero Estados Unidos con epidemia. A través del cabildeo, los capitalistas buscan que sus proyectos de ley se aprueben y poder acumular riqueza. No importa que millones de pobres enfrenten una tasa de mortalidad más alta, facturas médicas astronómicas y la permanente presión del desempleo.

Un lado de la vida estadounidense disfruta el cielo. El otro, sufre el infierno.