Fotografía proporcionada por Joaquín Estrader
Por Zi Shengnan
Chengdu, 22/07/2020 (El Pueblo en Línea) -Joaquín Estrader, de 27 años, es un argentino que actualmente estudia en la Universidad Jiaotong del Suroeste para obtener una maestría. Tras el brote de COVID-19, se integró en el grupo de voluntariado del aeropuerto de Chengdu para recibir las donaciones que llegaron desde Argentina. Posteriormente, participó en unas teleconferencias para compartir las experiencias de China en la prevención y el control de la pandemia, actividades que se organizaron de manera cooperativa por China y Argentina. Siendo un ciudadano argentino que estudia en China, Joaquín ha hecho contribuciones especiales a la cooperación y el intercambio entre ambos países en la lucha contra el COVID -19.
El encanto chino le impulsó a volver.
En cuanto al motivo de venir a China a estudiar, Joaquín Estrader dijo que venir a China no era una decisión apresurada sino un plan bien sopesado. Hace tres años, una vez él viajó solo como mochilero a China por nueve provincias durante tres meses. En estos días, apreció la hermosura natural y folklórica oriental, contemplando el paisaje chino, probando la gastronomía china y disfrutando el estilo chino. Entre todo, Chengdu, ciudad de abundancia, es la que le impresió más. Poco a poco, China para él, comenzó a poseer un atractivo especial.
Después de graduarse en la Universidad de Buenos Aires, la experiencia en China seguía siendo algo inolvidable. Por eso, decidió a solicitar una beca para estudiar en China. Al haber terminado todos los trámites, se matriculó en un curso de máster en la Universidad Jiaotong del Suroeste sin encontrar dificultades, empezando su exploración académica en China.
Joaquín afirmó que tras la llegada a China, no había encontrado muchas dificultades en la vida diaria. Chengdu, una ciudad magnífica, nunca ha dejado de ofrecerle nuevos sentimientos y experiencias. Los locales siempre se ofrecen a ayudarle, lo cual agradece mucho. Además de aprender los conocimientos de su especialidad, también dedica mucho tiempo a estudiar chino. Tras muchos esfuerzos, su chino ha llegado a cierto nivel, lo cual le permite desafiar el aprendizaje del chengyu (el modismo chino).
Sin embargo, a Joaquín todavía le queda un reto por superar. Es que la comida de Chengdu se destaca por ser picante, a lo cual no se ha adaptado hasta ahora. Llevado un año viviendo en Chengdu, en vez de acostumbrarse a comer comida picante, ha acumulado muchas experiencias en cómo evitarla. “De todas formas siempre se puede encontrar lugares para comer de acuerdo a tus gustos, ya que China tiene ocho cocinas regionales”, dijo Joaquín.
La participación en el voluntariado y contribuciones a la prevención y el control de la pandemia.
Con el brote de COVID-19, todo el mundo ve su vida afectada. Joaquín no es una excepción. Durante un tiempo, sus familiares que estaban en el otro lado del planeta se encontraban muy preocupados por su situación, sobre todo su padre, que le telefoneaba con frecuencia para saber los detalles. En las llamadas, Joaquín le contaba con paciencia las medidas antipandemicas implementadas por el gobierno y la universidad con miras a calmarlo. “Anteriormente, mi padre me preocupaba mucho. Pero con el progreso en el control de la infección, mi hermana menor, que estudia en Estados Unidos, se convirtió en objeto de su preocupación. “Deseo que ella pueda cuidarse bien”, expresó Joaquín.
Pero durante la cuarentena, Joaquín no estaba totalmente desocupado. Por un lado, se adhería a todas las iniciativas antipandémicas lanzadas por la universidad y el gobierno, tales como llevar mascarilla, lavar las manos frecuentemente, asistir a las clases en línea y evitar salidas. Por otro lado, seguía de cerca todo tipo de información con ganas de encontrar la oportunidad de contribuir a la lucha contra la pndemia. Cuando el aeropuerto de Chengdu necesitó voluntarios, Joaquín se inscribió sin vacilación ninguna y aprobó el proceso de selección. En el aeropuerto, Joaquín se encargó principalmente de recibir las donaciones que llegaron desde Argentina. Eran materiales muy demandados, tales como máscaras, guantes y trajes protectores.
Según afirmó Joaquín, el voluntariado se llevó a cabo de manera expedita. Los alumnos chinos y el personal de la Cruz Roja de Sichuan representaron la mayoría de su equipo. Cada uno tenía su propio trabajo y todos nosotros nos esforzábamos por el mismo objetivo, compartiendo el deseo de que la pandemia pudiera controlarse lo antes posible y que la vida normal volviera cuanto antes.
Ante la pregunta sobre la motivación de trabajar como voluntario, contestó: “En lo personal, quiero contribuir un poco a la lucha contra la pandemia como retribución de todo lo que China me dio; y como ciudadano argentino viviendo en la República Popular China, creo que todos debemos involucrarnos en afianzar la cooperación y la amistad entre ambos países”.
El deseo de la permanencia de la amistad sino-latinoamericana
Fotografía proporcionada por Joaquín Estrader
Cuando el virus se extende a todo el mundo y la situación va de mal en peor, China dona materiales a muchos países y comparte generosamente sus experiencias con todo el mundo. En este contexto, China y Argentina han celebrado muchas actividades de intercambio, en las cuales se ve la presencia de Joaquín.
En una transmisión en vivo, como un argentino estudiando en China, Joaquín explicó a la parte argentina las experiencias de China. Desde su punto de vista, lo que merece más estudio es la aplicación de las nuevas tecnologías de comunicación para la contención del virus. El análisis de macrodatos permite al gobierno identificar los contactos cercanos de los infectados sin tardar mucho tiempo y detectar los casos posibles. Sin embargo, en Latinoamérica estas tecnologías suelen ser utilizadas por el sector privado y pocas veces se aplican al sector público.
Según él, en la lucha contra la pandemia, el gobierno chino ha hecho un trabajo espectacular. En el futuro, China y Argentina deben llevar adelante la cooperación en la prevención y el control de COVID-19,creando instituciones permanentes. Es importante que las relaciones bilaterales con China sean política de Estado en Latinoamérica. La cooperación y el intercambio entre ambas partes no pueden limitarse en el área sanitaria ni solo ser un acto temporal ante adversidades sanitarias como la pandemia del COVID-19.
Sobre el futuro, Joaquín quiere terminar su maestría lo antes posible . La agradable experiencia de vivir en China y su cariño creciente por el país le incentiva a continuar estudios o trabajar en China.
(Web editor: 周雨, Rosa Liu)