(Foto: Captura de pantalla del portal digital de Science)
Wuhan, 27/07/2020 (El Pueblo en Línea) -Cuando el nuevo coronavirus golpeó, los virólogos estaban a la vanguardia de desentrañar sus misterios y organizar una lucha científica contra él.
Sin embargo, una especialista ocupó el centro de atención, no por sus logros como profesional, sino porque la actividad a la que se dedica, que es el estudio del coronavirus en murciélagos, la hizo blanco de teorías de conspiración, y a su laboratorio.
Su nombre es Shi Zhengli, una virólogo china del Instituto de Virología de Wuhan, quien ha estado estudiando virus durante los últimos 15 años y ha identificado docenas de virus mortales similares al SARS en las cuevas donde habitan los murciélagos.
Una teoría de la conspiración, promovida por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quiere afirmar que el nuevo coronavirus que causa la COVID-19 escapó del laboratorio de Shi. Una especulación aún más absurda agrega que el virus fue diseñado, especulación que ha sido refutada y condenada por científicos de todo el mundo.
Por primera vez, la revista Science ha dialogado con Shi y le ha preguntado sobre el origen del nuevo virus y la investigación. El 15 de julio, Shi entregó sus respuestas por escrito a la revista Science.
"La afirmación del presidente de EE.UU. de que el SARS-CoV-2 se filtró de nuestro instituto contradice totalmente los hechos", destacó Shi. "Nos pone en peligro, afectando nuestro trabajo académico y nuestra vida personal. Trump nos debe una disculpa".
Principales hechos proporcionados por Shi
Las muestras de pacientes que tuvieron una neumonía por causas desconocidas fueron enviadas al Instituto de Virología de Wuhan para examinarlas el 30 de diciembre del 2019. "Antes de eso, nunca habíamos estado en contacto con este virus ni habíamos estudiado este virus, ni sabíamos de su existencia", asegura Shi.
"Posteriormente, realizamos rápidas investigaciones en paralelo con otras instituciones nacionales, e identificamos el patógeno", afirmó.
Cuando comenzó a circular el rumor de que el virus se filtró de su laboratorio, Shi repasó los registros de los últimos años para comprobar si hubo un mal manejo de materiales experimentales, especialmente durante el proceso de eliminación, declaró en marzo a Scientific American. Sin embargo, ninguna de las secuencias del virus del murciélago que se encontraban en su laboratorio coincidió con el SARS-CoV-2.
El Instituto de Virología de Wuhan ha identificado cientos de virus de murciélagos a lo largo de los años, pero nada acerca del SARS-CoV-2.
Recientemente, la especulación se ha centrado en el RaTG13, un virus del murciélago que se parece al SARS-CoV-2. Sin embargo, las diferencias en las secuencias de los dos virus sugieren que se separaron de un ancestro común décadas atrás (entre 20 y 70 años). Además, su laboratorio nunca cultivó el RaTG13, por lo que la posibilidad de un accidente es poco probable.
Su investigación cumple con estrictas normas de seguridad de la biotecnología y el laboratorio está sujeto a inspecciones periódicas "por una institución de terceros autorizada por el gobierno", puntualizó Shi.
Las pruebas de anticuerpos han demostrado que ningún miembro del personal del Instituto de Virología de Wuhan o de los estudiantes se infectaron con virus relacionados con el SARS-CoV-2 o el SRAS.
Reseñas de pares internacionales sobre las respuestas de Shi
Las respuestas de Shi también han sido compartidas por Science con varios investigadores líderes en otros países.
Daniel Lucey, de la Universidad de Georgetown, especialista en epidemias que escribe un blog sobre cuestiones del origen de SARS-CoV-2, considera que las declaraciones de Shi son una "gran contribución".
“Es muy emocionante escucharlo directamente de ella", aseguró Lucey.
"Todos sus criterios son lógicos, genuinos y se adhieren a la ciencia como se espera de un científico de clase mundial y una de las principales expertos en coronavirus", destacñó Kristian Andersen, experto en biología evolutiva de Scripps Research.
Edward Holmes, otro experto en biología evolutiva de la Universidad de Sidney, considera que sus respuestas son "un resumen claro, completo y creíble" de lo que ocurrió en el Instituto de Virología de Wuhan.
Shi es una investigadora muy motivada a producir trabajos de alta calidad. Ella saldrá al analisis de campo, y se involucrará en el trabajo allí, pero sus grandes habilidades están en el laboratorio. Es una de las mejores con las que he trabajado en China, de nivel mundial", reconoció Peter Daszak de la EcoHealth Alliance, quien ha colaborado con Shi durante más de 15 años.
Shi habla sobre el origen del virus
Aunque no está seguro el origen del nuevo coronavirus, Shi piensa que se originó en los murciélagos y saltó a los seres humanos, ya sea directamente o a través de un huésped intermedio.
Muchos de los primeros casos de COVID-19 que se identificaron tenían vínculos con el mercado mayorista de mariscos de Huanan, en Wuhan. Sin embargo, dos estudios publicados a finales de enero demostraron que hasta el 45 por ciento de los primeros pacientes confirmados no tenían ningún vínculo con ese mercado, precisó Shi a Science.
"El mercado de mariscos de Huanan puede ser simplemente un lugar lleno de gente donde se encontró un grupo de pacientes con el nuevo coronavirus", agregó.
Shi recordó a Science que los investigadores del Instituto de Virología de Wuhan y de la Universidad Agrícola de Huazhong no encontraron el nuevo virus en muestras de animales de granja y ganado tomadas alrededor de Wuhan y en otros lugares de la provincia de Hubei.
Shi añadió que el coronavirus del murciélago, similar al SARS-COV-2, nunca se ha encontrado en Hubei, lo que la llevó a creer que la transmisión de animal a humano ocurrió en otros lugares.
(Web editor: 周雨, 赵健)