Por Liu Ning y Zhao Tong
Enshi, 02/09/2020 (El Pueblo en Línea) -Situado en el condado de Jianshi, Enshi Tujia y la prefectura autónoma de Miao, provincia de Hubei, la aldea Dashahe lleva el nombre del río que fluye a través de ella.
Hace casi 150 años, los antepasados de la familia Wan construyeron una barca y comenzaron a transportar de forma altruista a los lugareños a través del río Dashahe.
Wan Qizhen, de 79 años, es el barquero de la tercera generación. Durante casi 30 años ha venido realizando su labor.
Wan Qizhen, de 79 años, es el barquero de la tercera generación de su familia. 27 de agosto del 2020. (Foto: Condado Jianshi/ Su Xi)
"Nuestro hogar estaba en la ciudad de Jingzhou, junto al río Yangtsé. La inundación azotó. Mis antepasados tuvieron que huir de la hambruna, recorrieron varias zonas y finalmente se establecieron aquí", precisa Wan a Pueblo en Línea.
Los lugareños regalaron cinco mu (casi 3.300 metros cuadrados) de tierras de cultivo a los ancestros de Wan. Gracias a este recurso pudieron sobrevivir.
Para demostrar su gratitud, los Wan hicieron una promesa: transportarlos gratis por el río.
Wan Qizhen, de 79 años, es el barquero de la tercera generación de su familia. 27 de agosto del 2020. (Foto: Condado Jianshi/ Su Xi)
"Ahora estamos aquí, haciendo una buena acción para los lugareños que es transportar a la gente a través del río y de forma gratuita", subraya Wan.
"Es un muy buen barquero, muy trabajador", asegura una pareja que a diario cruza el río que separa su hogar y la casa de sus hijos. "Hemos sido pasajeros de Wan durante décadas".
Las manos del barquero Wan, 27 de agosto del 2020. (Foto: Pueblo en Línea/Zhao Tong)
Sin embargo, el tiempo sí cobra peaje. A veces, la edad de Wan no puede soportar el desgaste físico de este trabajo. El permanente barquero suele cruzar el río hasta 40 veces al día. Dolorosos moretones aparecen en ambas manos, causados por la álgida fricción con los remos.
"Todos tenemos que resarcir la bondad recibida. Yo tampoco olvidaré la promesa que hicieron nuestros antepasados", prometió el hijo de Wan Qizhen, heredero de la barca. El joven enfatiza que en su familia se mantendrá la tradición, de generación en generación.
"Voy a seguir transportando hasta el día en que ya no sea capaz. Siempre seré barquero para aquellos que necesiten mis servicios", insistió Wan Qizhen, remando su barca lenta e incansablemente a lo largo del río Dashahe.
(Web editor: 周雨, 赵健)