Un empleado trabaja en una planta de aleación de aluminio en el distrito Wuxing de Huzhou, provincia de Zhejiang. [Foto: Xinhua]
Beijing, 07/09/2020 (El Pueblo en Línea) -Desde que el liderazgo superior de China enunció en mayo el nuevo patrón de desarrollo económico de la "doble circulación", el mercado está lleno de interpretaciones de cómo funcionará el modelo y sus efectos de impacto en la economía mundial sacudida por la pandemia.
Definido como una política que "toma el mercado interno como el pilar mientras deja que los mercados internos y externos se impulsen mutuamente", el modelo ha sido visto por los analistas como una solución viable para que China aumente la resiliencia contra las perturbaciones externas y comparta sus oportunidades de desarrollo con el resto del mundo.
Hua Changchun, economista de Guotai Junan Securities, destacó que el mercado interior en constante expansión de China es "un activo estratégico" y ha sido "la fuente de la confianza y la fortaleza del país para lograr una apertura de alto nivel".
Reequilibrios en curso
Si bien la frase puede sonar nueva, su mensaje subyacente de reequilibrar la economía desde aquella dinámica impulsada por las exportaciones y la inversión hacia un mayor enfoque en la demanda interna, constituye en gran medida una continuación de los objetivos declarados por el gobierno hace más de una década.
Desde la crisis financiera mundial del 2008, las autoridades chinas han presentado estrategias que incluyen la ampliación de la demanda interna y las reformas estructurales del lado de la oferta, lo que implicaba que el cambio gradual hacia la circulación interna ya estaba en marcha, señaló Liu Yuanchun, vicepresidente de la Universidad Renmin de China.
Los datos oficiales demuestran que el gasto de los consumidores chinos contribuyó con un 57,8 por ciento al crecimiento del PIB del año pasado, en comparación con la relación entre el 35,3 y el 3 por ciento en el 2008.
En 2019, por primera vez en la historia el PIB per cápita de China superó los 10.000 dólares estadounidenses, haciendo que el énfasis en el mercado interno sea una opción natural, ya que la enorme escala de consumo del país y las crecientes capacidades de suministro implican masivas oportunidades.
“Las complejidades actuales en el entorno económico internacional obligan a China a centrarse más en el mercado interno”, precisa Liu.
Dado que el COVID-19 aún no ha sido puesto bajo control total a nivel mundial, es probable que la economía mundial permanezca en la cuerda floja. Asimismo, la recuperación del comercio internacional y el riesgo de inversión se ven aún más gravados por los vientos en contra de la globalización.
En este contexto, la cooperación es más necesaria que nunca. Los dirigentes chinos han subrayado que la "doble circulación" no es en absoluto un bucle interno cerrado y han reafirmado que la apertura es una política nacional fundamental.
"La circulación interna y la circulación internacional deben complementarse y reforzarse mutuamente", señaló Liu.
Aunque la circulación interna está anclada en satisfacer la demanda interna, una excavación más profunda del enorme mercado chino, junto con los continuos esfuerzos de apertura, ayudarán a levantar la recuperación económica mundial, añadió.
Si bien aún no se han concretado políticas detalladas para la "doble circulación", las autoridades ya están estableciendo el diálogo para mejorar la conectividad entre ambos mercados.
En la 15 reunión del Comité Central para profundizar la reforma general, celebrada el 1º de septiembre, las autoridades chinas hicieron hincapié en la necesidad de vincular la construcción de un nuevo patrón de desarrollo con la aplicación de una estrategia para el desarrollo regional coordinado y la construcción de zonas piloto de libre comercio.
Las estrategias de desarrollo regional coordinadas, incluido el desarrollo occidental y la revitalización del noreste de China, pueden ayudar a eliminar las barreras del mercado para garantizar la circulación interna, mientras que las zonas francas piloto sirvirán como plataformas clave para conectar ambos mercados.
A pesar de la pandemia, en los primeros siete meses del año las zonas francas piloto de China atrajeron inversiones y comercio foráneo, desempeñando un papel positivo en la estabilización del comercio exterior y la inversión en medio de un mercado internacional lento.
Datos oficiales indican que las seis zonas piloto del país en las regiones de Shandong, Jiangsu, Guangxi, Hebei, Yunnan y Heilongjiang, así como el área de Lingang de Shanghai, una nueva sección del piloto de Shanghai FTZ, atrajeron 13.11 mil millones de renminbi (alrededor de 1.900 millones de dólares estadounidenses) de inversión extranjera durante el período enero-julio.
“El país seguirá persiguiendo el desarrollo de alta calidad de las zonas piloto y les otorgará más espacio para avanzar en la reforma y la apertura, a fin de que puedan tomar la iniciativa en la formación de la doble circulación, explicó Tang Wenhong, funcionario del Ministerio de Comercio de China.
El viernes, el país anunció que apoyará a Beijing en la creación de una zona de asistencia técnica piloto y en la construcción de una zona nacional de demostración integral para ampliar la apertura en el sector de los servicios.
China también facilitará el acceso a los mercados en el citado sector y ampliará activamente las importaciones de servicios de alta calidad.
Al referirse a un aspecto esencial de la dinámica de la “doble circulación”, Liu preciso: "El mercado interior seguirá siendo un mercado abierto".
(Web editor: 周雨, 赵健)