MONTEVIDEO, 6 sep (Xinhua) -- La lana en Uruguay vive su peor momento pero lejos del desánimo productores y empresarios del rubro trabajan en un mejor posicionamiento internacional del producto bajo la marca "Uruguay Wools".
Con la inminente llegada de la primavera austral el campo uruguayo es testigo de la esquila, que se recordará por una cosecha que se juntará en los galpones con las de temporadas anteriores.
"Los consignatarios de lana estiman que podría quedar entre un 40 y 50 por ciento (de la producción sin comercializar) a la fecha habiendo terminado la zafra 2019-2020", dijo a Xinhua Diego Saavedra, gerente general de Central Lanera Uruguaya.
La demanda internacional del producto se había contraído en 2019 y la pandemia agravó esa tendencia llevando el precio de la lana en septiembre en Australia a su menor valor en 11 años.
Para concretar la recuperación "lo primero es que se reactive la demanda en la punta final de la cadena, en el comercio minorista de las tiendas. Eso es lo que impulsa la cadena textil lanera", explicó Saavedra.
La marca de Central Lanera, Centex, tiene a China como su principal mercado y allí "es muy reconocida y buscada por los empresarios porque saben que somos los de mejor calidad entre los operadores uruguayos", comentó.
Uruguay, con una producción anual de unos 25 millones de kilos (en base sucia), es hoy el cuarto exportador mundial de tops de lana en términos de volumen y el sexto si se consideran las divisas comercializadas.
Días atrás se presentó la marca Uruguay Wools para identificar la producción del país con "lanas de excelencia" con "mano de obra calificada y una tradición centenaria en esta actividad, que lo posiciona como un referente en el mundo".
La responsable de comunicación del Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL), Magdalena Rocanova, señaló a Xinhua que esta denominación busca "contar la tradición, el conocimiento y el trabajo que tiene Uruguay en el manejo de la fibra lana".
El proyecto de marca se planteó en el Plan Estratégico Nacional del Rubro Ovino, un espacio interinstitucional en el que que está representada la cadena ovina, se aprobó y se impulsó con el apoyo del instituto de promoción del comercio exterior Uruguay XXI.
"Somos uno de los principales polos de industrialización de lana del mundo", comentó Paz Bottaro, analista de Mercados del SUL.
China es el principal comprador para la lana sucia y lavada, y en tops lidera en conjunto con otros países, detalló en diálogo con esta agencia.
"Se está tratando de levantar restricciones que tienen los productores para que puedan seguir aumentando su stock, que ha permanecido en los 3.500.000 de cabezas", amplió.
En 2019 el rubro ovino uruguayo redujo sus exportaciones un 16 por ciento a 276 millones de dólares americanos, de los cuales la lana y productos representaron el 71 por ciento.
Pese al mal momento, los actores del sector lanero son optimistas sobre el potencial del producto como fibra natural.
"Es biodegradable, se adecua a distintos tipos de clima, desde cálido a muy frío, pero sobre todo por sustentable y ecológico que es hacia donde va el mundo textil", evaluó Saaveda, de Central Lanera.
"Tiene un futuro promisorio, hay que tender puentes para llegar a ese futuro", afirmó.
En opinión de Bottaro, "hay una oportunidad muy importante a partir de la pandemia" porque los consumidores van a buscar productos "compatibles con el medio ambiente y la salud humana" y la carne ovina y la lana "tienen un potencial enorme".
(Web editor: 周雨, 赵健)