Una mujer limpia su casa dañada debido a las lluvias provocadas por la tormenta tropical Iota, en Tegucigalpa, Honduras, el 19 de noviembre de 2020. (Xinhua/Rafael Ochoa)
Por Sergio Held, en Colombia
Providencia, Colombia, 01/11/2020 (El Pueblo en Línea) -El huracán Iota sigue siendo una pesadilla para los residentes de Providencia, una isla colombiana de 17 kilómetros cuadrados que está situada en el Mar Caribe. Ellos ahora luchan por recuperarse de sus estragos.
Keysi Hawkins, nacido y criado en Providencia y que ahora vive en Francia, precisó que "fue un momento horrible. Pasaron cuatro días sin que (yo) supiera nada sobre mi familia (en Providencia) ... Nunca he experimentado algo así antes”.
Iota fue el primer huracán de categoría 5 que el 17 de noviembre golpeó a Colombia, así como a otros países del Caribe. Providencia quedó totalmente fuera de juego. De hecho, durante la mayor parte del día perdió el contacto con el mundo exterior.
A principios de mes, el huracán Eta de categoría 4 también azotó Colombia, Nicaragua y otros países de la región, matando a cientos de personas y con cientos de desaparecidos aún sin encontrar. Unas 300.000 personas fueron desplazadas de sus hogares.
"Los daños causados por el huracán Eta son enormes, y no nos habíamos recuperado todavía cuando golpeó Iota", asegura Luz Marina Livingston, periodista local de Providencia. La isla está situada más cerca de las costas de Nicaragua y alberga a unas 5.900 personas.
La intensa temporada de tormentas ha exacerbado los daños económicos causados por los bloqueos relacionados con el COVID-19 y ha subrayado los peligros del cambio climático.
Los huracanes también han azotado a Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Panamá y México, entre otros.
Hasta el jueves, el número de muertos en toda la región debido a Iota ascendía a 61 y 41 personas desaparecidas.
La gente de todo el Caribe está luchando por recuperarse del doble golpe. En San Andrés, una isla a 93 km de Providencia y la más grande del archipiélago, la infraestructura fue devastada, el presidente de Colombia, Iván Duque, situó la magnitud de la destrucción en un 99 por ciento.
Reconstruir no será fácil.
"Hemos estado hablando de un plan de reconstrucción de 100 días", detalló Duque. "Tal vez nos lleve un poco más, pero lo importante es que en los primeros 100 días de intervención tenemos ayuda humanitaria y soluciones entregadas a las familias más afectadas".
Líderes de toda la región coincidieron en que trabajarán juntos para solicitar a los países más ricos -a través de los bancos y agencias de desarrollo- toda la ayuda posible. "En Centroamérica no hemos causado el cambio climático, pero estamos entre los más afectados", afirmó Juan Orlando Hernández, presidente de Honduras.
Los residentes pasarán los próximos meses, o incluso años, buscando desaparecidos y reconstruyendo sus vidas. El mundo se ha presentado para ayudar con recursos y la experiencia técnica. China está entre los donantes, comprometiéndose a proporcionar cientos de miles de dólares.
Ayuda oportuna
"Desde la República Popular China, expresamos nuestras condolencias al pueblo colombiano por las recientes catástrofes climáticas", afirmó el 20 de noviembre la Embajada de China en Bogotá. "Para ayudar, confirmamos una donación de la Cruz Roja China de 100,000 dólares para asistencia en el país".
Al anuncio de la embajada le siguió otro del viceministro de Relaciones Exteriores de Colombia, Francisco Echeverri, después de una reunión con el viceministro de Relaciones Exteriores de China, Zheng Zeguang, como parte de la celebración de los 40 años de los lazos diplomáticos entre ambos países.
"Durante la reunión virtual, Zheng expresó su solidaridad con Colombia por los desastres causados por la emergencia invernal, principalmente en el archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, y anunció una donación en efectivo de 500.000 dólares de su gobierno", precisó el Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia en un comunicado de prensa.
Los huracanes pueden haber causado daños en toda la región por valor de 400 millones de dólares.
En Providencia, la gente dice que espera tener voz y voto sobre cómo se lleva a cabo la reconstrucción, después de que una política de reconstrucción redactada en Bogotá, capital colombiana, fue mal recibida.
"Queremos hacer un llamamiento al gobierno para que planifique de manera organizada las acciones que se llevarán a cabo en las islas para que se conviertan en soluciones a largo plazo", instó el Movimiento de Supervisión Cívica de la Antigua Providencia.
"Pedimos la participación de la comunidad civil, científica y técnica en el plan de reconstrucción porque es esencial que se tengan en cuenta las condiciones bioclimáticas de nuestro archipiélago y nuestra cultura ancestral", añadieron.
Livingston, periodista de Providencia, recalcó que "no queremos diseños que no estén relacionados con nuestra cultura y tradiciones. Me gustaría pensar que este huracán nos está dando la oportunidad de empezar de nuevo, lo que significa hacer las cosas de la manera correcta".
(Web editor: 周雨, 赵健)