Por Zhong Sheng, Diario del Pueblo
Beijing, 09/12/2020 (El Pueblo en Línea) - Recientemente el Gobierno de Estados Unidos emitió nuevas reglas que restringen los viajes a los Estados Unidos de los miembros del Partido Comunista de China y sus familiares directos. Se trata de un acto indignante de algunas fuerzas extremas antichinas de Estados Unidos que buscan intensificar su represión política apelando a un fuerte prejuicio ideológico y un arraigado pensamiento de guerra fría. Este es otro ejemplo de su desprecio por las normas básicas de las relaciones internacionales, por el espíritu de los tres comunicados conjuntos de China y Estados Unidos y un intento de secuestrar las relaciones bilaterales.
Algunos académicos han analizado que la señal de la nueva política del Gobierno de Estados Unidos ha quedado clara: su objetivo es provocar un enfrentamiento ideológico entre Estados Unidos y China y cambiar el consenso sobre la cooperación basada en intereses comunes, establecida desde la visita del presidente Nixon a China.
Cuando Estados Unidos estableció relaciones diplomáticas con China, entendió que China era un país socialista y bajo el liderazgo del Partido Comunista de China (PCCh). Las relaciones entre los dos países se basaron en un entendimiento común del reconocimiento y respeto mutuo de las diferencias de sus sistemas sociales.
En los últimos 40 años, gracias a los esfuerzos conjuntos de China y Estados Unidos y ambos pueblos, la relación entre los dos países ha avanzado y aportado enormes beneficios mutuos. Además, frente a los numerosos desafíos de la humanidad, ha contribuido al mantenimiento de la paz, la estabilidad y el desarrollo mundiales.
La historia y la realidad revelan que no hay razón para que China y Estados Unidos no cooperen, ni hay razón para rechazar un futuro en el que todos ganen. No se debe permitir que la mentalidad de suma cero encarnada en el "desacoplamiento" y la mentalidad de una "nueva guerra fría" arrastre las relaciones entre China y Estados Unidos hacia una trampa.
La igualdad y el respeto mutuo son los principios básicos que rigen las relaciones entre los países. China no interfiere en los asuntos internos de Estados Unidos, ni exporta su modelo de desarrollo a otros países ni participa en confrontaciones ideológicas. Los Estados Unidos también deben atenerse a las normas básicas de las relaciones internacionales, sin interferir en los asuntos internos de China ni bloquear el derecho a viajar del pueblo chino.
El liderazgo del PCCh es el rasgo más esencial del socialismo con características chinas. El PCCh, nacido con 50 miembros, se ha convertido en el mayor partido del mundo con más de 92 millones de miembros. Esto ha sido posible por el hecho de que es un partido que depende del pueblo, sirve al pueblo, ha estado profundamente arraigado y forma parte inseparable del pueblo chino. Algunos políticos en Estados Unidos, en su intento de difamar al PCCh y suprimir a sus miembros, han hecho que 1.400 millones de chinos sean sus enemigos.
En la actualidad, algunos políticos de Estados Unidos están tratando de desacoplar a los Estados Unidos de China, nación que representa una quinta parte de la población mundial. Este acto de desvincular a Estados Unidos del mundo y del futuro es contrario a la tendencia de desarrollo de la historia. Tampoco está en consonancia con el deseo de ambos pueblos, que desean disfrutar de intercambios amistosos. Y en última instancia, perjudicará los propios intereses de lEstados Unidos.
Las relaciones entre China y Estados Unidos se encuentran en un momento crítico de su historia. Promover el desarrollo sano y estable de las relaciones sino-americanas no sólo coincide con el interés fundamental de ambos pueblos, sino también cumple la expectativa de la comunidad internacional. Los ciudadanos perspicaces saben que no se debe permitir que las fuerzas extremas antichinas de Estados Unidos intensifiquen la politización y la militarización ideológica. Tampoco debemos cometer errores históricos, direccionales y estratégicos en el desarrollo de las relaciones bilaterales. Ambas partes deben adherirse al espíritu de no conflicto, no enfrentamiento, respeto mutuo y cooperación mutuamente beneficiosa, concentrarse en la cooperación, gestionar sus diferencias, promover el sano y estable desarrollo de las relaciones y unir sus manos con otros países y con la comunidad internacional para avanzar en la noble causa de la paz y el desarrollo mundial.
(Web editor: 吴思萱, 赵健)