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Delitos de odio contra asiáticos: una plaga que EE.UU. no aborda

Pueblo en Línea  2021:03:22.14:40

Por Meng Bin

Beijing, 22/03/2021 (El Pueblo en Línea) -En el apogeo de la protesta nacional desatada por el brutal asesinato de George Floyd, una epidemia de crímenes de odio contra asiáticos se extendió a la sombra. Insultos racistas en las redes sociales, lesiones en la calle e incluso homicidios selectivos en balnearios. Los delitos de odio contra asiáticos han mutado, afectando a la comunidad llamada "minoría modelo".

Desde el 19 de marzo del 2020 hasta el 28 de febrero de este año, se han reportado al menos 3.795 incidentes de odio contra asiáticos-estadounidenses, precisó un reciente informe de Stop AAPI Hate, ONG de seguimiento a la discriminación, odio y xenofobia contra asiáticos-estadounidenses e isleños del Pacífico.

Otro informe publicado por el Centro para el Estudio del Odio y el Extremismo de la Universidad Estatal de California señala una tendencia preocupante: el año pasado los delitos de odio contra asiáticos en 16 de las ciudades más grandes de Estados Unidos aumentaron un 149%, a pesar de que "los delitos de odio se redujeron un 7%".

Detrás de las escalofriantes cifras hay seres queridos muertos, dolor, corazones rotos y sueños destrozados. La comunidad asiática sangra por dentro.

Trabajadores chinos en la construcción del Ferrocarril del Pacífico Central en California, 1866. (Foto: Archivos Underwood)

Una enfermedad hereditaria

En la medicina moderna, una enfermedad crónica generalmente se define como una condición de salud a largo plazo que a menudo no tiene cura. Algunas pueden atribuirse a hábitos de vida poco saludables, mientras que otras se determinan por los defectos genéticos. Cuando se trata del racismo de larga data contra los asiáticos en Estados Unidos, tanto los factores heredados como los ambientales evidencian sus huellas.

Ya en la década de 1850, los inmigrantes chinos cruzaron el vasto océano y se establecieron en el continente americano. Trabajadores infatigables y mal pagados, fueron la fuerza laboral perfecta para que los capitalistas les explotaran y fueran aceptados por las empresas locales de minería y construcción de ferrocarriles. Sin embargo, no fueron bien recibidos por los obreros blancos locales que afirmaban hasta la saciedad que "los asiáticos venían a robarle los empleos a los blancos".

La violencia contra los asiáticos fue posterior alimentada por un fallo de la Corte Suprema de California que enunciaba que los asiáticos no podían testificar contra un blanco en la corte. Desde entonces, Estados Unidos ha lanzado un feroz período de racismo asiático, incluyendo la masacre china de 1871, la Ley de Exclusión China de 1882 y la masacre de Rock Springs en 1885, por nombrar recordar algunas.

Diluido con el tiempo, el racismo en Estados Unidos a veces ha sido difícil de rastrear. El 17 de marzo, el New York Times publicó un artículo de investigación titulado "Las víctimas del agente naranja que Estados Unidos nunca ha reconocido”. En ese trabajo periodístico se examina las consecuencias de la fumigación del ejército estadounidense sobre Laos durante la guerra de Vietnam.

El expresidente estadounidense Donald Trump participa en un mitin en Latrobe, Pensilvania, Estados Unidos, 3 de septiembre del 2020. (Foto: Xinhua/Liu Jie)

La nueva variante

La mayoría todavía puede recordar la pronunciación de Trump sobre "China" durante la campaña presidencial del 2015. El desprecio en su tono y sonrisa se convirtió en meme en Internet. Más tarde apeló a sus seguidores, expresando que el racismo contra chinos y asiáticos es totalmente aceptable.

Teniendo en cuenta sus antecedentes, no sorprendió a nadie que Trump durante una rueda de prensa tachara la palabra “Corona” (Virus) en sus notas y la reemplazara por "China". Twitter se inundó entonces con los hashtags "virus #China", "virus #Kung fu" y "virus #Panda". De hecho, un estudio publicado el 18 de marzo por la Universidad de California afirma que debido a que el expresidente estadounidense Trump tuiteó la frase "virus chino" en referencia al COVID-19, aumentó en Twitter el uso de hashtags contra asiáticos.

La irresponsabilidad de Trump durante sus últimos días en la Casa Blanca no tuvo precedentes, fue antipresidencial y una salida muy peligrosa para un líder nacional. Al culpar a China, trató de eludir sus responsabilidades en el manejo de una emergencia médica a nivel nacional que arruinó totalmente el futuro de su administración. Utilizó de chivo expiatorio a China para tapar su inacción e incompetencia, restarle importancia a la gravedad del virus, desvincularse del asesoramiento profesional de expertos como el Dr. Fauci e incitar a reabrir los Estados.

Captura de pantalla del portal digital del canal de noticias local de ABC donde se denuncia un delito de odio contra una madre asiática, que fue escupida junto a su bebé y definida como "virus chino" en Queens, Nueva York, 11 de marzo del 2020.

El racismo colectivo contra los asiáticos no se detuvo con el caótico y sangriento final de la presidencia de Trump. Por el contrario, NADA HA CAMBIADO. El número récord de personas que votaron por Trump en 2020 es una prueba de que existe un número récord de convencidos de que el flagrante racismo es lícito cuando proviene de la actitud de un presidente estadounidense, o al menos no debe importar tanto. La "insurrección en el Capitolio de Estados Unidos que fue incitada por Trump" es también un ejemplo de arengas con palabras que se convierten en acciones letales y peligrosas.

Manifestación contra los delitos de odio contra los asiáticos en San Mateo, California, Estados Unidos, 27 de febrero del 2021. (Foto: Xinhua/Wu Xiaoling)

Los eslóganes no son curas

Si el racismo en Estados Unidos es un árbol podrido que sigue dando nuevas hojas, algunos políticos y medios de comunicación sólo sirven como fertilizante para nutrirlo, intencionalmente o no.

Un optimista esgrimiría que ahora que Trump ha sido silenciado en Twitter y Facebook, quedan muy pocas posibilidades de que pueda vender su juego del " virus chino". Sin embargo, a menudo se pueden leer titulares como "Cruz reprende al Ayuntamiento de San Antonio por denunciar el “virus chino” como discurso de odio".

Otro refuerzo del racismo contra los asiáticos llega desde los medios de comunicación. Allí es mucho más sutil y difícil de reconocer. Si el frenesí de Trump en Twitter contra China era un cañón visible, entonces los falsos retratos de algunos medios de comunicación sobre China son balas invisibles que no pueden ser ignoradas.

Los medios estadounidenses son buenos creando mitos sobre China. En sus “reportajes” sobre China, el pueblo siempre está sufriendo, el medio ambiente está contaminado, los funcionarios son corruptos y los animales terminan maltratados. A través del engaño y la exageración mediática, China aparece como la culpable de una pandemia global. A través de filtros y falsas "cuentas", se considera que el "abuso de los derechos humanos" en Xinjiang es cierto y que los disturbios en las calles de Hong Kong estaban justificados (incluso después de que la propia oficina de Nancy Pelosi fuera ocupada).

Cada vez que ocurre un evento racista, los medios estadounidenses claman por la unidad y la solidaridad dentro del país, al mismo tiempo que sabotean exactamente la misma unidad y solidaridad que existe en otros países.

Mientras los políticos y los medios estadounidenses sigan demonizando a China, el statu quo no cambiará. Al igual que la violencia armada y los movimientos de Black Lives Matter, los eslóganes y los tuits de aliento son el placebo, nunca la cura.

Manifestantes participan en el puente de Brooklyn en una protesta desatada por la muerte de George Floyd, Nueva York, Estados Unidos, 13 de junio del 2020. (Foto: Michael Nagle/Xinhua)

Este mes, el presidente estadounidense Joe Biden anunció que para finales de mayo habría suficientes vacunas "para todos los adultos de Estados Unidos". Si tiene éxito, será un gran paso y se aprovechará el hecho de que la raza humana ha sido capaz de desarrollar vacunas contra el COVID-19 en un período tan corto. Pero, ¿cuándo tendrá Estados Unidos la oportunidad de "vacunar" a toda la sociedad contra el racismo? Dejar de llamar al SARS-CoV-2 el "virus chino" sería un buen comienzo.   

(Web editor: 周雨, 赵健)

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