Por Li Haidong
Estados Unidos implementó la llamada "intervención humanitaria" contra Yugoslavia bajo el pretexto de la "responsabilidad de proteger", reformó por la fuerza la política y la sociedad de otros países bajo el pretexto de la "protección", lanzó una serie de guerras contra otros países en el nombre del “antiterrorismo”, e interfirió salvajemente en los asuntos internos de otros países bajo el disfraz de la “democracia y los derechos humanos”, en diferentes etapas desde el final de la Guerra Fría.
Esta práctica del intervencionismo estadounidense trajo muchas tragedias humanas, recordando a la gente que debe estar muy atenta.
En primer lugar, las acciones intervencionistas de Estados Unidos han provocado el caos en el orden interno y regional de un país, un gran número de muertes y huidas de personas, así como innumerables tragedias y desastres humanitarios. En la década de 1990, la intervención de Estados Unidos en Yugoslavia intensificó directamente los conflictos étnicos del país y la venganza mutua. La Guerra de Bosnia y la Guerra de Kosovo dejaron casi 300.000 muertos y 3 millones de refugiados. Al final, Yugoslavia se convirtió en un país débil.
La guerra de Estados Unidos en Afganistán, que ha durado 20 años desde octubre de 2001 hasta ahora, sumió a la región en un caos profundo y provocó directamente 11 millones de refugiados y la muerte de más de 30.000 civiles inocentes.
La guerra en Irak lanzada por Estados Unidos y la intervención militar de alta intensidad en la guerra de Siria no solo causaron la expansión de fuerzas terroristas como el Estado Islámico y el conflicto y la agitación en Oriente Medio, sino que también resultó en la muerte de más de 200.000 civiles y dejaron a más de 5 millones de refugiados.
Todas estas acciones de intervención extranjera llevadas a cabo por Estados Unidos por razones falsas han desembocado en desastres humanitarios más graves en los países y regiones relevantes.
En segundo lugar, las guerras o el caos provocado por las acciones intervencionistas de Estados Unidos han desencadenado un flujo continuo de refugiados, que emigran a zonas fuera de países caóticos a gran escala, provocando el desbordamiento de desastres humanitarios más graves. En cuanto a su destino de huida, la mayoría de los refugiados de Oriente Medio y África del norte emigran a Europa, mientras que los de América Latina emigran generalmente a Estados Unidos. En el proceso de fuga, sufren hambre y se separan de sus familias. Un número considerable de refugiados son rechazados por los países de destino o detenidos y aislados, sin ninguna libertad personal.
Los refugiados migrantes sufren discriminación, ostracismo y ataques por parte de los residentes locales, y el orden social local a menudo se encuentra en un caos extremo.
Alemania, que tiene el mayor número de refugiados de Europa, sufre profundamente a este respecto. Con más de 200.000 refugiados, las condiciones económicas y sociales de Alemania se han visto gravemente afectadas. El pueblo alemán ha expresado serias dudas sobre cómo el gobierno se ocupa de los problemas de los refugiados. Han estallado conflictos directos con los refugiados en países como Dinamarca y Suecia.
La crisis de refugiados provocada por la intervención de Estados Unidos ha afectado sustancialmente la estabilidad regional. Los países desarrollados, que siempre han hecho hincapié en los derechos humanos en el pasado, han sido acusados de desprecio por los derechos humanos de los refugiados. Su orden interno estable en el pasado también está en peligro debido al flujo de refugiados.
En tercer lugar, las continuas acciones intervencionistas de Estados Unidos han hecho que se hundan en el pantano de los desastres humanitarios y les resulte difícil liberarse.
En los últimos 20 años, el coste total de la intervención extranjera de Estados Unidos a través de la guerra ha alcanzado los 6 billones de dólares, y el coste de los medios secretos para participar en actividades de sabotaje, como la llamada "revolución de color", también ha sido muy alto.
Estados Unidos ha gastado una cantidad tan grande de fondos para intervenir en países extranjeros y crear desastres humanitarios, pero rara vez considera gastar dinero para mejorar los derechos humanos básicos de las relaciones raciales nacionales y los grupos desfavorecidos, ni para mejorar la promoción de los derechos humanos en lo relacionado al seguro médico, el empleo o la infraestructura.
Estados Unidos, que ha estado interviniendo en países extranjeros provocando desastres humanitarios en todo el mundo, se encuentra actualmente en medio de una crisis de desastre humanitario.
La élite política estadounidense, obsesionada con la intervención extranjera, pero perezosa para mejorar su propio gobierno, ha descubierto ahora que Estados Unidos se encuentra en un estado de crisis generalizada de oposición política, oposición de clase y oposición étnica.
La ocurrencia y frecuencia de incidentes terribles, como el número de muertes por Covid-19 en EE.UU, que supera las 586.000 y la muerte de George Floyd, muestran que el resultado final de la intervención extranjera de EE.UU es morderse a sí mismo. Estados Unidos se ha convertido en un modelo para los desastres humanitarios globales, lo que sigue siendo una gran ironía.
Estados Unidos todavía interfiere en los asuntos de otros países, sin embargo, cada vez más países se dan cuenta de que, para garantizar la estabilidad duradera del orden internacional, todos los países deben unirse para oponerse al intervencionismo estadounidense.
(El autor es profesor en el Instituto de Relaciones Internacionales de la Universidad de Relaciones Exteriores de China)
(Web editor: 赵健, 周雨)