La justicia y la libertad siempre están por encima de las mentiras

Pueblo en Línea  2021:06:23.15:40

Por Zhong Sheng, Diario del Pueblo

El 22 de junio, en la 47ª sesión del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas celebrada en Ginebra, Suiza, 65 países hicieron una declaración conjunta en apoyo a China, enfatizando que el respeto por la soberanía, la independencia y la integridad territorial de todos los países, y la no interferencia en los asuntos internos de países soberanos son la norma básica de las relaciones internacionales.

Los asuntos de Hong Kong, Xinjiang y el Tíbet son asuntos internos de China y ninguna persona externa debe interferir en ellos. Todos ellos abogan por respetar los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas, respetando el derecho de la gente de todos los países a elegir independientemente el camino del desarrollo de los derechos humanos de acuerdo con sus condiciones nacionales, oponiéndose a la politización y el doble rasero de las cuestiones de derechos humanos, y oponiéndose a las acusaciones irrazonables motivadas políticamente contra China y basadas en información falsa, y oposición a la injerencia en los asuntos internos de China con el pretexto de los derechos humanos.

Los seis países del Consejo de Cooperación del Golfo(CCG) han enviado cartas conjuntamente en apoyo de la posición de China, y más de 20 países han apoyado y se han hecho eco de China con discursos individuales. Más de 90 países han unido sus voces en el Consejo de Derechos Humanos, como las que hablaron con solemnidad desde el Palacio de las Naciones en Ginebra a todos los rincones del mundo.

En marcado contraste, con el propósito político de reprimir y contener a China, algunos países occidentales como Canadá, Estados Unidos y Reino Unido fabrican y difunden información falsa, atacan y difaman a China, y además socavan la atmósfera del diálogo y la cooperación internacionales en materia de derechos humanos.

Bajo el fuerte apoyo de la gran cantidad de países en desarrollo que apoyan firmemente a China, el ruido de estos países occidentales parece estar particularmente aislado. Dichos países no pueden representar las normas de derechos humanos ni la opinión pública internacional. La ironía es que esos países occidentales, que se llaman a sí mismos "jueces de los derechos humanos", son ellos mismos imperfectos en cuestiones de derechos humanos, y muchas naciones han expresado sus preocupaciones sobre cuestiones de derechos humanos en Estados Unidos y Occidente en el Consejo de Derechos Humanos.

Los restos de más de 200 niños indígenas fueron hallados recientemente en un internado en Canadá, lo que recuerda los crímenes históricos de Canadá, que exterminó a los indígenas y su cultura, además de separar por la fuerza a 150.000 niños indígenas de sus familias y enviarlos a internados, donde al menos 4.000 niños aborígenes murieron.

La discriminación racial sistémica e institucional en Reino Unido se ha vuelto cada vez más intensa. Un tercio de las familias de niños menores de 15 años viven en la pobreza y un gran número de refugiados e inmigrantes han sufrido graves violaciones de sus derechos. Los británicos mataron y torturaron a civiles en Irak, Afganistán y otros lugares, pero los perpetradores fueron protegidos por el gobierno y permanecieron prófugos.

Estados Unidos es conocido como el "faro de los derechos humanos", pero las linternas siempre han iluminado a los demás y no a sí mismos. Después del incidente de George Floyd, la discriminación racial sistemática y los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley continuaron experimentando violencia en Estados Unidos. Desde 2001, Estados Unidos ha llevado a cabo las llamadas operaciones antiterroristas en más de 80 países de todo el mundo. Más de 800.000 personas han muerto directamente por las guerras, de las cuales alrededor de 335.000 eran civiles desplazados. Dichas guerras han provocado el desplazamiento de decenas de millones de personas.

Recordando la gloriosa historia del último siglo, el Partido Comunista de China ha instado a la lucha por los derechos humanos y la libertad para el pueblo desde su fundación. Ya sea la transformación histórica después de la fundación de la República Popular China, la reforma y apertura del país, y los logros y cambios del Partido y el país desde el XVIII Congreso Nacional del Partido Comunista de China, el PCCh siempre ha considerado como su objetivo el anhelo del pueblo por una vida mejor, se ha comprometido con la promoción y protección continuas de los derechos humanos en el proceso de desarrollo y los beneficios del desarrollo para todo el pueblo chino.

El secretario general, Xi Jinping, señaló que una vida feliz para la gente es el mayor derecho humano. Independientemente de los cambios en el tiempo, la posición de China sobre las cuestiones de derechos humanos es unánime.

Los derechos humanos son la búsqueda común de toda la humanidad, no la patente de unos pocos países. Tampoco pueden ser una herramienta para interferir en los asuntos internos de otros países e incitar a la subversión del poder político.

China seguirá adhiriéndose al concepto de derechos humanos "centrado en las personas", defenderá los valores comunes de paz, desarrollo, equidad, justicia, democracia y libertad para toda la humanidad, y trabajará de manera constructiva con todas las partes en cuestiones de derechos humanos sobre la base de la igualdad y el respeto mutuo, siempre con diálogo y cooperación.

Mientras China da la bienvenida a la culminación de una sociedad moderadamente próspera en todos los aspectos, la causa de los derechos humanos de China seguramente estará garantizada a un nivel más alto, y hará mayores contribuciones al desarrollo saludable de la causa mundial de los derechos humanos.

Diario del Pueblo (versión 03 del 23 de junio de 2021)