Un trabajador postal chino le ha dado tres veces la vuelta al mundo y sigue adelante

Pueblo en Línea  2021:06:30.14:43

Tang Heshun se toma un descanso en su ruta para entregar correo y cartas en la zona rural de Lanzhou, provincia de Gansu. (Foto: China Daily)

Por Ma Jingna y Ye Zizhen

Un cartero chino camina 10 horas diaria para entregar felicidad en cartas y paquetes.

Durante 12 años, Tang Heshun ha cargado el fardo de correo a sus espaldas y caminado 130.000 kilómetros, el equivalente a darle la vuelta al mundo más de tres veces.

Tang es cartero de la zona rural de Lanzhou, provincia de Gansu. Haga un día soleado, nevado o lluvioso, todos los lunes, miércoles y viernes se pone su uniforme verde y sale a entregar las encomiendas. No es raro verlo enlodado o sin quitarse el polvo del camino.

Desde las 6 de la mañana que se levanta, necesita una hora llegar a la oficina de correos en el distrito de Xigu de Lanzhou.

A las 9 de la mañana, el personal comienza a clasificar el correo, que deben distribuir a tres trabajadores postales, incluido Tang, antes de las 9:30.

Su área de entrega se encuentra a una altitud media de unos 2.100 metros. Los vehículos no pueden llegar a la mayoría de los pueblos debido a los acantilados y montañas.

Nacido en 1966, Tang es nativo de la aldea Jingou en Lanzhou. Hace doce años, su primo se retiró como trabajador postal debido a mala salud y Tang le sustituyó.

Tang siempre pensó que sería bueno servir a los aldeanos.

Durante muchos años, cada vez que pensaba en renunciar debido al mal tiempo, Tang siempre pensaba en su primo, que es su modelo a seguir.

Tang siempre viste con camisa y chaqueta.

“Es más fácil escalar montañas con este atuendo”, considera Tang.

Cargado de paquetes, cartas, una botella de agua y unos bollos al vapor, comienza su trabajo.

Cuando se queda sin agua potable en sus 10 largas horas de travesía, agarra un puñado de nieve y se la lleva a la boca.

Tang recuerda vívidamente la aterradora experiencia de caer dentro de un agujero de 2 metros de profundidad durante el primer año que estuvo trabajando. Casi le cuesta la vida.

Regresó a casa más tarde de lo normal y no pudo ocultarle a su esposa e hija lo sucedido. Tenía contusiones y heridas evidentes.

"Desde entonces, mi familia ha estado tratando de que renuncie a este trabajo", confirma Tang. "Yo también empecé a pensar en renunciar hasta que un día entregué un sobre que contenía una carta de admisión a la universidad. Nunca olvidaré la luz en los ojos del aldeano cuando supo de que se trataba".

Después de 12 años, Tang se ha familiarizado con las rutas y sabe cuál es la mejor para los días soleados, nevados o lluviosos.

Tang ha usado cientos de pares de zapatos y miles de calcetines, ha lidiado con los desafíos de las serpientes venenosas, el mal tiempo y los deslizamientos de tierra. Lo único que no es capaz de superar es la soledad.

Mientras entrega correo, Tang habla con aquellos con los que conoce sobre lo que está sucediendo en las ciudades, y es una fuente de información para los aldeanos de Lanzhou.

"Tang es agradable y diligente, y nos sirve de vínculo entre nosotros y el mundo exterior", asegura Wang Haozhong, aldeano de Jingou.

La bolsa de correo del cartero es testigo de los cambios en la vida de la aldea.

El número de cartas ha disminuido y el número de paquetes ha aumentado.

"Cuantas más compras en línea hay, más entregas tenemos", añade Tang.

Algunos de los paquetes contienen cosas que la gente compra en línea, otros son enviados por miembros de la familia que trabajan lejos. En su mayoría contienen artículos de uso diario, ropa y papelería.

En 2019, la dedicación de Tang le valió el título de "Buen Samaritano de China". En el transcurso de tantos años, Tang no puede recordar cuánto correo ha entregado.

"Tal vez haya formas más avanzadas en el futuro de entregar correo, pero continuaré haciendo este trabajo mientras los aldeanos me necesiten".