Zhong Sheng, Diario del Pueblo
En la actualidad, la epidemia de COVID-19 está cambiando repetidamente, el virus sigue cobrándose vidas y la situación de prevención y control de la epidemia sigue siendo grave. La comunidad internacional necesita con urgencia más confianza, cooperación y esperanza.
Sin embargo, por interés político y prejuicios, Estados Unidos está provocando problemas en todas partes, estigmatizando la epidemia, etiquetando el virus y politizando su origen. Este tipo de mal comportamiento sin un motivo especial socava la situación general de la cooperación mundial contra la epidemia y es un desprecio flagrante hacia la vida y la salud humanas.
El hecho de "diseñar" conclusiones de trazabilidad por interés propio deja un sinfín de problemas. El rastreo de virus es una investigación científica rigurosa. Solo si permitimos a los científicos estudiar en profundidad cómo surgió, evolucionó y se propagó el nuevo coronavirus a los humanos, podremos encontrar una manera de derrotar al virus lo antes posible.
A corto plazo, Estados Unidos ha promocionado sin fundamento la teoría de "la fuga de laboratorio", ha desacreditado sin sentido a China y ha politizado las cuestiones científicas, lo que solo obstaculiza la búsqueda de respuestas correctas e interfiere en la cooperación global en la trazabilidad de virus.
A la larga, la lógica de politizar el origen del virus es extremadamente absurda. Hasta cierto punto, la historia de la civilización humana es una historia de lucha contra los virus. Los científicos de muchos países están preocupados de que si alguien publica la secuencia genética del nuevo coronavirus, esta será estigmatizada, y en el futuro, ningún país se atreverá a notificar de manera oportunas sobre un nuevo virus. Si se etiqueta innecesariamente al que dice la verdad, en el futuro, nadie estará dispuesto a realizar una investigación sobre un virus.
Estados Unidos no ha realizado muchos esfuerzos en la cooperación global contra la epidemia, pero ha hecho todo lo posible por utilizar la lucha contra la epidemia para beneficio propio, lo que puede describirse como un error tras otro error.
Debido a la inacción y el caos de algunos políticos, la epidemia en Estados Unidos no se ha reducido, sino que hasta el momento se han reportado más de 34 millones de casos confirmados y cerca de 610.000 muertes. Como la economía más grande del mundo, el fracaso de Estados Unidos en la lucha contra la epidemia es un serio lastre para la comunidad internacional.
No solo eso, Estados Unidos también ha jugado la carta del "egoísmo anti-epidémico" y ha tenido comportamientos vergonzosos que han etiquetado al país de "pirata moderno", por apropiarse de suministros anti-epidémicos de otros países y comprar la mayor capacidad de medicamentos para evitar la adquisición por parte de otros países.
En un momento crítico de la lucha mundial contra la epidemia, Estados Unidos se retiró de la Organización Mundial de la Salud. Se trata de "un crimen y una traición contra toda la humanidad". Después de la llegada al poder de la nueva administración de Estados Unidos, se habló de que "Estados Unidos había vuelto". Sin embargo, la gente se siente decepcionada al descubrir que Estados Unidos no ha practicado un verdadero multilateralismo ni se ha mantenido en la unidad mundial de la lucha contra la epidemia. En cambio, el país está interesado en formar camarillas y pequeños círculos para reprimir a otros países y socavar la realidad de la lucha mundial contra la epidemia. Este tipo de acciones dañan la imagen de un gran país responsable.
Perseguir el nacionalismo de las vacunas y exprimir los recursos e insumos de otros países para combatir la epidemia hizo que la imagen de Estados Unidos se derrumbara.
La vacuna contra el nuevo coronavirus es un arma poderosa para derrotar la epidemia, brindando esperanza a la lucha mundial contra la epidemia. Sin embargo, Estados Unidos persigue el nacionalismo de las vacunas y reserva más vacunas de las que necesita.
Los datos muestran que Estados Unidos ha adquirido alrededor de 2.600 millones de dosis de vacunas, lo que representa una cuarta parte de la totalidad de dosis en todo el mundo, superando con creces sus propias necesidades. Como consecuencia, cientos de millones de dosis de vacunas se quedan sin usar en los almacenes estadounidenses.
Estados Unidos también restringe la exportación de vacunas y materias primas relacionadas con el pretexto de dar prioridad al uso doméstico. Incluso los medios estadounidenses dijeron que se trataba de una "brutalidad moral".
Bajo una tremenda presión de la comunidad internacional, aunque Estados Unidos ha comenzado a proporcionar vacunas al mundo, es evidente que sus acciones carecen de sinceridad. Estados Unidos había prometido proporcionar 80 millones de dosis de vacunas al resto del mundo para finales de junio, pero según Associated Press, al 30 de junio, Estados Unidos había enviado solo 24 millones de dosis de vacunas al extranjero, menos de un tercio del total prometido. La entrega de estas vacunas solo involucra a 10 países y regiones, lo que está muy lejos del compromiso inicial de unos 50 países y regiones.
Investigadores de la Universidad de Duke en Estados Unidos estiman que habrá al menos 300 millones de dosis de vacunas excedentes en Estados Unidos a finales de julio.
Por un lado, existe una enorme escasez de vacunas en el mundo, y por otro lado, Estados Unidos tiene una reserva de vacunas excesiva.
El "Washington Post" de Estados Unidos comentó: "Este es el mayor fracaso de Estados Unidos: solo se preocupa por la epidemia a nivel interno, es lento a la hora de responder a la amenaza de epidemias en otros países, y no es recíproco".
En la batalla entre los humanos y el nuevo coronavirus, la unidad y la cooperación es la única opción para superar la epidemia. La interminable manipulación política de Estados Unidos y el debilitamiento de la situación general de la lucha mundial contra la epidemia es un acto mezquino, miope y egoísta. Hace daño a los demás y termina por hacerse daño a sí mismo. China aconseja a Estados Unidos que no siga su propio camino, y recupere su conciencia lo antes posible, que asuma más responsabilidades internacionales y haga más cosas que sean beneficiosas para la cooperación internacional.
(Web editor: 吴思萱, Zhao Jian)