La manipulación política no puede ocultar el fracaso de Estados Unidos en la lucha contra la epidemia

Pueblo en Línea  2021:07:22.15:31

Zhong Sheng, Diario del Pueblo

La trazabilidad del nuevo coronavirus es un problema científico, algo de sentido común. Sin embargo, hasta el día de hoy, Estados Unidos sigue obsesionado con la manipulación política, tratando de pasar la responsabilidad de su propia lucha ineficaz contra la epidemia desacreditando a otros países. Pero este tipo de comportamiento de “echar la culpa a otros” no cambiará el hecho de que el pueblo estadounidense ha pagado un alto precio por la inacción y el caos de su gobierno.

Estados Unidos afirma tener los recursos médicos más abundantes del mundo y las capacidades de atención médica más sólidas, pero no ha desempeñado su debido papel en responder a la epidemia de COVID-19 y se ha convertido en el país con el mayor número de casos confirmados y muertes del mundo.

Al analizar en profundidad el proceso de respuesta a la epidemia de EE.UU, los expertos de EE.UU también creen que la razón directa del fracaso de la respuesta de EE.UU a la epidemia es que algunos políticos de EE.UU ponen la política por encima de la ciencia y el interés político por encima de la vida y la salud de las personas. Esta es la verdadera causa del “fracaso estadounidense”.

Si Estados Unidos mantuviese el espíritu científico para hacer frente a la epidemia, las cosas no serían así. William Foege, epidemiólogo estadounidense y ex director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, cree que "esto es una masacre".

Cuando apareció la epidemia por primera vez, el entonces líder del gobierno de Estados Unidos no solo ignoró las advertencias científicas, sino que también se centró en encubrir información sobre la epidemia e incluso publicar información falsa para engañar al público.

Desde considerar deliberadamente a la nueva neumonía por coronavirus como una "gripe fuerte", cuyo riesgo de contraer el virus y la tasa de mortalidad son "muy bajos", hasta decir afirmaciones de que la epidemia pronto "desaparecerá milagrosamente", lo que condujo a un desperdicio del "periodo clave" en la prevención y el control de epidemias.

Un informe en el sitio web del New York Times en abril del año pasado señaló que el entonces líder del gobierno de Estados Unidos preferiría creer en sus propios instintos que en la ciencia. Perdió la oportunidad y arruinó la vida de muchas personas inocentes.

A pesar de que la epidemia se ha propagado ampliamente por Estados Unidos y el número de casos confirmados y muertes se ha elevado hasta alcanzar un récord mundial, el gobierno de Estados Unidos sigue haciendo un escándalo por el uso de máscaras y otros problemas. El caos y el desorden en la respuesta del gobierno de Estados Unidos a la epidemia ha dejado a la gente perdida en el país.

En octubre del año pasado, la revista médica internacional autorizada "New England Journal of Medicine" publicó un editorial en el que criticaba al gobierno estadounidense por ignorar o incluso desacreditar a los expertos. Casi todos los pasos fallaron y, en última instancia, "convirtieron una crisis en una tragedia".

A día de hoy, el juego de intereses y los ataques partidistas a nivel político siguen arrastrando la prevención y el control de la epidemia en Estados Unidos. Recientemente, el número de nuevos casos confirmados, nuevos casos hospitalizados y nuevas muertes en Estados Unidos ha seguido aumentando cada día. Los expertos en salud creen que esto está estrechamente relacionado con el hecho de que algunos políticos instigan a la gente a boicotear ciegamente la vacunación. Algunos políticos estadounidenses están profundamente atrapados en el torbellino de "oponerse por oponerse" y no pueden liberarse.

Un artículo en el sitio web estadounidense "The Milwaukee Independent" enfatizó que las luchas políticas han convertido la respuesta a la epidemia en una guerra contra los oponentes, pero "esto solo destruirá vidas, retrasará el progreso de la lucha contra la epidemia y aumentará el sufrimiento".

Un artículo reciente publicado por CNN señaló que los esfuerzos constantes de los líderes políticos estadounidenses para extraer beneficios políticos de esta epidemia aún continúan, y el comportamiento conspiratorio de algunos políticos solo agravará el sufrimiento de la gente.

En la gran prueba de la lucha contra la epidemia de este siglo, algunos políticos estadounidenses anteponen los intereses políticos, los intereses del voto y los intereses del capital a la vida y la salud de la gente, lo que demuestra plenamente que la democracia y los derechos humanos que anuncian tienen poca importancia en sus corazones. El pueblo estadounidense y la comunidad internacional, que han sufrido tanto, ven esto con mucha claridad, por lo que no se puede ocultar echando la culpa a otros.

El profesor de medicina de la Universidad de California en Los Ángeles, David E. Hayes-Bautista, señaló que en Estados Unidos no debería morir tanta gente, y es la inacción del gobierno lo que ha llevado al país a la tragedia.

Una encuesta realizada por el Centro de Investigación de Asuntos Públicos establecido conjuntamente por Associated Press y el Centro Nacional de Investigación de Opinión Pública de la Universidad de Chicago muestra que la mayoría de los estadounidenses cree que el gobierno de Estados Unidos es responsable de la crisis en Estados Unidos.

Sin tener en cuenta la ciencia a la hora de participar en la manipulación política y los juegos de “echar la culpa a otros”, las acciones de algunos políticos estadounidenses han provocado que su propia gente viva un periodo muy amargo.

En la actualidad, la situación de prevención y control de la epidemia mundial sigue siendo grave, y algunos políticos estadounidenses incluso han repetido sus trucos. Esa irresponsabilidad provocará muchos más resultados negativos.

¿Cómo se enfrentará Estados Unidos a su propio pueblo y a la comunidad internacional?

Una cosa está clara, perder la conciencia conducirá inevitablemente a otros problemas más serios.