La gente visita el Lincoln Memorial en el National Mall en Washington DC, Estados Unidos, el 24 de julio de 2021. La situación actual de la pandemia de COVID-19 en Estados Unidos empeorará constantemente durante este verano y otoño, según un artículo publicado por el medio sin ánimo de lucro Radio Pública Nacional (NPR, por sus siglas en inglés). (Foto de Ting Shen / Xinhua)
Zhong Sheng, Diario del Pueblo
Estados Unidos ha mejorado recientemente sus esfuerzos para manipular el rastreo del origen de COVID-19 a través de medios políticos. Aparentemente se preocupa por el trabajo de rastreo de origen, pero en realidad no ha hecho nada que lo conduzca ni a la solidaridad mundial.
Algunos funcionarios del gobierno de EE.UU utilizan el rastreo de origen del virus para estigmatizar a China, incluso empleando descaradamente palabras como "responsabilidad" y "salvar vidas". En comparación con China, que ha logrado importantes resultados estratégicos en la lucha contra el virus en un período de tiempo tan corto, Estados Unidos, que disfruta de las tecnologías médicas más desarrolladas del mundo, no solo no ha logrado controlar la pandemia en el país y ha provocado cerca de 35 millones de infecciones y 610.000 muertes, sino que también ha hecho que el virus se propague hacia el exterior. ¿Cuándo ha demostrado Estados Unidos su responsabilidad y su preocupación genuina por la vida?
Estados Unidos no logró controlar la pandemia en el país y no tomó medidas efectivas de control fronterizo, lo que exacerbó aún más la propagación mundial del virus. Estados Unidos, descuidando arrogantemente la ciencia, ha amenazado seriamente la vida y la salud de la gente de otros países.
Según la Oficina Nacional de Viajes y Turismo de EE.UU, más de 23,19 millones de ciudadanos estadounidenses viajaron al extranjero a través de puertos aéreos y terrestres entre abril de 2020 y marzo de 2021. El período comprendido entre noviembre de 2020 y enero de 2021 coincidió con el pico de la epidemia en Estados Unidos, con un promedio de 186.000 casos nuevos diagnosticados cada día. Durante el mismo período, el número promedio de ciudadanos estadounidenses que viajaron al extranjero fue de 87.000, alcanzando también un pico.
Un informe de mayo de 2020 de la Universidad de Tel Aviv en Israel indicó que casi el 70% de las cepas de los casos confirmados en el país provenían de EE.UU, y una organización de medios de Corea del Sur también informó el 25 de febrero de este año que el 35% de los 7.000 casos de COVID-19 importados en Corea del Sur eran de EE.UU.
Según los medios de Nueva Zelanda, se importaron 182 casos de COVID-19 de EE.UU entre febrero de 2020 y enero de 2021. El Departamento de Salud del Gobierno de Australia dijo en mayo del año pasado que entre los 6.000 casos confirmados en el país, el 14% provino de EE.UU.
Haciendo oídos sordos a la oposición de la sociedad internacional y dejando de lado la justicia internacional, Estados Unidos repatrió a inmigrantes ilegales de manera masiva, lo que agravó aún más la situación de la pandemia en los países latinoamericanos.
CNN, citando al Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU, dijo que un total de 160.000 inmigrantes ilegales fueron repatriados por EE.UU entre marzo y septiembre de 2020. Otro medio de comunicación estadounidense también informó que muchos inmigrantes ilegales de América Central vivían en malas condiciones en los refugios estadounidenses, y no fueron puestos en cuarentena ni sometidos a pruebas para detectar el virus antes de ser enviados de regreso a sus países. Como resultado, se encontraron infecciones entre los repatriados a Guatemala, Jamaica, México y Haití. El ministro de Salud de Guatemala dijo en abril del año pasado que entre el 50% y el 75% de los repatriados de Estados Unidos contrajeron el coronavirus, lo que representa el 19% del total de infecciones en el país. Según el ministro, 71 dieron positivo en un vuelo que transportaba a 76 guatemaltecos repatriados desde Estados Unidos el 13 de abril.
El 8 de abril de 2020, más de 60 organizaciones emitieron una declaración conjunta para condenar la repatriación de inmigrantes ilegales de Estados Unidos en medio de restricciones de viaje globales y estrictas medidas de control. The New York Times dijo en un comentario que Estados Unidos estaba propagando conscientemente la pandemia más allá de sus fronteras al continuar deportando a miles de inmigrantes, muchos infectados con el coronavirus, a países pobres que no están equipados para hacer frente a la enfermedad.
El personal estadounidense en el extranjero concedió poca importancia a la salud de las comunidades locales y no respetó las regulaciones locales de cuarentena, lo que hizo que el virus se propagara más rápido. A principios de julio de 2020, el gobernador de la prefectura de Okinawa de Japón confirmó en una conferencia de prensa que decenas de militares estadounidenses en una base militar estadounidense en la prefectura estaban infectados con COVID-19, pero la parte estadounidense se negó a tomar medidas de cuarentena y permitió que muchos soldados salieran de la base. El 31 de mayo de 2021, una gran cantidad de personal militar estadounidense de vacaciones en Corea del Sur salió de una base militar y se reunió en la playa de Haeundae, Busan. Se negaron a usar mascarillas, lo que provocó un fuerte descontento entre los residentes locales.
Los hechos han demostrado que Estados Unidos es el mayor obstáculo para el progreso global en la lucha contra la pandemia. Sus políticas irresponsables simplemente están envenenando al mundo, especialmente a los países en vías de desarrollo.
En la actualidad, Washington está politizando por un lado la cuestión científica de la localización del origen y, por otro, pretendiendo ser responsable, intentando engañar a la sociedad internacional por motivos políticos ulteriores con su hipocresía.
Las acciones hablan más que las palabras, y el verdadero sentido de responsabilidad solo se materializa en acciones concretas. Según las últimas estadísticas publicadas por EE.UU, el 23 de julio se reportaron casi 120.000 nuevas infecciones, la cifra más alta de los últimos cinco meses.
Estados Unidos está descalificado en absoluto para mencionar palabras como "responsabilidad" y "salvar vidas" hasta que realmente funcione el control de la pandemia a nivel interno, abandone el egoísmo en la lucha contra el virus y responda a las preguntas de la sociedad internacional con transparencia.
(Zhong Sheng es un seudónimo que utiliza a menudo Diario del Pueblo para expresar sus opiniones sobre la política exterior y los asuntos internacionales de China).
(Web editor: 吴思萱, Zhao Jian)