El misterio de Fort Detrick: ¿A qué le teme Estados Unidos?

Pueblo en Línea  2021:07:30.13:40

(Infografía: Xu Zihe/ GT)

Por Niu Wenxin

Después de haber tenido ya suficiente con los intentos de Estados Unidos de instigar a otra fase de rastreo del origen del virus, los usuarios chinos de la red firmaron una petición, pidiendo a la Organización Mundial de la Salud (OMS) que investigara el Instituto de Investigación Médica de Enfermedades Infecciosas del Ejército de Estados Unidos en Fort Detrick.

Como se predijo, el número de personas que firmaron la petición se expandió exponencialmente, y cuando llegó a 10 millones, el servidor que aloja la petición en línea fue atacado dos veces por direcciones IP de EE. UU. Afortunadamente, el servidor resistió los ataques y ha reanudado las operaciones, aunque sigue siendo alta la probabilidad de futuros ataques contra el portal digital, lanzados por ciertas fuerzas que intentan encubrir la verdad de Fort Detrick.

¿Qué es Fort Detrick? Es un laboratorio químico administrado por militares estadounidenses, que también mantiene datos de guerra bacteriana de la Unidad 731, una notoria unidad de guerra biológica y química japonesa durante la Segunda Guerra Mundial.

En julio del 2019, dos comunidades de jubilados cerca de Fort Detrick reportaron neumonía de causa desconocida, y dos meses después en el estado de Maryland, donde se encuentra el laboratorio, se reportaron casos de "neumonía por cigarrillos electrónicos" y el número de casos confirmados de la enfermedad comenzó a crecer exponencialmente.

Casi al mismo tiempo, el norte de Virginia y Wisconsin reportaron casos de "neumonía de causa desconocida". La enfermedad fue diagnosticada más tarde como "neumonía por cigarrillos electrónicos" y se convirtió en epidemia dentro de EE. UU.

Vale la pena señalar que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) emitieron una orden en julio del 2019 para detener la investigación en Fort Detrick, casi justo después de que se reportó la neumonía de causa desconocida.

En cuanto a la razón por la que se cerró el laboratorio, los CDC explicaron que había habido una fuga de laboratorio, pero no revelaron qué se filtró, qué tan grave fue la fuga o si la fuga fue una causa de la "neumonía del cigarrillo electrónico". Hasta el día de hoy, el cierre del laboratorio sigue siendo un misterio, ya que Estados Unidos se niega a revelar más detalles, utilizando como excusa el socorrido argumento de "seguridad nacional".

De hecho, la información publicada hasta ahora indicaba que el COVID-19 brotó en EE.UU. al menos un mes antes que en China. De acuerdo a un artículo publicado por un medio estadounidense el 15 de junio del 2021, los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH) a principios del 2020 recolectaron 24.000 muestras de sangre de múltiples lugares del país, y encontraron anticuerpos contra el nuevo coronavirus en al menos 9 muestras de sangre.

Más importante aún, la investigación de los NIH demostró que el nuevo coronavirus ya se había propagado en EE.UU. a un ritmo bajo en diciembre de 2019, un mes antes de la época en que se descubrió el virus en Wuhan.

Según informes del Palm Beach Post y USA Today publicados en 2020, el COVID-19 infectó hasta a 171 personas en Florida hasta dos meses antes de que las autoridades anunciaran que había llegado al estado, y 103 de los primeros pacientes no habían viajado al extranjero.

¿Por qué EE.UU. no investiga el origen del virus en su propio país y por qué se niega a aceptar una investigación de terceros? Tiene miedo de una investigación porque será una bofetada en su cara.

Tarde o temprano, Estados Unidos tendrá que enfrentarse a la realidad. Después de todo, se enfrenta a las dudas sobre el COVID-19 de al menos 2 mil millones de personas en todo el mundo. Debe responder a todas las preguntas relevantes, y como supuesto defensor del principio de equidad y transparencia, debe permitir que científicos de todo el mundo realicen investigaciones sobre la aparición y el desarrollo del COVID-19 en EE. UU.

Este artículo fue editado y traducido del chino. Fuente: China Economic Weekly